Cuarentena y ficción: “No creo que sea posible cambiar un beso por un silencio” sostiene Marisa Hassan, productora al frente de la Federación Audiovisual Argentina (FAVA)

“Pensar ahora en que un guion ya escrito, con una historia que se desarrolla en ámbito ‘normal’ va a continuar igual es un error, no creo que sea posible cambiar un beso por un silencio” sostiene Marisa Hassan, productora al frente de la Red de Realizadores Audiovisuales de Misiones y  presidenta de la Federación Audiovisual Argentina (FAVA) sobre la continuidad de un trabajo que tiene sus particularidades pero al que consideran “prioritario, principalmente en este contexto de encierro”.

 

Consultada sobre cómo seguir contando historias de gente que se encuentra, mates de por medio -o tereré-, manos y cuerpos que se tocan, cuerpos que intercambian fluidos, Hassan se manifestó en iguales términos a otros realizadores que a nivel nacional o internacional se plantean el regreso de la ficción en tiempos de pandemia.

Sobre el otro extremo, el de contar y grabar escenas con personajes envueltos en trajes tipo astronautas o que “se besen con la mirada” como se plantea por ejemplo en el regreso a las grabaciones en España, Marisa sostiene: “Tampoco creo que de aquí en más se van a contar historias que tengan que ver con la distancia entre la gente. Esta nueva realidad que nos toca nos plantea desafíos y debates muy profundos… muy profundos en varios aspectos. Yo soy productora y puedo hablar desde la producción. Las cuestiones que nos preocupan terriblemente: los presupuestos que se disparan enormemente al intentar llevar los protocolos a la práctica, no solo por los insumos que hay que comprar (barbijos, tapabocas, alcohol, etc), pero todo el esquema del diseño de producción cambia radicalmente cuando pensamos en concepto de cuarentena: la idea de transporte, el uso del transporte público, el tema de la distancia… Cambia la lógica de producción y hace y va a exigir ajustes una vez que esto se dinamice y se ponga en práctica nuestro protocolo. Tanto el de FAVA como el de la Red de Realizadores que lo toma y hace su presentación al Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAVIM) plantean un retorno progresivo, con equipos más pequeños al comienzo y con monitoreos constantes para ver cómo evolucionamos a equipos más grandes”, explica la realizadora y en su exposición plantea ya algunos otros aspectos, más allá de la ficción de la que disfrutan los espectadores: temas laborales, contractuales, sanitarios, económicos.

 

Nuevas normas… nuevos riesgos

“Cambia la dinámica y la lógica que uno tiene incorporado para hacer desde un diseño de producción al plan de rodaje o de grabación, con todas las cuestiones que hay que tener en cuenta. Y después está lo más profundo de lo profundo: esto de correr el riesgo, de más allá de que en el protocolo esté establecido que cada trabajador o trabajadora firma su consentimiento para ser parte de un equipo y de asumir el riesgo, hay que ver hasta dónde lo asumimos ante la posibilidad de contagio en un set de filmación… y lo que eso implica, de poner en cuarentena a un equipo completo. Y si vamos al extremo de lo que pueda pasar con este virus y se da una situación extrema de fallecimiento de alguien en el equipo. Esos son temas de debates profundos a la hora de definir el protocolo, que están y nos inquietan. Asumir un riesgo de tamañas características es duro, desde lo conceptual y desde lo económico”, arriesga Marisa Hassan, profunda conocedora de la temática en el país.

 

Y agrega, completando la información que Misiones Online difundió este jueves, sobre la presentación de un modelo de protocolo que la Red de Realizadores y FAVA presentaron ante el IAAVIM: “Son todos aspectos que no escapan de nuestra mirada, nuestra visión, nuestra problemática, pero queremos estar preparados, queremos estar resguardados por un protocolo escrito e iremos viendo en el proceso si funciona, si hay que modificarlo. Lo entendemos como un protocolo dinámico, porque si vemos que el sindicato de actores saca un nuevo protocolo que tenga que ver con los actores y actrices en escena o que tienen que ver con el guion… Son aspectos que no son simples, pero los estamos debatiendo y poniendo en papel y seguramente vamos a avanzar a prueba y error, sin olvidar que un error puede implicar mucho, tanto como la salud o la muerte”.

 

A partir de estos debates surgió cómo hacer un protocolo. “Lo armamos a partir de una base de datos de todos los modelos que estaban circulando en distintas partes del mundo o del país, y dijimos cómo pensar desde la FAVA un protocolo básico que sea una herramienta para las organizaciones de las provincias que aún no tienen pensado este esquema y se lo puedan apropiar, adecuarlos a sus particularidades y sacar sus propios protocolos”.

 

La palabra del creador

Socio fundador de “Detrás del Sol Producciones”, guionista, director y productor audiovisual, el rosarino con raíces profundas en la Tierra Colorada, Gastón Gularte, reflexionó sobre “la nueva realidad” o “nueva normalidad” que le toca vivir al área donde se destaca.

“Estamos ante un tiempo que exige una nueva mirada, este contexto de pandemia nos genera planteos y nos llevó a trabajar en conjunto con FAVA (Federación Audiovisual Argentina) en un protocolo sanitario para el retorno gradual a la actividad audiovisual”.

