Ambiente, bosques y foresto-industria: Lo mejor y lo peor del primer semestre 2020 desde la visión de referentes de la cadena de valor de una actividad esencial en Misiones

La preocupación y la incertidumbre es la foto que refleja en el sector de la cadena de valor de la industria forestal, maderera y de celulosa y papel el primer semestre de 2020 con la huella del COVID-19 como la peor noticia del año.

 

Previo a la cuarentena por la pandemia por coronavirus, el mercado forestal arrastraba una fuerte crisis en los últimos años y esta situación de emergencia sanitaria y cuarentena obligatoria extendida profundizó los problemas para algunos eslabones de la cadena, principalmente el sector primario y las PyMEs, ya que derivó en semanas de mucha tensión por las dificultades económicas y la incertidumbre general de la nueva realidad, con dificultades en los pagos y en las ventas.

 

Lo mejor del semestre, coinciden las fuentes consultadas, es que se mantuvo en general la demanda de las exportaciones en una veintena de empresas que ya operaban en el mercado internacional, y otras tantas lograron nuevas exportaciones ante la demanda existente. Otra buena noticia, a pesar del contexto por la pandemia, fue el reconocimiento del gobierno nacional como actividad esencial a la cadena foresto-industrial, desde la forestación, celulosa y papel, e industria de la madera. Un punto a favor, el reconocimiento a la importancia estratégica que tiene la actividad en la producción sustentable de bienes y servicios para la sociedad.

 

Además, los entrevistados destacaron el gran paso que se logró en la provincia en la gestión de bosques nativos para combatir el comercio ilegal con un nuevo Sistema de Control y Verificación de Guías Forestales Digitales (SACVeFor), impulsado por el Ministerio de Ecología de Misiones, en convenio con el Ministerio de Ambiente de la Nación.

Otra aspecto que fue marcado como positivo en estos meses de aislamiento y cuarentena obligatoria, fue que la tecnología permitió «reducir» distancias y se unieron más las empresas de la cadena de valor tanto para los reclamos como para salir adelante en la búsqueda de soluciones, con el apoyo del Estado en forma permanente, en el marco de la pandemia por coronavirus.

 

ArgentinaForestal.com dialogó con productores, profesionales, industriales, gremialistas, empresarios de servicios forestales, académicos y funcionarios vinculados a la actividad con la cadena de valor foresto-industrial, de bosques nativos, ambiente y del ámbito de la ciencia. No fue fácil que logren encontrar las noticias positivas de este año, pero se hizo el esfuerzo por encontrar de lo peor, lo menos peor de lo acontecido hasta ahora.

 

De una ronda de consultas de opinión realizada esta semana, compartimos en el presente informe las principales conclusiones  -y muchas coincidencias- de los referentes sobre lo más difícil que se enfrentó en su actividad en el primer semestre del 2020, ya sean las medidas que más impactaron y las acciones que merecen ser valoradas, que las hay, aunque se opacan ante el inesperado escenario frente a la pandemia por COVID-19 que afectó al mundo y cambió la vida de todos, de manera abrupta y sorpresiva en Misiones.

 

La mirada de los profesionales

 

El empresario de servicios forestales de la firma Albura SA (Montecarlo), Dionel Kimmich, consideró a la puesta en marcha oficial del Sistema de Guía Forestal Digital (SACVeFor) para el transporte y aprovechamiento de Bosques Nativos en Misiones como la mejor noticia del semestre. “Lo peor, el COVID-19”, apuntó.

 

El consultor forestal Eduardo Stirnenmann (Eldorado) coincidió en que el impacto por la pandemia fue la peor noticia, ya que afectó inicialmente todas las actividades. «Esto, sumado al “COVID 2020 argentino”, que serían los problemas económicos que corren por las políticas del gobierno nacional, incrementó la gravedad de la situación en la actividad. Son altamente preocupantes el desastre humanitario de la pandemia, pero que además impacta negativamente en todos los sectores de la economía mundial. Y que en Argentina se agravan ante medidas económicas y políticas adoptadas por la Nación”, opinó el profesional.

