Cuidaba a una mujer de 93 años en un geriátrico y se la llevó a vivir a su casa

«Siempre tuve la vocación de cuidar, por eso estudié, me preparé y cuido a adultos mayores. Llevarme a Delia a casa fue un acto que me salió del corazón». Así arrancó la charla con Miryam Cardili, una mujer de 60 años que vive con su marido en Boulogne, Buenos Aires.

 

Se conocieron en el geriátrico donde Delia vivía. Pero antes de la cuarentena, y con la aprobación de la familia, decidió llevársela a su casa. A la mujer de 93 años le encanta leer y mirar televisión. «Estaba deteriorada, y desde que vivimos juntas recuperó peso y pasamos juntas su último cumpleaños», contó Miryam.

 

Toda la vida Miryam se dedicó a vender ropa, pero en la crisis de 2001 se quedó sin trabajo y perdió su casa. Pero se reinventó e hizo el taller «El Arte de Cuidar» que dicta el municipio. «Durante el curso hice prácticas en el hospital de San Isidro y noté cómo con la compañía y contención las personas mayores mejoraban», detalló. A la familia de Delia la conoce hace muchísimos años, por eso les propuso llevársela a vivir con ella para atenderla mucho mejor. Y fue así que en febrero pasaron a ser tres, más los perros que vive en la casa que Miryam comparte con su marido.

 

 

La situación económica de la mujer es ajustada, no le salió la jubilación y alquila, pero el amor que tiene por las personas mayores y sus ganas de ayudar superan cualquier obstáculo. El 15 de junio Delia cumplió 93 años y tuvo un festejo íntimo. Su hijo logró un permiso médico y pasó a saludarla, aunque la vio desde la ventana. También recibió a través de videollamadas el cariño del resto de su familia. «Hay que dejarlos enojarse y envejecer. Escuchar cien veces la misma historia y ayudarlos a no perder la identidad. Creo que algo está cambiando con respecto a ellos. Siempre fueron vulnerables, pero ahora que están en peligro por la pandemia, quizás algo cambie y se los valore y respete como se merecen», concluyó emocionada.

 

Fuente: Todo Noticias

D.A.