Coronacrisis: Misiones con un panorama económico de crisis menos complicado que sus vecinas del Nordeste Argentino

“Dentro de la crisis que atraviesa el país, en la región del NEA, aun con todas las limitaciones que tiene y con todos los problemas que acarrea, Misiones es una de las provincias que está mejor posicionada para combatir esta crisis y salir con un poquito de aire en los pulmones de este proceso de reactivación, una vez que finalice la situación sanitaria”, afirmó Alejandro Pegoraro, dueño de la consultora chaqueña Politikon.

Alejandro Pegoraro-FM Santa María de las Misiones

 

El politólogo compartió esta conclusión que surge de un análisis en base sobre datos económicos relevados en los meses de cuarentena en toda la región del Nordeste Argentino (NEA); estudio del cual Misiones se destaca en casi todos los niveles en términos comparativos con sus hermanas provincias de Corrientes, Chaco y Formosa.

 

“La situación es de una crisis sin precedentes, ronda lo catastrófico en algunos sectores, sin ánimo de ser apocalíptico”, comienza diciendo Pegoraro en diálogo con FM Santa María de las Misiones y agrega: “La realidad es que no hay actividad económica que no haya sido derrumbada por esta crisis, por esta pandemia; no hay variable económica alguna que podamos hacer un relevamiento, que no se haya visto afectada”.

 

Inmediatamente agrega algunos datos comparativos: “En primer lugar, en cuanto a las cuentas públicas, dentro de la región del NEA Misiones tal vez es la más privilegiada, porque tiene menor peso salarial sobre su presupuesto; aunque de cualquier manera sigue siendo alto. La recaudación de origen provincial y los recursos que ingresan a la provincia por coparticipación tuvieron sí una caída muy importante. El viernes, último día de mayo, en los datos de coparticipación se ve claramente cómo todas las provincias sufrieron esa reducción que genera graves desequilibrios en las cuentas públicas y obligan a continuar reformulando cómo se va retocar el gasto en la provincia; siempre teniendo en cuenta cuestiones prioritarias como el salario de los agentes públicos y los gastos de asistencia social y dejando de lado la inversión de capital, que es el mayor factor de ajuste que hoy tienen que hacer los gobiernos en su presupuesto.”

 

Según afirmó, en términos reales, la provincia de Misiones perdió casi 2 mil millones de pesos únicamente en mayo. “Es una caída muy importante en lo que va del año y tenemos dos meses atravesados plenamente por la pandemia, que son abril y mayo; marzo que estuvo atravesado por la mitad y veníamos con enero y febrero arrastrando una recesión que duraba más de año y medio en la Argentina”, afirmó.

 

En este aspecto, estimó que “Misiones perdió en lo que va del año poco más de 1.500 millones de pesos, solamente en recursos de coparticipación; sumando a eso la caída en la recaudación propia del 30 por ciento, genera un grave desfasaje en las cuentas públicas que obliga a los gobiernos provinciales a que se reformule el presupuesto para enfrentar no solo las obligaciones salariales, sino también enfrentar la emergencia con recursos que se van agotando”.

 

En un panorama donde según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la venta minorista tuvo caídas de entre 50 y 70 puntos, Pegoraro estimó que se hace difícil el sostenimiento del empleo ; aunque “ haya cierto respiro en algunas industrias en particular, un poco por la flexibilización de la cuarentena y otro poco por las asistencias que tuvieron del Gobierno nacional; pero todavía hay más de 60 mil pymes y mini pymes que se están preguntando cómo van a hacer para pagar sueldos”.

 

En un país donde “no todo funcionaba perfectamente, de repente llegó la crisis sanitaria que tiró todo para abajo la actividad. Se trata de un país que viene de una recesión de hace dos años, con una inflación de 50 puntos, con industrias que se cerraban en los últimos años; por ejemplo el sector de la construcción que tuvo una caída sostenida muy fuerte, sobre todo un sector que tiene mucho peso en la economía argentina”, continuó el análisis del politólogo, que sin embargo destacó que en este último rubro mencionado, el de la construcción, en las dos provincias donde no se contaron casos de coronavirus, Formosa y Catamarca, se registró un leve repunte en la venta de cemento por bolsa. Este detalle, la venta por bolsa, implicaría que se produjo algún movimiento de obras privadas, aunque pequeñas.

 

En síntesis, dijo Pegoraro que “son muchas variables, de muchos sectores diferentes que juegan en conjunto y hacen que estemos atravesando esta situación de crisis de la que va a ser muy difícil salir. Por un lado va a requerir de un enorme esfuerzo fiscal del Estado, que lo está haciendo y va a tener sus costos y también del privado; de la capacidad para sostener una situación y no cerrar, mantener su personal, para tener como mínimo el pago de salario”.