 

Consideró que lo bueno del semestre fue que «son muchos los empresarios, pese a las dificultades, siguen apostando a crecer y mejorar».

 

En la percepción de Stirnermann, son pocos las empresas del sector que «imploran para que el Estado los auxilie para salvarlos de su ineficiencia empresaria”. Agregó que “en lo institucional, rescato que se viene consolidando en estos meses una apertura dialoguista en las áreas de ejecución de las políticas forestales provinciales de Misiones y Corrientes”, expresó.

 

En lo personal, para el profesional el año no vino nada mal. “Se me han presentado posibilidades de asumir responsabilidades para  diseñar y ejecutar nuevas propuestas que den respuesta a importantes desafíos qué se generan en la implementación de importantes proyectos empresarios para la provincia”, adelantó.

 

Por su parte, el ingeniero forestal José Saiz (Eldorado), editor de Curí (Madera&Bosques), la mejor noticia fue la designación del presidente de la AMAYADAP, Román Queiroz, en la conducción de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA). “Es la primera vez que un misionero está al frente de la Federación y un representante del NEA”, acotó.

 

Y consideró entre los acontecimientos lamentables para la comunidad forestal, el fallecimiento en estos pocos meses de tres grandes profesionales: Oscar Gauto, ex decano de la Faculta de Ciencias Forestales de la UNaM (especializado en Ordenación Forestal, Política y Legislación, Planificación y Tecnologías); Wilfredo Barrett (impulsor del Mejoramiento Genético Forestal en la Argentina), y Alejandro Larguía (productor e impulsor, juntos a otros colegas, de la consolidación de Plantaciones Forestales en Misiones), precisó Saiz.

 

En forma coincidente, Jaime Ledesma (Posadas), presidente del COIFORM (Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones), incluyó además de los prestigiosos profesionales mencionados, un reconocimiento especial ante el fallecimiento de Jorge Krieger, el primer coordinador regional del NEA del Plan de Manejo de Fuego de la provincia.

 

En tanto, entre las varias peores noticias que no tenía muy claro cuál priorizar, después del impacto que provocó el COVID-19, consideró que “un lugar importante ocupó el apeo ilegal de un Palo Rosa centenario en la localidad de Andresito”, una especie en peligro de extinción en la selva misionera y Monumento Natural.

 

Desde el aspecto positivo para la actividad, consideró como la novedad más destacada del semestre, la puesta en marcha a nivel provincial del Sistema de Guía Digital y trazabilidad de productos forestales (SACVeFor).

 

 

La PyMES madereras buscan sostenerse «entre costos y empleos»

 

Para los empresarios madereros, en estos meses se atravesaron días muy complicados, de mucha preocupación y tensiones ante las medidas del aislamiento obligatorio por la emergencia sanitaria por coronavirus. Desconcierto e incertidumbre, mucha desinformación las primeras semanas y protocolos poco claros entre Nación y Provincia, afectaron algunos días el funcionamiento de los aserraderos. Con el correr de las semanas, explicaron que el panorama se fue aclarando y el diálogo público-privado en la provincia fue acomodando el escenario para normalizar las operaciones dentro de la provincia y las autorizaciones fuera de ella. Las trabas en la circulación del transporte de carga de una jurisdicción a otra, burocracias administrativas y paralización en trámites respecto a las autorizaciones en los organismos públicos para circular, dieron más de un dolor de cabeza y generaron varios problemas operativos y de pérdidas económicas. Nadie estaba preparado para el impacto del COVID-19.

 

“La pandemia por coronavirus fue lo peor que se atravesó en muchos años, y seguramente de los peores momentos que les tocó vivir a muchas generaciones. Cambiaron muchas cosas, y estamos en un tiempo diferente al que debemos adaptarnos. En ese contexto, en Misiones  rescato que esta situación unió más al sector de la industria de la madera en los reclamos”, sostuvo el presidente de la AMAYADAP, Román Queiroz (Eldorado).

