Hoy Gabriela Sabatini cumple 50 años: la historia de una de las grandes figuras del tenis argentino

Ganó 27 títulos en singles y 12 en dobles. Fue N°3 del mundo y decidió poner fin a su carrera a los 26 años.

 

Gabriela Sabatini cumple este sábado 50 años. La mejor tenista argentina de la historia decidió poner fin a su carrera profesional hace más de dos décadas pero nunca dejó de cautivar por su personalidad: su talento y humildad la convirtieron en una mujer digna de admiración.

 

Su primeros encuentros con los golpes del tenis fueron en River, club del que sus padres se habían hecho socios y en el que, pensaban, el que saldría tenista era Osvaldo, el hijo mayor. Jugaban los padres, jugaba su hermano. Ella tenía apenas seis años: «Mientras mis padres jugaban, simplemente agarré una raqueta y golpeé contra una pared durante horas», contó Gaby sobre aquel tiempo interminable ante el frontón del club de Núñez.

 

Fue una de las hijas de Oscar Marín, entonces capitán del equipo de tenis de River, quien le contó su padre que había una niña a quien debería ver. Sabían de qué hablaban: María Luz Marín ya había sido número uno en infantiles, cadetes y juveniles, y Fabiana Marín le agregaba su propio talento al equipo de tenis del club al que se incorporó Gaby. Tenía 10 años y ya guardaba en su mochila incontables triunfos en interclubes.

 

En febrero de 1983, mientras tanto, Sabatini disputó el Banana Bowl, el mayor torneo juvenil de Sudamérica y allí el entrenador Patricio Apey quedó impactado con su juego de derecha y revés a una mano. «Entonces me dije que debía trabajar con ella. Tenía un talento nunca antes visto», recordó el chileno. Allí comenzó la gran historia porque Apey convenció a la familia de Gabriela para que la dejaran viajar a Miami, Estados Unidos, para trabajar con él y comenzó a acumular victorias.

 

A los 13 le confirmó a Osvaldo, su padre: «Quiero jugar al tenis. Siento que me hace bien. Me da felicidad». Su nombre comenzaba a llamar la atención en el mundo del teins pero ella prefería mantenerlo en la intimidad. Nadie en el Colegio San José de Villa Devoto, donde cursaba, sabía de Gabriela. «Nunca nos había contado que jugaba al tenis», contó la rectora Mabel Vetti. «Nos enteramos de casualidad, con una foto en el diario», recordó.

 

En 1984, con tan solo 14 años, jugaría su primer partido en el circuito profesional, en el que se mantendría durante 13 temporadas. Su primer torneo fue en Estados Unidos y la historia cuenta que el 3 de septiembre de 1984 la cadena CBS pidió a la Asociación de Tenis que retrasara dos horas la final del torneo de Memphis que debían jugar Jimmy Connors y Henri Laconte, y le indicó que en lugar de dejar ese espacio vacío buscara un atractivo para las 18 mil personas que llenaban el estadio.

 

La solución fue Gabriela Sabatini, quien venía de ganar el Orange Bowl (venció en la final a la búlgara Katerina Maleeva), siete torneos juveniles entre los que estuvo Roland Garros y era la N°1 del ránking junior. Aunque Gaby había perdido en su debut en el torneo norteamericano ante la checa Helena Sukova fue la elegida para ocupar el espacio debido a la atracción que había generado en el público en su presentación.

 

Apareció por primera vez en el ránking profesional de la WTA en 1984, en el puesto N°72, y en 1985 se asentó en el circuito luego de una semana en la que le ganó a tres de las Top Ten (Zina Garrison, Pam Shriver y Manuela Maleeva), para pasar del puesto 33 al 18, mientras que en junio de 1985, cuando apenas tenía 15 años recién cumplidos, jugó las semifinales de Roland Garros.

 

Ganó su primer torneo en 1986, cuando se consagró campeona en Pan Pacific al derrotar en la final a Linda Gates por 6-3 y 6-4. Luego vendrían otros 26 en singles entre los cuales brilló en el torneo de Roma (1988, 1989, 1991 y 1992), donde era amada; en Boca Ratón y en Montreal; en los dos Masters que la enaltecieron (1988 y 1994), pero fundamentalmente en el US Open de 1990 que la hizo leyenda tras vencer en el partido decisivo a Steffi Graf por 6-2 y 7-6. Y tenía apenas 20 años.

 

A los más grandes, la dimensión sólo pueden dársela los que fueron como ellos. «Gaby es una de las pocas jugadoras por las que hubiera pagado para verla jugar. Era una artista con la pelota», dijo de ella Martina Navratilova, aquella a quien Sabatini soñaba parecerse cuando comenzó. «Gaby fue una de las tenistas más populares del circuito femenino. La gente la quería mucho por su juego y carisma», comentó Chris Evert. Otra exN°1, la alemana Steffi Graf, también mencionó: «Jugar con ella era difícil porque además de su tenis extraordinario siempre tenía a la gente a su favor. Era complejo pero disfrutaba cada vez que había que enfrentarla».