“Nos preguntamos, ¿modificaremos nuestros guiones de ficción para evitar abrazos y besos?, ¿escribiremos guiones en contextos más seguros? Son preguntas complejas que las iremos resolviendo. Claro está que seguiremos haciendo ficción, le buscaremos la vuelta para que nuestros contenidos sigan las líneas narrativas que pretendemos, cuidándonos, cuidando a técnicos y actores, cuidando a entrevistados y a quienes registramos con nuestras cámaras, hay formas para ello”.

“Las historias que queremos contar, las contaremos en ficción, documentales, no ficción, etc. será más complejo y aumentarán los costos; igual lo haremos, porque está en nuestra pasión hacerlo, porque es nuestro trabajo y vivimos de ello. Somos aproximadamente 22 mil familias en el país que viven del audiovisual. Al futuro y al presente los construimos desde nuestros colectivos y asociaciones provinciales, federaciones nacionales, buscando estrategias comunes. Generando desde la Red de Realizadores propuestas en lo provincial al IAAviM (Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones), y en lo nacional través de FAVA al INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales). Siempre con el compromiso de nuestros contenidos. Nuestras historias.  Cuando surgen desafíos estamos más juntos.  La nueva realidad tiene que ser más federal y con paridad de género. La salida es colectiva”, sostiene quien en 2019 estrenó su película “Cara Sucia, con la magia de la naturaleza”, la primera que se realiza en Misiones y combina live action con animación.

 

Desde Montevideo, Uruguay, Gustavo Carbonell,  realizador con larga trayectoria en Misiones, Colombia y el país vecino, aporta a la incertidumbre: «Como en todo, va a ser muy distinto…Pero hasta que no esté inmunizada la humanidad toda, tampoco creo que vayan a aparecer personajes en trajes de astronautas o que no haya escenas sin acercamiento…no se puede pensar en ese tipo de producciones. Nos deja perplejos y preocupados, pero confiantes en que vamos a encontrar la forma de salir, entre todos».

 

 

Sobre la Red de Realizadores y FAVA

Sobre la organización que preside a nivel nacional, Hassan explicó que la Federación Audiovisual Argentina (FAVA) está constituida por 34 organizaciones de 21 provincias de Argentina. Surgió a partir de “la inquietud de compañeros y compañeras entre los que me incluyo -dice-, que confluíamos en los diferentes espacios a nivel nacional de encuentros, mercados, festivales; siempre con las mismas inquietudes, problemáticas y expectativas, y eso nos aglutinaba como sector. Necesitábamos como provincias tener una incidencia real en las definiciones de políticas públicas nacionales que nos terminan afectando a todos y a todas”.

Después de cinco encuentros en cinco provincias distintas, confluyeron “con mucha fuerza y una representatividad federal real”, afirma para diferenciar a FAVA de “muchas organizaciones que se dicen nacionales pero que no tienen el anclaje territorial real y la FAVA sí lo tiene porque tiene organizaciones en casi todas las provincias. Los que somos parte tenemos a través del celular y de los canales virtuales que se generan y se profundizan mucho más ahora, con la pandemia, el mapeo real de la situación en cada una de las provincias, y eso no es un dato menor para las definiciones de las políticas públicas a nivel nacional. Sabemos los niveles de desarrollo de la actividad en cada provincias, los marcos normativos, sabemos qué provincias tienen leyes, cuáles están en camino de tener un marco normativo, quiénes están más desamparados…Y en ese sentido y con esa mirada estratégica tratamos de acompañar esos procesos también; desde Misiones que fue pionera en gestar una ley desde el sector audiovisual, traccionarla y a partir de esa ley tener hoy el instituto que hoy tenemos (IAAVIM), una política pública provincial que piense en el fomento de la actividad audiovisual no es menor”.

 

Finalmente y a pesar de reconocer que como todos, los realizadores y todo el mundo que los constituye como sector entraron en el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio “desprevenidos”, Marisa se aferra a “ver lo positivo” que se se encuentra en “cómo este contexto  contribuyó para apropiarnos férreamente de las herramientas virtuales, cómo nos ayudó a los espacios de confluencia colectiva y distante, a solidificar, fortalecer y apurar procesos de consolidación porque estamos con el tiempo disponible, entendiendo que podemos hacer reuniones una vez por semana o cada diez días”.

 

Fue en estos espacios de aislamientos donde se encontraron con preguntas como si son parte de las prioridades o no. “Y esto también nos lleva a ver cómo entre todos y todas pensamos la salida a esta situación y se dieron charlas muy profundas sobre la complejidad misma de la actividad. Primero, de decir no somos prioridad, nuestra actividad no es prioritaria para el esquema de pensamiento de lo cotidiano, del día a día donde la salud, la comida, la educación son lo prioritario. Pero si nos corremos un milímetro nomás y vemos cómo la actividad, cómo los contenidos audiovisuales ayudaron a las personas en todo el mundo a sobrellevar el contexto de encierro, al punto de que las plataformas flexibilizaron el acceso a sus contenidos, la FAVA puso a disposición un listado de enlaces que películas que están liberadas para poder ver… Ahí es donde nos preguntamos ¿realmente en este contexto, no es una actividad prioritaria? Y la respuesta es que sí, que creemos que sí… que más allá de ser una actividad prioritaria, hay todo un sector parado como pasa en todos los otros rubros. Entonces, desde el sector estamos trabajando en que se entienda lo prioritario de nuestra actividad, de lo prioritario de ponernos en marcha desde la sensatez del entendimiento del contexto en el que estamos. En esos procesos estuvimos y estamos y fue un proceso muy interesante”.

 

PP/ZF

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