¿Por qué se celebra hoy el Día de la Ingeniería Argentina?

El Día de la Ingeniería en la Argentina se celebra cada 6 de junio en conmemoración al «nacimiento de la ingeniería en Argentina».

 

Desde el 6 de junio de 1895, se celebra el Día de la Ingeniería en la Argentina. La fecha fue elegida con motivo de cumplirse 25 años del primer egresado del Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires: Luis Augusto Huergo.

 

De hecho, en 1870, Huergo se convirtió en el primer ingeniero civil en el país y el de mayor edad entre sus compañeros. En consecuencia, 25 años más tarde, el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) acordó establecer el 6 de junio como el nacimiento de la ingeniería en Argentina.

 

En rigor, la carrera se inició en 1866. En aquel entonces, el Departamento de Exactas tenía 13 inscriptos: Valentín Balbín, Santiago Brian, Adolfo Büttner, Jorge Coquet, Francisco Lavalle, Carlos Olivera, Matías Sánchez, Luis Silveyra, Miguel Sorondo, Zacarías Tapia, Guillermo Villanueva , Guillermo White y Luis A. Huergo, a quienes se los conocía como «Los doce apóstoles de la ingeniería».

 

Desde entonces, cientos de miles de estudiantes egresaron de la carrera en las sendas universidades de todo el país.

 

Según los últimos datos del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI), en 2018 egresaron 9.239 ingenieros. Un número bastante inferior al de los egresados de otras disciplinas. En las carreras de sociales, abogacía y psicología egresan casi 34.000 alumnos por año. Prejuicios ante lo que se percibe como una carrera muy exigente, dificultad para sostener la cursada en el tiempo y otros motivos están detrás de esta marcada diferencia, según analizaron diferentes expertos.

 

La primera argentina en recibirse de ingeniera fue Elisa Beatriz Bachofen; y no sólo fue pionera en el país, sino también en toda América del Sur.

 

Las mujeres en ingeniería

 

Las mujeres son minoría en ingeniería. Los números son contundentes al respecto: de los 9239 egresados registrados en 2018, apenas un 24,4% son mujeres. Y este es un patrón que se repite hace años.

 

“Hace 23 años, desde que inicié mi formación como Ingeniera Electrónica, soy parte de una minoría en la actividad. Esto no ha cambiado. Tenemos el primer baldazo de disparidades en la universidad, a la que ingresamos, en varios casos, sin mucha fe por parte de nuestro entorno cercano”, cuenta la ingeniera Laura Sánchez. Y añade: “Si somos pocas en el aula, somos menos en las fábricas u oficinas y contadas con los dedos o nulas en puestos jerárquicos. Lejos de tener una mirada fatalista, se hace evidente la necesidad de cambios en lo concreto, que no puede partir únicamente de políticas inclusivas por parte de los empleadores: políticas que mayormente no avanzan de una postulación porque carecen de una base anterior que las sustenten”.

 

La ingeniera hace alusión a los estereotipos que se reproducen desde la primera infancia y que parten desde la elección de los primeros juegos hasta los referentes que se instalan socialmente como modelos a seguir. En este sentido, un primer cambio fundamental para propiciar mayor interés en la ingenierías en general así como en otras ciencias duras sea el de otorgarle mayor presencia en los medios, los cuentos, las películas y todas las formas de relato a las mujeres destacadas en estas disciplinas.

 

En sintonía con esta lógica, desde el Consejo de Decanos de Ingeniería Argentina (CONFEDI) y el Latin American and Caribbean Cosortium of Engineering Institutions (LACCEI), editaron el libroMatilda y las Mujeres en Ingeniería en América Latina. El texto busca homenajear y darle visibilidad a aquellas mujeres pioneras de esta actividad en la Argentina y en la región. Es la segunda parte de un primer libro que se publicó el 8 de marzo.

 

Matilda y las mujeres en ingeniería en América Latina parte 2

 

En esta publicación se reúne a 44 autoras y autores de 10 países que hicieron su aporte a través de 39 artículos, 19 de los cuales corresponden a la Argentina. Entre ellos, se destaca el de Marina Rosso Siverino, vicepresidenta del Departamento Técnico del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), quien la temática “Desafíos nuevos y recurrentes para las mujeres de la ingeniería”.

 

La idea del libro es desandar los estereotipos que limitan el acceso o interés a las ciencias duras por parte de las niñas. En este sentido, se busca incentivar a las jóvenes a estudiar ingeniería o al menos poder acercarse sin prejuicios limitantes para elegir, libremente, este camino si así lo desean.

 

“Los libros de Matilda pretenden contrarrestar ese fenómeno. Son parte de las acciones de la Comisión de Mujeres en Ingeniería de CONFEDI para promover la vocación por la ingeniería en niñas, niños, adolescentes y mujeres y la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres en el campo de la ingeniería”, expresaron desde la institución.

 

Matilda y las Mujeres en Ingeniería en América Latina puede descargarse en forma gratuita desde www.confedi.org.ar/matilda

 

 

 

Fuente: infobae y La Nación.

 

A.C.

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