 

¿Alguien más en ese nivel? Acaso el mejor de la historia: «Una maravillosa jugadora pero aún más, creo que es una mejor persona», dijo de

ella Roger Federer.

 

Gabriela Sabatini es el mayor ícono femenino en la historia de la Argentina. Para muchos su mejor partido fue el de la final de Roma 1991 que le ganó a Mónica Seles por 6-3 y 6-2. Fue contemporánea de las más grandes tenistas de todos los tiempos. Otros tantos recuerdan con lamentos la final de Wimbledon que no pudo ganarle a Graf, quien se impuso 6-4, 3-6 y 8-6 pese a los dos match points con los que Gaby contó en el set decisivo. «Me costó mucho superar ese momento. No lo podía aceptar hasta que entendí que simplemente no pude. Lo intenté pero no pude», dijo algunos años después con la sapiencia que le dio el tiempo.

 

Su personalidad, con la que se ganó a todos los públicos durante su carrera, era por la que la juzgaban en la Argentina. La acusaban por su escasez de palabras, por su timidez, porque no pretendía ser mucho más que lo que era: tenista. Los miles de caracteres que se escribían de su vida privada fueron acaso su mayor rival. «Me afectaba mucho lo que decían los medios, en general mentiras. No lo podía entender y eso repplicaba en mi profesión», reconoció Gaby.

 

Ángel Giménez, Juan Núñez, los mencionados Marín y Apey, Ian Barclay, Dennis Ralton y hasta Guillermo Vilas fueron algunos de los entrenadores con los que trabajó pero encontró su mejor versión con el brasileño Carlos Kirmayr. Fue N°3 del mundo el 27 de febrero de 1989 y no necesitó del N°1 para alcanzar lo que ya era, incluso ante las exigencias de sus fanáticos y principalmente de los medios que tanto reclamaban la cima pero olvidaban sus 10 años ininterrumpidos como Top Ten.

 

A sus 27 títulos individuales y a sus 12 en dobles (entre los que está Wimbledon 1988) le sumó un momento especial, de entre los más especiales de su carrera: fue abanderada en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 edición que tras la de París 1924 volvió a contemplar al tenis como deporte olímpico luego de 67 años de ausencia. «Me temblaron las piernas», dijo sobre aquel honor de haber portado la bandera nacional. Luego, en la cancha, se quedaría con la medalla de plata.

 

Gabriela Sabatini jugó su último partido como profesional el 20 de octubre de 1996 en el que fue derrota ante Jennifer Capriati en la primera ronda del Abierto de Zúrich. Su figura, sin embargo, merecía mucho más que eso y lo tuvo: el 24 de octubre de 1996, con tan solo 26 años, anunció su retiro de manera oficial en una inolvidable noche en el Madison Square Garden donde fue homenajeada entre otras por Steffi Graf y Mónica Seles. Por si faltaba más, en 2006 fue incluida en el Salón de la Fama del tenis femenino.

 

«He tomado esta decisión después de un análisis largo y meditado del cual ha surgido mi fuerte deseo de dedicarme a otras actividades», dijo Gaby Sabatini en un comunicado previo a su despedida en Nueva York. Su carisma no se había agotado en las canchas y entonces se dedicó al mundo empresarial, primero con una línea de fragancias y luego en el terreno inmobiliario.

 

Nunca dejó de estar ligada al tenis. Lo hizo desde la solidaridad que siempre la destacó, acompañando con clases, consejos y dinero a los proyectos de formación impulsados por la Asociación Argentina de Tenis (AAT) a la que hoy está más ligada que nunca por la gran relación que tiene con Agustín Calleri, su presidente, y los exjugadores que lo acompañan, Mariano Zabaleta y Gastón Gaudio, ente ellos.

 

Gabriela Sabatini, nacida el 16 de mayo de 1970, jugó 1169 partidos a los largo de sus 22 años como tenista profesional. Ganó 39 títulos entre singles y dobles, fue N°3 del mundo. Se retiró a los 26 y hoy cumple 50. Su historia tiene categoría de mito.

 

Estadísticas de la carrera de Gabriela Sabatini

 

-Partidos en singles: 821 (632 ganados, 189 perdidos)

-Títulos en singles: 27

1985: Tokyo (1)

1986: Buenos Aires (1)

1987: Tokyo, Brighton y Buenos Aires (3)

1988: Boca Ratón, Roma, Montreal y WTA Championships (4)

1989: Miami, Amelia Island, Roma y Fiderstadt (4)

1990: Boca Ratón y US Open (2)

1991: Tokyo, Boca Ratón, Hilton Head, Amelia Island y Roma (5)

1992: Sydney, Tokyo, Hilton Head, Amelia Island y Roma (5)

1994: WTA Championships y Sydney (2)

-Títulos en dobles: 12

-Juegos Olímpicos: medalla de plata en Seúl 1988

-Mejor ránking individual: 3 (27 de febrero de 1989)

 

Fuente: TN

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