Un estudio de la NASA asegura que Europa, una de las lunas de Júpiter, podría ser habitable

Europa, uno de los satélites de Júpiter, tiene un océano interior bajo su superficie helada que «podría ser capaz de sostener vida», asegura un nuevo estudio de astrofísicos de la NASA.

 

El equipo científico calculó que ese agua se podría haber formado por la descomposición de minerales que habrían liberado el líquido, ya sea por las fuerzas de la marea o por un proceso denominado «desintegración radiactiva». Los resultados del trabajo se presentaron en la Conferencia Goldschmidt, la principal reunión anual internacional sobre geoquímica y que este año se celebra de forma virtual debido a la pandemia.

 

El diámetro que tiene Europa es de 3100 kilómetros, un poco más pequeño que el de nuestra Luna, y orbita Júpiter a unos 780 millones de kilómetros del Sol. La temperatura de su superficie nunca supera los -160 grados celsius. Se trata de uno de los satélites naturales más grandes del Sistema Solar y desde que las sondas Voyager y Galileo la sobrevolaron, los científicos sostienen que la corteza superficial helada flota en un océano subterráneo, cuyo origen y composición no están claros.

 

Usando datos de la misión Galileo, investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa realizaron modelos de los depósitos geoquímicos en el interior de Europa. El investigador principal Mohit Melwani Daswani explica, en un comunicado, que hicieron un modelo de la composición y las propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y el océano.

 

Como resultado, el equipo descubrió que diferentes minerales pierden agua y material volátil a distintas profundidades y temperaturas. «Sumamos estos componentes volátiles que se estima que se perdieron del interior (del satélite), y vimos que son consistentes con la masa prevista del océano actual, lo que significa que probablemente estén presentes en el océano», agrega el experto.

 

Océanos como el del interior de Europa pueden haberse formado por metamorfismo, es decir, que el calentamiento y el incremento de la presión causada por la temprana descomposición radioactiva o el posterior movimiento de las mareas del subsuelo provocaría la descomposición de los minerales que contienen agua y su liberación.

 

Las nuevas simulaciones, unidas a datos del telescopio espacial Hubble, muestran la presencia de cloruro en la superficie de Europa, lo que sugiere que «muy probablemente» el agua se volvió rica en esa sustancia. «Su composición se volvió más parecida a la de los océanos de la Tierra. Creemos que este océano podrá ser bastante habitable para la vida», indica Melwani,.

 

Esta luna de Júpiter es «una de las mejores oportunidades de encontrar vida en el Sistema Solar«, indica el experto, quien recuerda que la misión Europa Clipper, que la Nasa lanzará en unos pocos años, tiene como objetivo investigar la habitabilidad del satélite. El modelo creado por el equipo les lleva a pensar que los océanos de otras lunas, como Ganimedes -vecina de Europa- o Titán -satélite de Saturno-, pueden haberse formado también por procesos similares, pero aún quedan aspectos por entender, entre ellos la forma en que los fluidos migran a través del interior rocoso de Europa».

 

 

 

 

Fuente: TN

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