Paraguay: el policía que mató a su familia tenía una denuncia por violencia doméstica

La comisario María Elena Andrada, jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, señaló que el policía Isidro Casco –quien asesinó a cinco integrantes de su familia e hirió gravemente a otras dos personas– contaba con denuncia por violencia familiar, realizada por su anterior pareja en el 2017. El quíntuple crimen ocurrió en la ciudad de Capiatá, Paraguay, ayer a la madrugada.

 

A raíz de este hecho, recibió solamente una sanción administrativa dentro de la fila policial luego de la denuncia hecha por parte de su anterior pareja con quien tiene un hijo. “En octubre del 2017, este uniformado que asesinó a la familia de su pareja y a sus hijos fue objeto de denuncia por violencia familiar”, expresó Andrada en contacto con 1000 AM.

 

La Fiscalía investigó el hecho y el juez a cargo del caso dispuso apenas una multa contra el uniformado, que pagó para ser sobreseído y seguir ejerciendo sus funciones como policía hasta que esta madruga mató a 5 personas. El hombre además contaba con serios problemas de adicción al alcohol y las drogas.

 

La jefa policial señaló que al menos 100 efectivos policiales cuentan con denuncias por violencia intrafamiliar, todos en ejercicio de sus funciones. Andrada señaló que no realizan evaluaciones psicológicas o psiquiátricas ni toxicológicas de manera periódica a los policías. Comentó que un efectivo policial es sometido a un test psicológico cuando se postula y al ascender de rango.

El policía se suicidó instantes después del quíntuple crimen.

 

“Desde un tiempo hasta acá se está recibiendo muchas denuncias de violencia familiar dentro de nuestra cúpula policial. Creo que es alrededor de 100 policías”, afirmó la comisaria.

 

Casco llegó a la vivienda realizando una videollamada con su pareja, relatando el crimen que iba a cometer a su pareja Beatriz Romero y la madre de esta. Incluso llegó a transmitir en vivo parte del asesinato a las dos mujeres a quienes pedía que regresen al país, ya que ambas se encuentran trabajando en España y no pueden volver debido a la pandemia del COVID-19.

 

El quíntuple crimen ocurrió en el barrio San Miguel de Capiatá, donde Casco mató a sus hijos de uno y dos años, a sus suegros, su cuñada de 16 años y luego se suicidó.

 

Los suegros del uniformado fueron identificados como Alberto De La Cruz Riveros y Amalia Caballero. La pareja del policía se encuentra en España con su suegra, madre del agente. El mismo le trasmitió mediante una videollamada cómo mató a sus hijos y los demás integrantes de la familia.

 

 

 

Fuente: La Nación Py

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