En la cuarentena creció la ansiedad por la comida, ¿cómo actuar ante ello?

La cuarentena impactó en muchos aspectos de nuestra rutina y la alimentación es una de las más afectadas, ya sea por cambios en horarios, mayor o menor tiempo para cocinar, el estar más tiempo en casa hizo que, en muchas ocasiones, focalicemos la ansiedad propia de la etapa que estamos viviendo en la comida.

 

Semanas atrás hemos realizado una encuesta a través de este medio sobre hábitos alimentarios en la cuarentena en Misiones y, entre varios factores, se indagó sobre la ansiedad por la comida.  Los resultados arrojaron que la gran mayoría (79%) de los participantes manifestó haber comido por ansiedad en varias ocasiones. En relación a qué alimentos o bebidas eligen cuando se presentan dichos episodios, la mayor parte (38%) dijo elegir dulces (golosinas, chocolates, masas dulces), le siguen las frutas (26,6%), los snacks salados: papas fritas, chizitos, palitos, etc. (20,3%). Además, otros manifestaron que eligen tomar agua o mate, comer queso y dulce, barritas de cereales, maní, sándwiches, pan o chipas.

 

En vista de que es un problema que prevalece en nuestra población, la pregunta es: ¿Cómo actuar ante la ansiedad por comer?

  • En principio, tratar de hacer mínimamente las 4 comidas diarias, sin saltear ninguna ni comer menos de lo indicado.
  • Estar siempre atentos a que no pasen más de 4 horas ni menos de una hora y media entre una comida y otra.
  • Comenzar las comidas principales con una sopa de verduras o ensaladas (crudas o cocidas), luego comer el plato principal.
  • Preferir consistencias que exijan mayor masticación. Por ejemplo, tostados, verduras en trozos en lugar de puré, ensaladas, etc. Eso ayuda a obtener más saciedad.
  • Recurrir a las infusiones como colación (sin azúcar).
  • Aumentar la frecuencia de ingestas (no más de 2 colaciones en general), agregando colaciones como frutas frescas, yogur descremado solo, con frutas o cereales, frutos secos, queso magro, huevo.
  • Evitar llevar fuentes o paquetes a la mesa; servirse sólo una vez y en un plato mediano.
  • Saborear cada bocado y masticar bien. Recuerde que el cerebro advierte que el estómago está lleno recién a los 20 minutos de haber comido. Por lo tanto, comer lentamente ofrece la posibilidad de sentirse saciado sin haber comido tanto.
  • Consumir alimentos con proteínas en cada comida para brindar mayor saciedad. Las mismas se encuentran principalmente en el huevo, las carnes, los lácteos y las legumbres.
  • Los hidratos de carbono son fundamentales para tratar la ansiedad, por lo tanto, debemos consumir una pequeña porción de pan o galletitas integrales, copos de maíz, tostadas, etc., con el desayuno y merienda; y, además, una porción de un cuarto plato de arroz, pastas, avena, polenta, papa, mandioca o batata en el almuerzo y cena.

Algunos tips para identificar cuando comemos por hambre y cuando lo hacemos por ansiedad:

  • Cuando tenemos hambre comemos lo que hay a disposición, cuando lo hacemos por ansiedad generalmente elegimos lo dulce o un alimento particular (ejemplo medialunas, un alfajor, papas fritas, etc.)
  • El hambre aparece lentamente y aumenta con el tiempo, pero cuando tenemos ansiedad generalmente lo hacemos de inmediato, y porque vimos un alimento en una publicidad y lo queremos ya.
  • La ansiedad se asocia a los estados de ánimo, puede ser porque estoy aburrido, triste, enojado o angustiado y quiero comer algo rico “para llenar o tapar ese sentimiento negativo”.

Recordemos que prestar atención a lo que comemos, cuándo y cómo lo hacemos es un proceso que nos ayuda muchísimo a mejorar nuestros hábitos alimentarios.

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P. n° 147

Contacto:

Instagram: @lic.rominakrauss

Facebook: https://www.facebook.com/nutricionmisiones/

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas