A 38 años de la rendición de Argentina en la Guerra de Malvinas

Un día como hoy pero de 1982, a las 21.00 horas en Puerto Argentino, el gobernador militar de las islas Malvinas, Mario Menéndez, se rindió ante el General Jeremy Moore y finalizó el conflicto bélico con Gran Bretaña, que duró 74 días y dejó como saldo 649 soldados argentinos muertos.

 

Hace 38 años cesaron los disparos. Cada 14 de junio se conmemora el día de la rendición ante las fuerzas británicas y el fin de la Guerra de Malvinas, el conflicto bélico que comenzó el 2 de abril de 1982, y que duró 74 días, dejó como saldo 649 muertos argentinos y 255 británicos.

Los ingleses en nuestro Puerto Argentino recuerdan esta fecha como la que marca que “ganaron la guerra” y levantaron en la larga avenida costanera que va de punta a punta del poblado insular, justo en el medio, frente a la parte más poblada, un monumento que recuerda la fecha y en el que rinden honor año a año, un día como hoy, a los militares y civiles ingleses muertos en la contienda.

La guerra fue uno de los últimos estertores de la dictadura cívico-militar, que comenzó cuando el Gobierno de facto argentino ordenó el desembarco militar en el archipiélago. A Puerto Argentino (Puerto Stanley, para los británicos) y la Isla Soledad (oeste de las islas) arribaron 5.000 efectivos de las Fuerzas Armadas argentinas.

Fue el represor Mario Benjamín Menéndez, quien había sido designado gobernador de las Malvinas por el gobierno militar, quien ese día firmó en un acta la rendición incondicional de las tropas argentinas y con esto puso punto final al conflicto bélico.

Tras retirarse de la guerra, Argentina quedó devastada: siete años de dictadura regidas por cinco juntas militares, una gran presión internacional, demanda popular de las familias de los fallecidos en Malvinas, desaparecidos políticos y desgaste generalizado. Sumado a esto, con la rendición del 14 de junio vino la crítica feroz a los militares.

El escenario desolador tuvo, sin embargo, una pizca de beneficio: el 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín asumió como presidente constitucional de la Argentina y la población se agolpó en Plaza de Mayo para festejar el regreso de la democracia y demandar justicia.

Fue recién en esos años que los combatientes en Malvinas comenzaron a ganar el reconocimiento de los argentinos. Debiendo ser recordados junto a todas las víctimas de una década violenta y extraviada, en la que no hubo nadie que no compartiera la responsabilidad, al menos en una pequeña medida.

Aunque hayan pasado tantos años de aquel momento, el reclamo territorial sigue abierto y Argentina no cesó nunca en su reclamo de soberanía sobre las islas, cuyos habitantes insisten en que quieren permanecer como súbditos británicos.

 

Fuente: Perfil.

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