Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «La Pandemia y la tristeza» 

Consideremos el tema de la tristeza en este tiempo tan especial. La psicoterapia es útil en las personas que sufren ciertos síntomas depresivos, sin embargo, no cura la depresión. En los casos de depresión mayor, lo único que se ha demostrado más eficaz, es el tratamiento farmacológico, sin embargo los tranquilizantes y antidepresivos tienen, en general, efectos adversos. Esto demuestra que no todo es psicología, hay una parte espiritual que es innegablemente importante. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios. 

Donde la ciencia no llega, puede la fe en Jesucristo. Jesús dice “yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10:10). Para eso vino Cristo y allí está la diferencia. Somos seres humanos y este confinamiento está cansando a todos, obviamente que debe tener un límite, pero mientras tanto, debemos seguir orando y confiando en la protección en Dios. 

I) ORIGEN DE LA TRISTEZA Y SOLUCION

Isaías 41:9-13. Veamos de dónde puede venir la tristeza y comprendamos que Dios nos conoce y puede suplir nuestras necesidades y sacarnos de la tristeza. 

Isaías 41:9:Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché”.

Esta es una poderosa verdad, Dios te saca del anonimato donde estás y te muestra que sos alguien. No saber ni de dónde venís ni a dónde vas es terrible, es un vacío interior que agobia y aplasta. El apóstol Pablo escribe inspirado por el Espíritu Santo en Efesios 1:4: “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”. Sentirse elegido es tan reconfortante que te da fuerza interior. 

Isaías 41:10. El temor viene por la falta de protección de aquellos que nos tienen que proteger y no lo hacen. Y la tristeza viene por la soledad de los que deberían estar a nuestro lado y partieron.

Pero la protección de Dios está prometida, dice “yo estoy contigo” y es su promesa y es su presencia lo que nos alienta y nos da alegría y esperanza. Aférrate entonces a Jesús porque Él dijo “no te dejaré y no te desampararé”, “yo estoy contigo”, y esto marca la diferencia.

El actor de comedias Robin Williams, quien se suicida a los 63 años, dijo lo siguiente: «Solía pensar que la peor cosa de la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con gente que te hace sentir solo». Sería positivo cuestionarnos si nos hemos sentido así y además sería muy bueno no depender totalmente de los que nos rodean, porque todo ser humano tiene su límite. Aprende a depender de la presencia del Señor, experimentar esa presencia es la gran diferencia. 

Isaías 51:11. Una de las razones de la tristeza es abatirse por las luchas del trabajo, por ganar el sustento diario.Dios permite las luchas diarias porque es el ámbito de la realidad del pecado “Comerás de tu pan con el sudor de tu frente”, esto significa que todo es esfuerzo, y todo se logra con sacrificios.Sin embargo Dios te dice siempre te ayudaré, siempre te sustentaré.

Isaías 41:11-12. Otra de las razones de la tristeza es la mala relación con el prójimo, y es allí donde se basa la felicidad de muchos, porque saben minimizar a las personas difíciles y parece que saben relacionarse a pesar de todo lo que esto implica. Pero también hay personas que son tremendamente sensibles a las actitudes de los que lo rodean. 

Isaías 41:13. Qué bueno que confíes en el Señor, pues estamos rodeados de personas difíciles. El Señor te ayudará con la gente y lo que no puedes hacer vos lo va hacer Dios. 

II) EL EJEMPLO DE JESUS

Jesús mismo sintió aflicción profunda en los momentos previos a su arresto. Él sabía que su muerte estaba cerca y que sería muy dolorosa hasta el final. Jesús hizo algo en medio de semejante tristeza. Son cosas que podemos aplicar en nuestra vida y que nos ayudarán a superar este problema. ¿Cómo venció Jesús la tristeza?

1) Oró

Salmos 121:1-2. La oración es el clamor de un corazón sincero que busca a Dios. De nada vale aislarse, quedarse solo, llorar y lamentarse. Esta reacción es bastante natural y por ello se entiende que muchas personas piensen en la oración como su última opción. No obstante, Jesús demostró que esa es la mejor solución. Él se apartó para orar y presentó al Padre Celestial lo que le estaba aconteciendo y la respuesta no tardó en venir: Lucas 22:43: “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle”. Debemos recordar la invitación que Jesús nos hace cuando dice:Mateo 11:28: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Jesús sabe qué se siente cuando uno está en un momento difícil y la aflicción es demasiada. Así como lo hizo Él, nosotros debemos orar y confiar nuestras cargas a Dios.

2)No se separó de sus amigos que eran fieles a Dios

Hebreos 10:25. Necesitamos el compañerismo, necesitamos psicológicamente y espiritualmente el contacto con nuestros hermanos. 

Mateo 26:38. Es muy importante compartir las cargas y necesidades, Jesús se reunió con sus discípulos y les contó lo que le ocurría, lastimosamente, ellos no entendieron sus palabras y por eso no supieron qué responderle. Es muy común que no te puedan entender en su totalidad, pero nunca nadie te puede entender totalmente, solo Dios el Señor sabe lo que estás pasando y eso debe servirnos para fortalecernos en el Señor y no culpar a los demás si es que no nos saben entender. Jesús nos muestra que es importante tener personas de apoyo. Por eso es vital que nuestro círculo cercano esté compuesto por gente madura que tenga una relación personal con Dios. Ellas podrán alentarnos y compartir la paz de Cristo puede dar.

3) Por sobre todo aceptó la voluntad de Dios

Nos hemos acostumbrado a soluciones rápidas y por eso queremos que la tristeza se vaya lo más pronto posible. Nuestra mente está tan ocupada en eso que olvidamos pedir la voluntad de Dios. Jesús se apartó varias veces para orar. En esos momentos dijo: Abba, Padre, todo es posible para ti. Te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Su oración refleja lo que sentía como ser humano. No intentó maquillar su sufrimiento; no quiso parecer valiente y fingir que todo estaba bien. Él fue honesto y le pidió a Dios que lo salvara de esa situación. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía. Él comprendía que su muerte representaba la salvación para la humanidad y reconoció que la voluntad de Dios siempre es mejor que nuestros planes. Por esta razón no exigió que se cumpla su pedido, sino que se cumpla la voluntad del Padre. Cuando la tristeza nos persiga, o tengamos que atravesar una gran prueba, debemos orar con toda oración y ruego y tener ese pensamiento de seguir confiando en Dios. Para los hijos de Dios siempre se cumplirá la frase que dice: “después de una gran tormenta siempre sale el sol”.

Que Dios te bendiga, te proteja de todo mal y tengas una semana de completa victoria! 

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado 

 



Lic.Paola Padilla Bayer

 

 

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