 

La paralización del país por el  COVID-19 trajo en consecuencia una paralización del mercado interno, suspensión de las obras públicas y privadas, y bajas ventas por la caída del consumo de productos de madera y muebles en general, y donde Misiones no fue la excepción. “Toda esta situación afectó fuerte a todos los eslabones de la cadena, no solo a la industria, sino a los productores forestales, a las empresas de servicios, a los proveedores de insumos, además de los PyMEs industrias de aserrado, fábricas de tableros, remanufacturas y productos terminados”, graficó el empresario eldoradense.

 

Por otro lado, mirando el aspecto positivo, rescató que “el gobierno nacional haya llegado a junio retomando la continuidad del espacio institucional de diálogo, reactivando las Mesas Nacionales Sectoriales para la Cadena Foresto-industrial, donde hay más trabajo técnico y menos política, respecto a la anterior”, mencionó en primer lugar. En el gobierno de Cambiemos, se instauró este espacio y en las 8 reuniones logradas en dos años estuvo encabezada por el ex presidente Mauricio Macri.

 

“Otra buena noticia para destacar es que se logró mantener los valores regulares de la exportación, tanto de rollos como de productos, pero desde lo ambiental y forestal no hay mucho más que esto que menciono como aspectos positivos en lo que va del año”, agregó Queiroz, socio de Coama Sud América, fábrica de compensados fenólicos que durante mayo suspendió la producción por una semana por la crisis del mercado nacional en el segmento de la construcción donde se suspendieron los pedidos desde los grandes centros urbanos del país.

 

Para Ronald Vera, de la consultora Foresto-industria (Posadas), lo mejor del semestre fue la demanda creciente de madera que se registra en el mercado externo. Lo peor, la pandemia.

 

Por su parte, Daniel Duran, propietario de la empresa de servicios Selva SA (Eldorado), una buena noticia sería la reciente reactivación de la Mesa Forestal Nacional «como el principal espacio institucional de diálogo y de marcar agenda ante el escenario que se enfrenta en el país», expresó. También mencionó «el aumento de las exportaciones de productos forestales durante este año».

 

Lo peor, el empresario no dudó: «El COVID-19 y la consecuente paralización de la construcción nacional debido a la pandemia que impactó en forma directa en la economía de la cadena foresto-industrial.

 

En tanto, Carlos Berninger, exportador de Carber SRL (Eldorado), consideró que la peor noticia fue el momento en que comunicaron la emergencia sanitaria nacional y, con ello, que se debían suspender las actividades. “La producción para responder a los clientes a fines de marzo está en proceso. Parar 15 días, además del costo que teníamos que asumir al demorar todo el proceso operativo nos llevó más un mes, hasta que logramos volver a encauzarnos.  La madera que estaba en proceso y paró, se manchó. No sirvió para la elaboración de muchos productos forestales, así que todo fue a pérdida económico”, detalló respecto a la experiencia personal que enfrentó ante las medidas de urgencias que debieron adoptarse.

 

Por lo tanto, la buena noticia llegó cuando “se levantó rápido las restricciones para la industria de la madera, que fue declarada como una actividad de servicios básicos esenciales y quedaba exceptuada del decreto nacional. Poder seguir trabajando fue la mejor noticia”, dijo.

 

Guillermo Fachinello, presidente de la APICOFOM (Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y NE de Corrientes) y vocero en la Mesa Forestal Nacional por el rubro Construcción con Madera, realizó un balance más extenso sobre lo vivido estos casi seis meses del año. “La verdad, cuesta un poco salir de las peores noticias de este año, no es sencillo. De igual forma, creo que la pandemia nos dejó como cámara empresaria algo muy positivo, que es el haber potenciado la asociatividad entre las PyMEs, incrementó la unión para consensuar los reclamos más urgentes -y en forma conjunta- ante las autoridades provinciales frente a una etapa muy difícil para todos, donde la salud y la economía están en riesgo en el mismo nivel de importancia”, expresó.

 

Con este panorama, el empresario consideró a la pandemia por COVID-19 como lo más negativo del semestre. “Es la peor noticia que pudimos haber recibido, que no era esperada y que nada podemos hacer más que responder a lo que el Estado Nacional y el Gobierno Provincial indique, y ajustarnos a ellos para salir lo antes posible de todo esto.