 

Los días por venir

Para cuando todo pase y la expresión se vea concretada en un regreso a la normalidad en toda su extensión, Pegoraro vislumbra días igualmente difíciles: “Cuando se habla de reactivación, lo que se aspira no es a tener un crecimiento exponencial que nos haga creer que en dos o tres meses vamos a tener una industria en pleno funcionamiento, o va a haber un auge de progreso económico; sino que va a haber un período largo en el que la actividad económica propia va a intentar compensar todo lo que perdió por un lado, intentar recuperar el movimiento, los puestos de empleo que se van a perder…y a partir de ahí, de algunas preguntas bases, comenzar a pensar ya en un mediano plazo, en un crecimiento neto. Sería ingenuo pensar que una vez que se levante la cuarentena, nos acercamos a un período, a una etapa de crecimiento a tasas chinas como ocurrió en 2003, no; claramente eso no va a ocurrir”, dijo.

 

En cambio, consideró que “la economía va a intentar hacer -toda la industria, todo el sector comercial- es generar una compensación de todo lo que se perdió en este tiempo y de volver a los niveles de diciembre, noviembre u octubre del año pasado; y a partir de ahí, sentar las bases para un nuevo crecimiento económico… no va a haber más margen que para eso”.

 

Admitió que el análisis realizado por su consultora permite concluir que “indudablemente va a haber un ajuste; el tema va a estar dónde se va a hacer ese ajuste. El esfuerzo económico, el esfuerzo fiscal que está haciendo el Estado eso va a tener un tipo de consecuencia en la macroeconomía que impacta de lleno después en el día a día de la gente. Estamos hablando de cuestiones inflacionarias, de acceso al crédito, de la posibilidad o no de incrementos salariales, de la pérdida de poder adquisitivo, sostener fuentes de trabajo, etc. Esas van a ser las variables que van a impactar de lleno en los ciudadanos”.

 

Cree que el Estado va “va a hacer un ajuste por un lado en la cuestión de capital y que la transferencia de capital, la inversión real directa del Estado va a sufrir un desgaste, porque hay que destinar recursos a la emergencia y a gastos corrientes y no tanto al gasto de capital. Después, va a haber una reformulación presupuestaria en términos de la deuda que está en renegociación y del gasto general del Estado para ver si el ajuste va a impactar en los sectores más vulnerables o si va a haber un ajuste en general del funcionamiento del Estado, el famoso bajar el gasto público y que no impacte en los sectores más vulnerables”.

 

 

Los “golpes” en cada uno de los sectores

Entre los sectores más afectados por la crisis, según los datos recabados, Pegoraro señaló que “el comercio no esencial tuvo grandes pérdidas porque en algunos casos tuvieron facturación cero” y entre estos se cuenta a minoristas textiles, otros de las ramas de electrodomésticos, automóviles, construcción, ciertas industrias que no tuvieron permitido trabajar hasta hace poco tiempo; las tabacaleras, el comercio, la industria metalmecánica.

 

En el sector público, las cuatro provincias del NEA sufrieron un gran impacto y entre ellas, la de mayor impacto fue Chaco. “Si bien en términos de recursos propios o nacionales, las caídas fueron muy similares, Chaco inicia este año con un déficit financiero muy fuerte, por encima de los mil millones de pesos; Misiones, por ejemplo, terminó 2019 con un superávit financiero de mil cien millones de pesos; Formosa, con un superávit de 300 millones de pesos; Corrientes de manera similar. En deuda pública, Chaco tiene un stock de deuda de 40 mil millones, Misiones de 8 mil millones, Formosa de 5 mil millones, Corrientes de 10 mil millones -siempre pesos- y cuando uno va englobando todas las variables susceptibles de ser impactadas por la situación, Chaco es la provincia que peor está posicionada y se agrava por se la peor provincia en términos de situación sanitaria, con una cantidad exponencial de contagiados y de fallecidos”, explicó el politólogo.

 

Chaco, junto a Formosa también tendría los indicadores desfavorables en términos de actividad privada. “En Formosa, el sector privado es muy chico, entonces naturalmente el impacto es mucho más fuerte, porque hay menos trabajadores registrados, menos industria, menos comercio y si bien la mayoría está abocada a cuestiones esenciales, es muy fuerte el impacto para todos los que están fuera de esos rubros”, señaló.

 

“Hay que destacar que dentro de la crisis que atraviesa el país, en la región del NEA, Misiones aún con todas las limitaciones que tiene y con todos los problemas que acarrea, es una de las provincias que está mejor posicionada para combatir esta crisis y para de alguna manera salir con un poquito de aire en los pulmones de este proceso de reactivación una vez que finalice la situación sanitaria”, fue la conclusión comparativa del encuestador y analista político chaqueño.

 

ZF

 

 

 

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