Se trata de la empresa familiar Mazter Industrial Maderil que tiene 47 años de vida y cuenta con 30 trabajadores de la Colonia Tarumá que construyen terciados y placas fenólicas. Con aportes del gobierno provincial y la municipalidad de Caraguatay, los obreros cobrarán la deuda y desde el martes reabrirán las puertas de la fábrica.
La complicada situación financiera que arrastraba Mazter Industrial Maderil antes de la pandemia, se agravó considerablemente con el parate por el aislamiento y provocó el reclamo de unas 30 familias del paraje Tarumá, municipio de Caraguatay, quienes sufrieron retrasos salariales que derivó en un cierre temporal de la fábrica de la familia Mazlumián. Tras diferentes gestiones del intendente Ricardo Waidelich y la ministra de Trabajo de la provincia Silvana Giménez, se confirmó que el próximo martes la empresa reabrirá sus puertas para continuar con la producción de terciados y fenólicos para el mercado nacional de la construcción.
El conflicto se destrabó a partir de un convenio suscripto entre el Ministerio de Trabajo, el jefe comunal, representantes gremiales, encabezados por Domingo Paiva del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera y Verónica Mazlumián, presidenta de Mazter, quienes podrán saldar la deuda con los trabajadores y reactivar la maderera. El dinero para los trabajadores llega a partir de aportes del gobierno provincial y municipal y también mediante gestiones que encabezó Giménez ante Nación, para que la empresa acceda a la Asistencia de Emergencia de Trabajo y la Producción (ATP).
“Estamos asegurando la continuidad laboral de 30 familias gracias a un compromiso claro del intendente y de la decisión política del gobernador Oscar Herrera Ahuad”, consideró la ministra de Trabajo, Silvana Giménez. Recordó que la empresa Mazter “venía complicada financieramente y desde principios de marzo suspendió sus actividades. El atraso salarial era importante y a partir de ahora los trabajadores van a estar al día”
Por su parte Verónica Mazlumián admitió que el convenio “es un paso importantísimo para reactivar la empresa y poder sobrellevar la crisis”, mientras que Domingo Paiva, secretario general de SOIME destacó el acuerdo, “porque la provincia nunca nos dijo que no, que no nos iba a ayudar, había que tener paciencia”.
DG
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