 

Desde la visión de la empresaria Silvina Oliva, directora de Valerio Oliva Forestal (Garupá), la mejor noticia para el sector fueron las capacitaciones que va a estar brindadas APICOFOM a partir de junio sobre construcción con madera. En tanto, en lo personal para su empresa, “el poder volver a trabajar a unas semanas de haber empezado la cuarentena fue un alivio, que lo tomamos como una buena noticia”, dijo.

 

Coincidiendo con sus colegas, la pandemia y todas las consecuencias que trajo acarreado, desde la debacle financiera, la retracción del mercado mundial, la inseguridad general, y una gran, gran incertidumbre, fue la peor noticia de estos meses.

De igual forma, Silvina se caracteriza por ser optimista y no tiene dudas que en este contexto de crisis “surgirán las nuevas oportunidades, habrá que estar atentos a ellas”.

 

 

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Los pequeños productores forestales «no existen»

En la opinión de Jorge Pujato, de AFOME (Asociación Forestal Mesopotámica), o Manfredo Seifert, de la Cooperativa Agrícola Mixta de Monte Carlo Ltda, el primer semestre de 2020 no acompañó con “ninguna” buena noticia al sector primario. Y el principal reclamo es que no son considerados frente a la paralización de la promoción forestal ni desde el orden nacional ni provincial.

En este sentido, Seifert indicó que “la peor noticia para los productores es llegar a junio sin la designación oficial de un director nacional de Desarrollo Foresto-industrial en el gobierno nacional”, expresó.

 

Si bien en actividades ya se encuentra el ingeniero Daniel Maradei en la función “extraoficialmente”, lleva adelante una agenda de emergencia en estos meses de pandemia por coronavirus, acompañando al gobierno nacional y participando de reuniones virtuales.

 

Sin embargo, el técnico de la cooperativa de Montecarlo consideró que esta situación de no formalizar su designación a 6 meses de asumir el gobierno de Alberto Fernandez impide avances importantes en la búsqueda de soluciones para los productores. “Con este escenario existen riesgos que los pagos de planes forestales este año no se concreten, y posiblemente se pierda el financiamiento del Seguro Verde”, advirtió Seifert.

 

Se estima que quedaron “dando vuelta” en el circuito administrativo nacional unos 120 millones de pesos a nivel país que debían destinarse al pago de la deuda del incentivo forestal de la Ley 25.080, “pero que aún no se concretaron pagos este año. Para Misiones quedaron pendientes de pago planes por 270 millones de pesos en caja. Y qué bien vendría que destinen ese dinero al productor forestal en esta época de pandemia”, expresó el profesional técnico.

 

 

En tanto, para el ingeniero forestal Jorge Pujato, mucho más crítico y totalmente desesperanzado desde hace tiempo con la actividad como alternativa para los más pequeños, sostuvo que no hay ninguna buena noticia ambiental ni forestal para rescatar. “La peor noticia fue la partida física del ingeniero Alejandro Larguía con solo 79 años, aunque sabíamos que hacía varios años que por razones de salud no actuaba en el sector, es lamentable”, expresó.

 

En temas de actualidad, mencionó entre las peores noticias la intención del gobierno nacional de apropiarse de la empresa Vicentín, en Santa Fe. “Estas son las cosas que terminan con cualquier sueño, ya utópico a esta altura, de instalar una nueva planta de celulosa en Corrientes, por ejemplo”, respondió Pujato, en el sentido de que son señales del país que “alejan a los inversores”.

 

Desde su percepción, el sector forestal “no existe” en la agenda del gobierno nacional ni para el gobierno de Misiones. “En Entre Ríos le dan más atención al desarrollo foresto-industrial. En Corrientes, al ser un gobernador de la oposición –por ser de Cambiemos- perdió peso en el ámbito nacional, por lo tanto no se logró que el sector forestal tenga mayor representatividad en lo que va del semestre de 2020”, opinó el vocero de AFOME.

