Campo Grande: con autorización de extracción de árboles nativos, Carba SA retomó actividades en territorialidad de comunidades indígenas y se reavivó el conflicto con Tekoa Ka’a Kupe

“Las actividades se retomaron en dos lotes de la propiedad en esta segunda etapa de la cuarentena, ya que el sector forestal está exceptuado por ser una actividad considerada de Servicios Esenciales por disposición provincial y nacional. Respetando el Lote 3, que fue el señalado como un lugar sagrado por una de las comunidades – de cinco que conviven con la empresa-, se autorizó a continuar con su plan de aprovechamiento de Bosques Nativos en la propiedad según lo previsto por la legislación vigente”, explicó el ministro de Ecología, Mario Vialey. Sin embargo, los integrantes de Tekoa Ka’a Kupe rechazan que se continúen autorizando actividades de aprovechamiento forestal en lo que consideran su territorio.

 

En febrero del corriente año, entre varios miembros de tres comunidades habían frenado las actividades y pidieron la intervención de los organismos públicos para definir el no avance en lugares que en su cultura son considerados «sagrados». Esto se habría revisado, y desde Ecología informaron que fueron atendidos sus planteos en forma voluntaria por la empresa, pero la extracción de árboles como actividad productiva de Carba SA continuará en el marco de la ordenación forestal vigente.

Al respecto, el ministro de Ecología, Mario Vialey, indicó que en este tiempo se revisaron los procedimientos, y la empresa Carba SA tiene los planes forestales autorizados por el organismo para la extracción selectiva de bosques nativos. “Es una empresa que siempre mostró predisposición de participar en las mesas de negociación y aportan a los planteos propuestas superadoras. Necesitamos en Misiones más empresas como esta. Hay en proyecto una posibilidad de destinar 1000 hectáreas de manera intangibles para su conservación y acordar con las comunidades una solución de fondo respecto a la territorialidad futura. Este es un plan forestal antiguo, que cumplió con todas las instancias legales del proceso y fue respetuoso de todas las partes involucradas, pero entre las mismas comunidades hay diferentes visiones e intereses, y por ello es una situación compleja de abordar para llegar a un acuerdo que atienda o conforme a todas las partes. Pero los canales de diálogo están vigentes”, respondió el funcionario en contacto con ArgentinaForestal.com en respuesta al planteo de una de las comunidades indígenas afectadas.

 

Tekoa Ka’a Kupe (Guardianes de la Yerba) fue una de las relevadas por la Ley Nac. 26.160 -que regula el Instituto Nacional de Asuntos Indíigenas- con una superficie de más de 5 mil hectáreas, que incluye  el  lote 5b en la localidad de Campo Grande, sitio donde hoy se encontraron con trabajos de extracción forestal.

 

 

La empresa cuenta con la autorización del Ministerio de Ecología para realizar la extracción selectiva, y la actividad forestal está permitida en el contexto de la cuarentena por resoluciones y decretos Nacionales y Provinciales, pero desde la visión de los Mbya Guaraní, no se está respetando “la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT”, fundamentó Sabino Benítez.

“Estamos preocupados porque nuestros derechos no se respetan. El gobierno y la empresa Carba SA tienen que entender que tenemos culturas diferentes y merecemos ser respetados”, expresó el Mburivicha (cacique) de Tekoa Ka’a Kupe.

De esta manera, expone nuevamente que esta comunidad indígena rechaza la idea que se continúe cortando madera de áreas que consideran su territorialidad. “El modo en que cuidamos la vida que hay en la naturaleza es diferente para nosotros. En un árbol vemos remedio, alimento, cuidador del agua, cuidador de animales. El modo de ver de los no indígenas es diferente, nos pone tristes porque destruyen, contaminan los arroyitos y nuestra cultura se ve afectada”, relata el cacique.

“La naturaleza es parte de la vida de los Pueblos Indígenas y no somos egoístas, nuestro cuidado de la selva beneficia la vida de todos”, reflexiona Benítez.

Pastoral Aborigen: «Las comunidades están vulnerables para defenderse frente a la cuarentena»

“La obligatoriedad de la cuarentena ordenada por el gobierno nacional y refrendada por el provincial es para los demás, la empresa Carba SA reinició la extracción de  especies  de  la selva misionera, cayeron innumerables ejemplares, su caída estaba autorizada, esto  lo hace  legal pero no moral, dos ideas  que no siempre están juntas”, señalan en el comunicado desde ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen).

