Fue la primera investigadora adolescente de la televisión y ahora, después de más de diez años, vuelve a su ciudad natal.
En la ciudad de Neptune, un balneario de California favorecido por familias ricas, Veronica Mars (Kristen Bell) trabaja como una joven investigadora junto con su padre (Enrico Colantoni), también investigador. Esta es la cuarta temporada de una serie clásica (2004-2007) que a lo largo de tres largas temporadas se convirtió en un programa de culto: cuando fue cancelada el público realizó un financiamiento colectivo para que en 2014 su creador, Rob Thomas, pudiera hacer la versión cinematográfica de la tira.
En sus comienzos Veronica Mars había sido una estudiante secundaria muy popular, la hija del jefe de Policía; tras el asesinato de su mejor amiga, Lily Kane, se despertó en ella su vocación por investigar. Sin contar a la niña Nancy Drew en un registro más liviano, era la primera vez que se veía en la televisión a una chica de colegio secundario trabajar como investigadora en asuntos serios como un homicidio. La figura prosperó y se refleja hoy en otras jóvenes intrépidas como Jessica Jones, Arya Stark, Katniss de Los juegos del hambre o Mérida de Valiente. Veronica Mars abrió ese camino y le puso nombre a un nuevo género: teen noir, el noir adolescente.
En la investigación del asesinato de la joven Kane, años atrás, Veronica perdió su popularidad y el padre fue echado de su cargo. La serie gira en torno de hechos policiales pero indaga también en la personalidad de Veronica, sus amores y rechazos, su estilo cínico, implacable.
Esta nueva temporada que presenta HBO transcurre en el tiempo actual, con una Veronica más madura –tiene ahora unos treinta años- y una temática más oscura, pero la serie conserva su estilo amable y su delicado sentido del humor. Con una duración más atinada de solo 8 episodios, la cuarta temporada de Veronica Mars puede verse solo un capítulo por semana.
Fuente: TN