 

Rubén Costas, académico y productor foresto-ganadero (Eldorado), reflexionó desde lo ambiental que en estos meses de cuarentena, lo positivo fue “que la vida silvestre tuvo un alivio por menos gente y maquinas trabajando”. En tanto, respecto a lo negativo nuevamente mencionó a la pandemia por COVID-19 y la cuarentena excesiva aplicada. «Esto terminó por aplastar a la actividad forestal, que ya estaba complicada en los últimos años», concluyó.

 

 

Desde el sector sindical, el secretario general del SOIME, Domingo Paiva, indicó que  el “haber reiniciado las actividades luego de las dificultades por la pandemia fue la mejor noticia para los trabajadores. Si hay que mencionar la peor noticia, es que nuevamente como trabajadores perdimos poder adquisitivo este semestre. Como explicamos en entrevistas anteriores, en cualquier crisis la variable de ajuste el trabajador, ya sea sanitaria, inflación, económica, siempre se golpea  al trabajador de la industria de la madera y su familia”, sostuvo el gremialista.

 

En la opinión del ingeniero Hugo Fassola, del INTA, lo mejor del semestre fue el haber logrado mantener las exportaciones del sector, en rollos, maderas y carbón, entre otras tradicionales como la producción de pasta celulósica y manufacturas, dijo. La peor, el COVID-19. “Por coronavirus tenemos los principales mercados domésticos casi parados. Y aun no hay vacuna para el virus, lo que nos enfrenta a una incertidumbre futura”, remarcó.

 

 

En tanto, en la opinión del vicedecano de la FCF-UNaM, Diego Broz, es difícil encontrar “la mejor noticia” del semestre. Pero rescató que la pandemia mejoró sustancialmente la vinculación sectorial.  “Esta situación ayudó a la vinculación entre los actores, volviéndose más fluida y, me animaría a decir, más participativa.  Antes, no se podía viajar a todos los eventos, seminarios, talleres, pero en los tiempos de la pandemia y con la ayuda de las tecnologías se pudo participar en la mayoría en forma virtual. Además, la virtualizacion permitió que todos se puedan capacitar y ver lo que hace el otro, desde el lugar donde se encuentre”, valoró el académico.

 

Broz identificó como la peor noticia en el sector «el incendio del aserradero TAEDA SA, en Montecarlo, donde se perdió la totalidad de la producción.

 

Para el académico Miguel López, ex decano de la FCF-UNaM y docente de Economía Forestal, el semestre fue crítico, pero el sector logró el reconocimiento de la actividad como esencial para los servicios que demanda la sociedad. «Esto permitió dar visibilidad a lo que produce y cómo lo produce, y la importancia del sector para la sociedad», recalcó.

 

Lo peor, hasta el momento, fue el crítico escenario que se vive por la pandemia por coronavirus y que develó la falta de tecnología adecuada que permita mayor productividad a la industria forestal, para el desarrollo del propio sector. Por otra parte, el empleo no registrado en el sector fue otro aspecto que la pandemia dio visibilidad.

 

De la valoración por la biodiversidad a la preocupación por el apeo de árboles centenarios

 

Jorge Escalante, consultor ambiental, reflexionó sobre lo que fue el semestre del año y consideró que la mejor noticia ambiental de este año es el reconocimiento de Misiones, como ejemplo en la región en políticas de conservación de sus recursos naturales, de sus bosques nativos, parques provinciales, corredores biológicos y biodiversidad. «Este reconocimiento global afloró más en el marco del Día Mundial del Ambiente el 5 de junio, con todas las actividades en que especialistas daban cuenta de esta realidad», expresó.

 

En tanto, respecto a la peor de las noticias de este año, mencionó a la extracción ilegal de árboles nativos como fue el centenario Palo Rosa en Andresito, algunas araucarias o la quema de la grapia milenaria en la zona centro. «Preocupa los desmontes no autorizados de ejemplares que se tumbaron. Aún falta trabajar en conciencia ciudadana, a pesar de que tenemos leyes vigentes que protegen la naturaleza, el no poder evitar la tala indiscriminada, ilegal, pega en forma negativa y como las peores noticias”, consideró Escalante.