Consideraron que, «pasando por encima de todos los decretos y resoluciones, desinteresándose por lo social, una empresa reinicia sus actividades  en plena cuarentena y se permite poner en riesgo no solo a su personal sino a todo su entorno, y  con ellos a  una de  las vulnerables en la provincia, cuando de  salud se trata, las Comunidades Indígenas Mbya Guaraní».

Reflexionaron que durante estas semanas, el planeta tuvo un momento de descanso durante la cuarentena, las aguas se aclararon y los coatíes pasearon libres por las calles de algunos pueblos, pero esa paz ambiental no existió en el  territorio guaraní. «Los árboles están cortados, y para la comunidad Mbya “la selva de luto”, ya que no pudieron salvarlos una vez más del desmonte y su hábitat, como ellos quieren conservarlo, hoy tiene una nueva cicatriz», expusieron en el documento. “No habrá sanciones para la empresa por trabajar aprovechando la necesidad de los motosierristas, los árboles ancianos ejemplares ya se transformaron en dinero. Si el gobierno provincial quiere un futuro verde, que no sea de pinos y eucaliptus, deberá generar incentivos para los que conserven la selva”, remarcaron.

Desde ENDEPA, consideran que “esta acción se llevó adelante con total alevosía, aprovechando que sería imposible para la gente de la Comunidad pudiera volver a detener la explotación de los bosques nativos, como lo hicieron en febrero de este año. A la empresa, la cuarentena no los detuvo, como siempre se ha dicho nada más cobarde que el capital”, cuestionaron desde la organización.

 

Carta abierta de Mario Borjas

Mario Borjas, Vera Mirĩ, como lo bautizaron con su nombre tradicional, es miembro de la Comunidad Ka´a Kupe, y elevó un mensaje a toda la sociedad misionera y a las personas que tienen responsabilidad y son importantes para resolver el problema que hoy enfrentan en su comunidad.

“Estamos ante un nuevo atropello por parte de la Empresa Carba SA, con la autorización del Ministerio de Ecología. Queremos que todos entiendan que el pueblo Mbya Guaraní protege la selva, por eso nos duele cuando están cortando la vida de un árbol y están matando de ese modo, la vida de las Comunidades”, escribió Borjas, en primer lugar. Y agregó que siempre se reflexiona sobre que las comunidades indígenas son parte de la naturaleza: “Somos vida con ella”, remarca.

“Sin el monte no existe la buena salud, no existe la educación, no puede existir nuestra organización. Volvemos a decir con mucho dolor, con mucha tristeza al gobierno, al Ministro de Ecología que estamos afligidos porque el desmonte volvió a suceder. El Ministro de Ecología sabe perfectamente dónde la Comunidad tiene su vida y su forma de ser”, cuestiona el ex cacique.

Por ello, en su carta abierta, en segundo lugar explicó a todos los misioneros que “el desmonte está relacionado con las enfermedades y la sequía, con enfermedades como el coronavirus, por ejemplo. La conservación de la naturaleza es una protección para todos”, dijo.

Respecto a la pandemia por COVID-19 y la cuarentena, indicó que “hemos recibido órdenes para que no hagamos actividades, ni siquiera que practiquemos deportes y nosotros lo respetamos, nos quedamos en la Comunidad. ¿Y entonces por qué se aprovechan y no respetan nuestros derechos?”, interrogó.

“Ecología le da permiso a la empresa Carba SA para seguir sacando madera de nuestro territorio y para nosotros eso es también una enfermedad. Pedimos con respeto, pero con firmeza, que paren de cortar árboles nativos!. Nosotros vamos a seguir luchando que dejen que el monte para que siga con su vida propia”, remarcó en su escrito Borjas.

Consideró que “el Ministerio de Ecología tiene el poder para decir que paren, que el monte ya no se puede tocar, sin embargo no lo hace y eso es lo que no lo podemos creer. Para nosotros eso es un castigo. Todos debemos cuidarnos de las enfermedades. Una vez más nos sentimos atropellados, discriminados y acorralados”, concluyó en su misiva.

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest

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