Coronavirus: la Universidad Gastón Dachary evaluó el proceso de educación a distancia entre alumnos y profesores

Reticencia en responder entre la comunidad docente y una evaluación muy dispar sobre la utilidad de la modalidad virtual surge como datos relevantes de una encuesta de seguimiento en contexto de aislamiento realizado entre 3725 estudiantes y 320 docentes de la Universidad Gastón Dachary, de las sedes de Posadas, Eldorado, Oberá y Resistencia.

 

El eje central del estudio fue conocer las particularidades del proceso de enseñanza en forma no presencial durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio y su impacto sobre las condiciones de trabajo; teniendo en cuenta aspectos pedagógicos, materiales y psicofísicos. Además, comprender y describir los diversos aspectos que configuran los comportamientos, actitudes y opiniones de los estudiantes y docente dentro del contexto de aislamiento obligatoria.

 

Entre los datos que resaltan en la encuesta que se realizó durante el pasado mes de mayo y estuvo a cargo de la Dirección de Educación a Distancia y la Dirección de Asuntos Estudiantiles se refleja que el 75,5 por ciento de los profesionales al frente de las materias no respondió al cuestionario enviado, en tanto el 44,4 no había utilizado con anterioridad la plataforma virtual de la institución. Y con relación a la utilidad que le encuentran a la plataforma, el 75 por ciento de docentes admitió que les resulta útil, pero el 41,6 por ciento de alumnos sostiene que solo a veces.

 

En la introducción señalan que “lejos de pretender reemplazar la presencialidad de la clase o el protagonismo de los docentes, la universidad se ha propuesto demostrar que se puede seguir aprendiendo en un contexto nuevo, diferente, que hasta la fecha no se tiene claro cuánto va a durar, pero que es capaz de garantizar que el proceso no se detenga. Para ello se vio en la obligación de generar un punto de control de verificación de cómo ha sido el proceso a la fecha, habiendo pasado 10 semanas desde el inicio de esta emergencia sanitaria dictada por el gobierno provincial y nacional”.

 

Dificultades y cambio de enfoque

Aunque la educación virtual ya existía como modalidad, principalmente a partir del uso de aulas virtuales o “campus”, la pandemia de coronavirus obligó a todos a adoptar como estrategia educativa las clases mediadas con tecnología y para ello fue fundamental la capacitación de profesores en esta modalidad y lograr la adhesión de los alumnos ante este nuevo enfoque en la forma de estudiar ante la suspensión de las clases presenciales.

 

En este punto, los encuestadores definieron como ejes de estudio el rol de estudiantes y docentes, la ubicación geográfica y características del aislamiento al que estaban sometidos, las formas de comunicación elegidas por los dos grupos testimonios de la muestra, la evaluación personal sobre la plataforma disponible para la modalidad online, los recursos y actividades más utilizados y su evaluación, la metodología de estudio más utilizada y las preferencias en este sentido. Finalmente, se dejó un margen de reflexión y/o sugerencias que pudieran resultar útiles en la evaluación de un proceso que nadie puede aventurar cuándo llegará a su fin.

 

Como resultado interesante se observa por ejemplo que más del 70 por ciento de los alumnos consideran que el contenido que propone en la plataforma está claramente establecido; en tanto casi el 60 por ciento de profesores está convencido que los alumnos entienden lo que deben hacer con los contenidos que se les propone de manera virtual.

 

Coincidentemente los grupos consultados afirman que no llega al 20 por ciento la utilización de herramientas audiovisuales y que existe una preferencia por el uso de documentos de Word, Excel o PDF en el intercambio y según pudo establecerse -aunque la encuesta no lo consigne-, no recurren a clases online a través de videoconferencias grupales.

 

El mismo trabajo sugiere a los docentes “un feedback con los estudiantes acerca de los materiales, tal vez utilizando pequeñas encuestas que permitan evaluar si ha logrado el objetivo propuesto”. Aunque se observa que más del 50 por ciento de profesionales no contaba al momento de la realización de la encuesta con una formación específica para entornos no presenciales, aspecto fundamental donde el éxito de la implementación de la virtualidad depende más del compromiso y el esfuerzo de los docentes para implementar esta nueva modalidad de educación en tiempos de emergencia.

 

Cuánto se aprende

Los datos contundentes indican las dificultades que existen tanto desde el punto de vista docente como del estudiante para responder a las expectativas en torno de la efectividad del proceso de enseñanza y aprendizaje a partir de la mediación tecnológica -obligada en este caso-.

 

“En esta pregunta podemos evaluar que al estudiante le ha costado más adaptarse a la nueva modalidad, la cual puede estar asociada a múltiples factores, probablemente muchos que no hemos tenido en cuenta en esta encuesta. Sin embargo, que el 62,4% indique que a veces sí se aprende, nos da pie a decir que hemos logrado el objetivo, que se debe mejorar pero que ya tenemos los cimientos necesarios para optimizar procesos. Por otro lado, el docente considera que se puede enseñar en este contexto y que lo ha logrado y que posee las herramientas para ello”, es la evaluación que realizan los responsables del estudio institucional que a partir de ahora dará lugar a ajustes necesarios para avanzar en el contexto de aislamiento y pandemia.

 

Entre los factores que no son medibles podrían considerarse la cuestión emocional, el nivel de afectación del encierro en la motivación de cada estudiante e incluso de cada docente; entre otros aspectos que se modificarán para siempre la forma de enseñar y de aprender no solo en esta universidad sino en todas.

 

En el apartado final, el estudio reúne una síntesis de las sugerencias efectuadas por los dos grupos consultados y que serán tenidas en cuenta en la planificación de las tareas en el tiempo que sigue:

  • Conectividad de docentes y estudiantes.
  • Corrección de los trabajos prácticos por parte de los docentes.
  • Comunicación síncrona con el docente en horarios de consulta o videollamadas.
  • Capacitación de docentes en generación de materiales didácticos y herramientas tecnológicas.
  • Capacitación de estudiantes en el uso de la plataforma virtual.
  • Clases pregrabadas.
  • Consignas mas claras.
  • Trabajos en equipo.
  • Cuestionarios de autodiagnóstico para evaluar los contenidos dados.
  • Más materiales audiovisuales.
  • Evaluar métodos alternativos preestablecidos para eventuales cortes de conexión.
  • Mejoras en la plataforma para subir archivos.
  • Paciencia, comprensión.

 


ZF

 

 

 

 

 

 

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