¿Cómo nos contagiamos de coronavirus? Entre los expertos hay cada vez más consenso

Seis meses después de que se conoció el primer caso de coronavirus en China, en la ciencia comienza a formarse un consenso sobre cómo se contagian las personas.

 

Contrario a lo que se creía en un comienzo, son muchos los investigadores que aseguran que es poco común contagiarte de coronavirus entrando en contacto con una superficie contaminada, así como también durante un encuentro fugaz y al aire libre con personas que estén infectadas. En cambio, una de las circunstancias más comunes para los contagios serían los encuentros cara a cara y las interacciones entre personas durante períodos prolongados.

 

Los escenarios donde el riesgo de contagio es alto son en eventos masivos, en los espacios mal ventilados y en los lugares donde la gente habla en voz alta o canta, así lo determinan un grupo de expertos citados por un artículo de The Wall Street Journal.

 

Estos descubrimientos y acuerdos recientes entre la comunidad científica están ayudando a las empresas y a los distintos gobiernos a idear estrategias de reapertura que no pongan en riesgo la salud pública, mientras las economías vuelven a ponerse en marcha. Las estrategias incluyen la instalación de barreras de plexiglás o polimetilmetacrilato, la exigencia y extensión del uso de máscaras faciales en tiendas y otros espacios de tránsito, la implementación de buenos sistemas de ventilación y el mantenimiento de las ventanas abiertas cuando esto sea posible.

 

Los resultados de las últimas investigaciones, viendo las medidas que se tomaron en distintas ciudades, demostraron que las cuarentenas (que incluyen órdenes de quedarse en casa, prohibiciones de grandes reuniones y cierres de negocios) en efecto previnieron millones de infecciones y muertes en todo el mundo.

 

En todos los casos, las recomendaciones para llevar adelante una reapertura incluyen los testeos masivos, el rastreo de contactos y el aislamiento de personas infectadas o potencialmente expuestas al virus.

 

Un factor importante sobre la transmisión del virus es que acciones que pueden ser inofensivas como hablar y respirar producen partículas respiratorios que pueden dispersarse a lo largo de las corrientes de aire y potencialmente infectar a las personas cercanas. Los autoridades sanitarias han identificado el contacto de las personas con microgotas respiratorias como el principal modo de transmisión de COVID-19. Estas pueden pasar de una persona a otra si caen en los ojos, la nariz o la boca. Pero generalmente tienden a caer al suelo o sobre otras superficies con bastante rapidez.

 

La ventilación adecuada, en la que se fuerza el aire hacia el techo y se bombea hacia afuera, o que implica la entrada de aire fresco a una habitación, diluye la cantidad de virus en un espacio, reduciendo el riesgo de infección.

 

Otro factor de contagio para el coronavirus son las exposiciones prolongadas. Generalmente implica períodos de más de 15 minutos de contacto desprotegido con alguien a menos de 2 metros de distancia, dijo John Brooks, director médico de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, a cargo de la respuesta al coronavirus. Sin embargo, advirtió que se trata solo de una regla general. Podría tomar mucho menos tiempo con un estornudo en la cara u otro contacto íntimo donde se emiten muchas gotas respiratorias.

Los supercontagiadores

Lea Hamner, epidemióloga estadounidense y autora de un estudio que advirtió sobre el potencial de los “supercontagiadores” en eventos, detalló cómo en en una práctica de coro de una iglesia del estado de Washington el 87% de los asistentes se infectaron. Los miembros del coro cambiaron de lugar cuatro veces durante la práctica de dos horas y media, estuvieron apretados en un espacio cerrado y eran personas en su mayoría mayores y, por lo tanto, más vulnerables a las enfermedades, explicó la especialista. En total, 53 de los 61 asistentes a la práctica se infectaron, incluida al menos una persona que tenía síntomas. Dos de ellos murieron.

 

Una dinámica de transmisión similar podría darse en otros entornos donde la respiración es agitada y se habla en voz alta durante períodos prolongados, como pueden ser los gimnasios, las actuaciones musicales o teatrales, las conferencias, las bodas y las fiestas de cumpleaños.

 

La llamada tasa de ataque -esto es, el porcentaje de personas infectadas en un lugar y tiempo específico- puede ser muy alta en eventos concurridos, hogares y otros espacios donde muchas personas están en contacto cercano y prolongado. En efecto, se estima que el 10% de las personas con COVID-19 son responsables de aproximadamente el 80% de las transmisiones, según un estudio publicado recientemente en Wellcome Open Research.

La tasa de contagio del COVID-19 en los hogares oscila entre el 4,6% y el 19,3%, según varios estudios. Fue mayor para los cónyuges, con 27,8%, que para otros miembros del hogar, con 17,3%, de acuerdo a un estudio realizado en China.

 

Nadie sabe con certeza cuánto virus se necesita para que alguien se infecte, pero estudios recientes ofrecen algunas pistas. En una investigación cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Nature, los científicos afirman que no pudieron cultivar el coronavirus vivo si el hisopo o mililitro de esputo de un paciente contenía menos de un millón de copias de ARN viral.

Políticas cambiantes

En base a lo que ahora se sabe del virus y cómo se contagia, algunas políticas sanitarias están cambiando. El protocolo estándar cuando alguien que da positivo es ponerlo en cuarentena en su casa. Algunas ciudades ofrecen alojamiento temporales gratuito donde las personas infectadas pueden permanecer de manera voluntaria, para evitar transmitir el virus a los miembros de la familia.

 

El Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) instó recientemente a los estadounidenses a que sigan usando máscaras y a mantener la distancia social mientras los estados reabren sus economías.

 

“Cuanto más se interactúa con los demás, cuanto más dura la interacción, mayor es el número de personas involucradas en la interacción, mayor es el riesgo de propagación de COVID-19”, dijo Jay Butler, funcionario en CDC.

 

Las pautas de la CDC para empleadores cuyos trabajadores están regresando a sus puestos de trabajo incluyen el uso de máscaras, las limitaciones al uso del transporte público y a los ascensores para reducir la exposición, así también como la prohibición de abrazos, apretones de manos y golpes de puño. La agencia también sugirió construir tabiques de plástico entre escritorios a menos de 1,8 metros de distancia.

 

Fuente: Infobae

D.A.

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