Masajes faciales: una rutina que deberías incorporar

 

Reafirmar la piel del rostro es sin dudas a lo que todas queremos llegar, con estas técnicas bien prácticas podes hacerlo en tu casa y sin complicaciones con el tiempo vas a conseguir tener un rostro más descansado y joven.

¿Sabías que en el rostro trabajan más de 30 músculos? Por eso incluir el masaje facial dentro de la rutina de belleza sería algo así como ir al gimnasio y fortalecer los músculos del cuerpo, pero en este caso los del rostro. Llevar a cabo esta práctica es muy recomendable a partir de los 30 años que es cuando el cuerpo empieza a producir menos cantidad de colágeno, lo que favorece a la aparición de las primeras líneas de expresión, la piel va teniendo un aspecto más flácido y perdiendo luminosidad.

Por este motivo para tener el rostro tonificado y bien definido no solo vale con colocar productos sobre la piel y nada más, sino que también es importante que a través de masajes faciales puedas conseguir que los activos de tu tratamiento de belleza penetren mucho mejor, y así obtener más beneficios como por ejemplo, la firmeza y tonicidad de la piel.

Realizándote los masajes además vas a lograr tener un rostro más descansado y una piel lisa y luminosa con menos arrugas gracias a la estimulación del colágeno, ya que promueve a la oxigenación de los tejidos mejorando la circulación de la sangre.
¿La fórmula? “Crear hábitos que de manera constante te lleven a los mejores resultados”.

Importantísimo:

• Siempre debes hacerte los masajes con una crema o aceite que deje “deslizar tus dedos sobre el rostro cómodamente”, jamás lo hagas en seco.
• De 5 o 6 minutos diarios ya es suficiente.
• Al momento de realizarte los masajes la piel debe estar limpia.

Consejos prácticos para realizarte los masajes:

#1 Esparcí la crema o el aceite por el rostro en los puntos donde vas a trabajarlo y volvé a colocar si fuera necesario.
#2 Es muy importante que antes de comenzar con los masajes actives el sistema glandular. Empezá presionando levemente debajo de las orejas estimulando los ganglios linfáticos, cosa de ir bajando poco a poco hacia la clavícula haciendo un bombeo cada vez.

Repetí la acción 4 veces
#3 Deslizá sobre la frente las yemas de tus dedos anular y medio dibujando semicírculos desde el entrecejo hacia el crecimiento del cabello y luego baja hacia las sienes unas 3 veces, y luego otras 3 veces realiza movimientos de zigzag ida y vuelta de manera vertical entre las cejas y el nacimiento del cabello.

#4 Continua por la zona de los ojos, haciendo movimientos circulares en toda su circunferencia desde los lagrimales hacia arriba pasando sobre las cejas y regresando, unas 6 veces.

#5 Colocá el dedo medio y el índice de ambas manos cada uno de ellos debajo de ambas mejillas y empújalas hacia arriba ejerciendo muy poca presión hasta llegar hasta los “trago” (pequeña prominencia o cartílago que se sitúa en anterior a la apertura de la oreja). Repetí el ejercicio 6 veces.

#6 Utilizá los dedos pulgares apoyándolos juntos por debajo de la mandíbula desde el centro y deslizándolos hacia fuera hasta llegar al comienzo del lóbulo de las orejas, realízalo por 1 minuto.

Es posible que al principio te cueste un poco realizar los ejercicios, pero vale la pena seguir intentándolo día a día, ya que los mejores resultados los vas a notar luego de un tiempo de hacerlos con constancia. Sin dudas existen muchísimos tipos y técnicas de masajes para el rostro, pero en esta ocasión y para empezar a incursionar en la práctica que mejor que unos bien sencillos para realizar.

Llegamos al fin de la nota y como es habitual esperamos haberte ayudado con nuestras recomendaciones, y también porque no, disipar algunas dudas que tengas sobre el tema, respaldados siempre en el lema de que “Cuidarte es quererte”.

 

Mariana Astegiano
Makeup & Beauty

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