¿Por qué se conmemora hoy el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica?

El Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica busca prevenir en todo el mundo el uso de esta práctica arcaica y violenta.

 

La fístula obstétrica es una de las lesiones más graves y trágicas que pueden ocurrir durante el parto. Se trata de un orficio entre el canal del parto y la vejiga o recto causado por la prolongación u obstrucción de un parto sin recibir tratamiento. Las mujeres con esta lesión suelen sufrir incontinencia y a menudo son marginadas por sus comunidades. Muchas de ellas viven con este problema durante años e incluso décadas porque no pueden pagar la operación.

 

Se estima que dos millones de mujeres en África Subsahariana, Asia, la región árabe, América Latina y el Caribe viven con esta lesión, y que cada año se producen entre 50.000 y 100.000 casos más. A pesar de estos datos, la fístula se puede prevenir prácticamente en su totalidad. Su persistencia es un indicio de que los sistemas de salud no satisfacen las necesidades esenciales de la mujer.

 

Este año el Día Internacional expresa un mensaje claro: «¡Fin a la desigualdad de género! ¡Fin a las desigualdades en sanidad! ¡Fin a la Fístula ya!». A medida que los sistemas de salud en todo el mundo luchan por hacer frente a la respuesta COVID-19, los servicios de salud sexual y reproductiva corren el riesgo de ser marginados. La negación de estos servicios es especialmente devastadora para las mujeres y niñas que ya de por sí se enfrentaban a barreras económicas, sociales, culturales y logísticas antes del coronavirus.

 

La pandemia está profundizando las desigualdades preexistentes (incluidas las desigualdades de género), exponiendo vulnerabilidades en los sistemas sociales y económicos que a su vez amplifican los impactos de la pandemia.

 

A medida que la batalla contra la pandemia de COVID-19 continúa, los esfuerzos para terminar con la fístula deben continuar. La provisión de servicios sanitarios universales de calidad en la maternidad, incluyendo un número adecuado de parteras competentes y cirujanos de fístula para atender a las mujeres ya afectadas, debería ser una prioridad. En definitiva, los servicios de prevención, tratamiento y seguimiento de la fístula deben recibir atención durante las pandemias.

 

Las campañas por la erradicación de la fístula obstétrica se centran en crear sistemas de salud que atiendan a las mujeres durante el embarazo y el parto para prevenir la fístula.

 

Es importante también retrasar la edad del primer embarazo, ya que por lo general, las mujeres muy jóvenes que además en muchos casos están desnutridas, desarrollan fetos muy grandes y tienen mucha dificultad en expulsarlos, con partos muy prolongados que son los que provocan la obstrucción y la fístula. Además, en muchos casos, el bebé nace muerto por falta de oxígeno y por el esfuerzo.

 

Y además se realizan grandes esfuerzos por intervenir a las mujeres con este problema, que, en la mayoría de los casos, se puede solucionar con una intervención quirúrgica.

 

 

Fuente: ONU.

 

A.C.

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