Ni Una Menos: el quinto aniversario de la marcha que revolucionó al feminismo argentino se vivió en la redes y en Posadas con una movilización

En el contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio, en todo el territorio nacional se realizaron distintas actividades, sobre todo virtuales, para recordar la consigna que hace cinco años convocó a multitudes en las calles: “Ni Una Menos”, marcha y movilización organizada para repudiar el femicidio de una adolescente de 14 años en Rufino, Santa Fe y se transformó en una verdadera revolución social.

Florencia González-Red Ciudadana

 

En Posadas, mujeres agrupadas en distintos colectivos y guardando las medidas de prevención necesarias y obligadas se manifestaron frente a la Casa de Gobierno, con carteles que sintetizaron en palabras algunas de las temáticas que más preocupan por estos días. Entre los más graves y acuciantes, señalaron el número de mujeres que durante lo que va de la cuarentena ya fueron víctimas de femicidio o de violencia doméstica.

 

Al respecto y en ocasión de la fecha que se convirtió en sinónimo de lucha contra el sistema en general y contra los modelos patriarcales de dominación en varios ámbitos de la actividad pública en particular, Laura Florencia González, abogada y militante feminista recordó en diálogo con Red Ciudadana a Chiara Páez, la adolescente embarazada de 14 años asesinada por su novio en Rufino (provincia de Santa Fe), generó una fuerte conmoción en la opinión pública.

 

“Ni Una Menos fue una marcha que revolucionó al movimiento feminista, fue una bisagra en la historia del feminismo y en la historia de nuestro país”, dijo la letrada que destacó como un largo y complicado proceso la deconstrucción social y cultural que permitiría cambiar los modelos que segregan a la mujer en muchos aspectos.

 

Sobre la marcha que tuvo sus versiones multitudinarias y masivas en las calles de todo el país, González se lamentó que en esta oportunidad no se pudo repetir esa experiencia debido a la cuarentena, pero dijo que el camino andado logró visibilizar en gran medida la problemática en todos los ámbitos.

 

“La violencia fue el único delito que en la cuarentena, en lugar de disminuir, se agravó” dijo, respecto del más de un centenar de mujeres asesinadas en lo que va del aislamiento en el país y otras miles que denunciaron violencia doméstica.

 

“Este gran movimiento que creció y no va a parar, logró instalar con fuerza la agenda de género y visualizar más la retórica del feminismo. A partir de ese momento, las mujeres nos reconocimos como sujetos colectivos”, dijo la abogada, quien además consideró que a partir de entonces la perspectiva de género se incorporó a la agenda política, necesaria para que se produzcan verdaderos cambios en la sociedad y en la cultura.

 

Sobre la deconstrucción de los valores que imperan y definen la forma de tratar el feminismo y los temas relacionados, González consideró que es en un “largo proceso, no ocurre de un día para otro” y citó a los medios y al Poder Judicial como los ámbitos por excelencia donde es más difícil incorporar la visión desde una perspectiva de respeto al género.

 

Los orígenes del «Ni Una Menos»

El 10 de marzo de 2015, el hallazgo del cuerpo sin vida de Chiara Páez, la adolescente embarazada de 14 años asesinada por su novio en Rufino había generado una fuerte conmoción en la opinión pública.

 

Por ese femicidio un grupo de mujeres periodistas y artistas convocaron a una maratón de lectura que se llevó a cabo el 26 de marzo de 2015 contra el femicidio en la Plaza Boris Spivacow, en Buenos Aires.

 

Sin embargo, la aparición sin vida del cuerpo de Chiara fue la chispa que encendió la hoguera: el mismo grupo de activistas lanzó una convocatoria para el 3 de junio en la plaza del Congreso, que rápidamente se viralizó en redes sociales y desbordó cualquier previsión.

 

Una importante cantidad de personalidades del arte, de la cultura, del espectáculo, del deporte, del periodismo, del movimiento de Derechos Humanos y de la política adhirieron a la convocatoria y contribuyeron a darle más volumen, a tal punto que el 3 de junio no solamente hubo una concentración en la Capital con un estimado de 300.000 personas, sino que la marea se desparramó por todo el país y hubo réplicas en 80 ciudades.

 

A partir de ese hito histórico, el movimiento de mujeres organizó convocatorias similares en cada aniversario del 3 de junio, las cuales fueron incorporando nuevas demandas como el reclamo enmarcado en la Campaña por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito, o la denuncia por la brecha salarial, que poco a poco fue completando la identidad feminista de las movilizaciones.

 

El «Ni una Menos» en Argentina inspiró a las organizaciones feministas de otros países de América Latina como Chile, México, Perú y Uruguay que tomaron el modelo y llevaron a las calles el mismo reclamo contra la violencia machista y los femicidios.

 

ZF

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