 

Por su parte, Romario Dohmann, director de Cambio Climático y Eficiencia Energética en Municipalidad de Posadas, consideró que si bien era difícil responder, a diferencia de la mayoría de los consultados, encuentra más noticias positivas que negativas. En Misiones, destacó la inédita experiencia de cogestión entre el gobierno de Misiones y la Nación en un Área Natural Protegida como el Campo San Juan, que se encamina a ser el primer «Parque  Natural Federal”.

 

Y como lamentables noticias, también mencionó el apeo ilegal de árboles nativos, en este caso, cuando se avanza en territorio de comunidades indígenas Mbya Guarani. «Se dan situaciones en algunas comunidades, sin autorización, pero en otras con aprobación a propietarios desde Ecología. Estoy acompañando a una fundación que trabaja con una comunidad indígena que no quiere más desmontes en su territorio. Es una situación que apena y angustia mucho, compleja y de difícil solución que se resuelva a favor de las comunidades. Habrá que fortalecer el diálogo ambiental”,  sostuvo Dohmann,

 

En tanto, Mariano Marczeswki, director de Bosques del Ministerio de Ecología, destacó el instrumento de control forestal SACVeFOR como sistema de guías digitales y trazabilidad de documentos y productos forestales: «Esta es para mí la mejor noticia del semestre de 2020». El funcionario fue el promotor y coordinador del sistema, desde el organismo, con un equipo de trabajo que desde hace tres años iniciaron el proceso hasta que se puso en marcha a partir de junio en todo el territorio provincial.

 

La peor noticia para el funcionario ocurrió en el Amazonas, Brasil, pero impacta en la región. «La degradación de los bosques nos impacta como ecorregión, con todo lo que esta ocurriendo por la escasez de lluvias, la bajante del río y otros efectos climáticos. Ese pulmón de captación de agua para la región y todo lo que implica este pulmón verde que es la Amazonas para los países de Sudámerica es clave. Es preocupante lo que ocurre», dijo.

 

Finalmente, entre las novedades ambientales, Ernesto Krauczuk agregó que la mejor noticia científica es la disponibilidad de una lista de flora vascular de Misiones realizada por Hector Keller y otros investigadores del CONICET. «Es un trabajo que contiene listas de especies amenazadas y cantidades de especies para la provincia de manera actualizada. Con esto se cubre años de vacíos de información que ahora estará disponible y próximanente publicado», dijo el guardaparque de PP Península y naturalista.

 

“La mejor noticia fue  el nombramiento de un nuevo Ministro de Ecología y RNR porque tiene que ver con una  búsqueda de una gestión diferente de los bienes comunes, en parte lo que pide la sociedad, las ONGs y los trabajadores de las Áreas Naturales Protegidas de Misiones. La gestión de los últimos años del organismo se podría decir que fue poco comprometida con la gestión moderna de los bienes comunes de los misioneros”, expresaron los delegados gremiales en ATE, el guardaparque Javier Baez y Claudio Cardozo. 

 

Más de cien guardaparques en la provincia, son agentes de protección de las ANPs. Consideraron como una noticia negativa que «durante la pandemia por coronavirus no fueran asignados como personal esencial. Y desde marzo la actividad se redujo a guardias extraordinarias. “Fue una omisión el considerarnos personal no esencial en el marco de la gestión actual y al ser alcanzados por la feria administrativa. El significado de ser el personal de Guardaparques como un trabajador no esencial en este contexto, afecta el Art. 41 de la Constitución Nacional al dejar el Estado de ser el garante del Derecho a un ambiente sano. Las ANPs no pueden quedar, justamente, desprotegidas. Es difícil creer esta decisión que se tomó, entendemos es por falta de conocimiento», explicó Baez.

 

Consideró que «sea la razón que fuere, las autoridades provinciales no han considerado necesario o esencial el resguardo de las ANPs con bosques de alta prioridad para la conservación durante el periodo de aislamiento social. Es algo que se debería revisar. De igual forma, el trabajo esencial fue hecho por los trabajadores guardaparques que no se han resignado a ser «invisibilizados» por un decreto o documento incompleto, y de la manera que podían realizaban guardias y recorridas estos meses, más que nada por responsabilidad”, relató el guardaparque.

 

 

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

 

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