Artigas y Andresito definen nuestros límites

El tratado de octubre de 1811 había dejado todo el departamento Candelaria bajo la custodia del Paraguay (ver Mapa en nota principal), que ocupó con un contingente armado la antigua reducción de la Candelaria. El concepto de “custodia” era lo suficientemente vago como para generar disputas entre el Paraguay y Misiones, mucho más a partir de 1815, cuando se constituya en nuestra provincia un gobierno local fuerte y legitimado por la pertenencia a una entidad más amplia, como lo era la Liga de los Pueblos Libres que conducía el Protector José Artigas.

 

Desde el mismo momento en que asumió como Comandante General de Misiones, Andrés Guacurarí y Artigas se propuso recomponer la territorialidad de la mayor cantidad posible de los antiguos 30 pueblos guaraní-jesuíticos. Casi de inmediato, recuperó el departamento de Concepción, que los paraguayos abandonaron sin ofrecer resistencia. El siguiente objetivo sería Candelaria y sobre aquel punto marchó en septiembre de 1815, a partir de una orden expresa de Artigas para recuperar el pueblo.

Documento en el que Artigas le ordena a Andresito atacar Candelaria.

 

En el mismo oficio en que ordenaba atacar Candelaria, Artigas estableció que el Paraná sería el límite entre Misiones y Paraguay. El documento está fechado el 16 de agosto de 1815 y en él se le indica a Andresito que “apure usted al Paraguay a ver si dejan libre al pueblo de la Candelaria y ellos repasan el Paraná, que es la línea de demarcación”. De esta forma quedó constituido el Paraná como límite entre ambas jurisdicciones, una disposición de Artigas que se sustentó en la practicidad y la lógica de imponer al enorme curso de agua como frontera natural.

Fecha y firma de Artigas en el documento referido al límite del Paraná.

 

El resto es conocido. El ejército misionero venció al paraguayo el 12 de septiembre y toda la margen izquierda del Paraná quedó bajo el control de Guacurarí. En 1817, los paraguayos atacaron estos pueblos y a partir de 1821 ocuparán la región ante la ausencia de autoridades locales que se opusieran. Con su presencia, los paraguayos darán origen a la actual ciudad de Posadas, constituida en un punto nodal de la ruta comercial que unía Asunción con Porto Alegre. Esta ocupación perduró hasta 1865, cuando las tropas aliadas expulsen a los paraguayos, en el marco de la guerra de la Triple Alianza.

 

Aquel concepto tan ambiguo y confuso de la “custodia” sustentó las disputas territoriales por la margen izquierda del Paraná durante medio siglo. Aún hoy, a más de 200 años del tratado firmado por Belgrano, no falta quien sostenga en el Paraguay que estas tierras les fueron arrebatadas, ya que ellos tenían su custodia. De nuestro lado, reivindicamos la autoridad de Artigas para definir los límites de Misiones y la legitimidad de Andresito para ejecutar aquella disposición.

 

Más allá del pasado y sus interpretaciones, lo concreto es que aquella disposición de Artigas de establecer la frontera en el río Paraná sigue vigente. Una frontera que separa jurisdicciones; un río que, en verdad, nos une como pueblos integrados social, económica y culturalmente.

 

Bibliografía: Los oficios de Artigas a Andresito, en Museo Mitre, Contribución documental para la historia del Río de la Plata, Tomo IV, 1913, pags. 41 y 42.

 

 

Por Pablo Camogli

 

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