El juez Atilio León confirmó que los 12 presos que gozaban de prisión domiciliaria ya están en la Unidad Penal de Eldorado

El presidente del Tribunal Penal de Eldorado, Atilio León, confirmó esta tarde que las 12 personas que estaban gozando de prisión domiciliaria ya volvieron a la unidad carcelaria, incluido Carlos Dalmasso, quien cumple pena por haber sido considerado “autor responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por el vínculo, en concurso real con amenazas y suministro de material pornográfico a menores de 14 años”.

Atilio León en Radio República.

 

“Los 12 ya están en el establecimiento, con lo cual, queda más que demostrado que volvieron a apegarse a la ley. Fueron buscados en sus domicilios, estaban allí, ahora van a cumplir el período de aislamiento de 14 días, separados de la población, en un lugar que fue preparado para el efecto por el Servicio Penitenciario Provincial y que en una situación como la que venimos viviendo, llevó su tiempo completarlo”, afirmó el magistrado en diálogo con FM República.

 

Agregó que “lo primero que hay que aclarar es no se trata de una revocación, porque la revocación técnicamente absolutamente distinta. Esta es una modificación de una resolución en base a un panorama diferente, con la información por parte del Servicio Penitenciario que en la Unidad Penal N° 3 se había completado de armar un lugar -que es un tinglado- con las condiciones necesarias para brindar en principio los primeros auxilios que podría necesitar una persona que pudiese presentar síntomas de coronavirus y por el otro lado para albergar también a personas que estaban con salidas transitorias extraordinarias, los que ya tenían este beneficio y que por el tiempo en que sucedió todo esto se les autorizó a que continuaran cumpliendo la pena en sus domicilios bajo el régimen de prisión domiciliaria”.

 

León insistió en explicar que las circunstancias en las que se dieron los hechos que causaron reacciones en todos los niveles de la sociedad. “En primer lugar no podemos obviar que si nos remontamos al 2 de abril, que es la fecha en que se produjo este acto por parte del Tribunal Penal, el panorama, el escenario que se presentaba en Argentina y en todo el mundo era tétrico”, comenzó diciendo, para agregar que “en la Unidad Penal de la que estamos hablando se albergan de 300 a 300 y algo de personas, que si llegaba a suceder en ese instante la transmisión local de la pandemia, hubiese colapsado el sistema. Desde el director del hospital a cuanto funcionario había salían a buscar camas para afrontar lo que se creía iba a ser una catástrofe, así que nosotros actuamos en consonancia con esa situación y tomamos la medida que en ese momento era la más justa y la que coincidía con el instante”.

 

Atilio León consideró que las reacciones en parte se dieron porque  “los argentinos somos todos técnicos de la selección y con el diario del lunes somos todos capos, sabemos todos, pero hay que estar en el momento, ese es el instante de tomar decisiones y la tarea de un juez es tomar decisiones; algunas que no conforman tanto, otras que satisfacen las necesidades de un sector en detrimento de otros”.

 

“En realidad yo soy el primero en entender que en delitos tan trascendentes, que lastima tanto a la familia, a la sociedad, al entorno, hay una mirada diferente; pero en realidad, todos los que delinquen y entran al sistema carcelario van a cumplir una pena y en la medida en que se comporten como la ley manda, están socializándose para ver si vuelven a insertarse a la sociedad. Eso es lo que dice la Constitución y nosotros somos respetuosos de la ley máxima”.

 

Opinó que “en consonancia con la Constitución y los Tratados Internacionales que en este momento tomaron mucha fuerza, puedo asegurar que si se hace una revisión de lo constitucional y supraconstitucional, la resolución del Tribunal en ese instante fue adoptada con criterio”.

 

“Realmente la sociedad hace su propia evaluación, dicta sentencia y condena; muchas veces los medios también. No me aparto de eso, forma parte de nuestro rol recibir más o menos críticas por todo. Uno condena por determinada cantidad de años y esa condena a algunos les parece insuficiente y hacen una manifestación y dicen que los años debían ser más y la condena tenía que ser más alta. Hay una denuncia y hacen una marcha sin esperar que la Justicia resuelva y decida sobre la situación de la persona que está sospechada como posible responsable. Entiendo perfectamente y hay que ver la mirada que se pone sobre la sociedad y al rol de los medios de comunicación que malinforman y obviamente, crean un panorama insostenible entre lo que son las instituciones y el interés verdadero de la gente”, dijo al observar críticamente la mirada que sobre los fallos tienen amplios sectores de la sociedad.

 

“A veces somos todos técnicos de fútbol, a veces somos todos periodistas, a veces somos todos opinólogos; los jueces no solo que tenemos años en esta labor, sino que trabajamos a conciencia, con sentido común y el más común de los sentidos nos indica el camino. Las reglas de la zona crítica racional como medida justa de valoración de la prueba dice el juez tiene que obrar conforme sus conocimientos técnicos de derecho, conforme la lógica, conforme al sentido común; y nosotros trabajamos sobre esas bases a la hora de resolver una cuestión, de dictar una sentencia en el caso del Tribunal o de poner un auto de procesamiento en el caso de un juez de Primera Instancia en lo Federal o una prisión preventiva en el caso de un juez de Instrucción en la provincia, esos son los elementos que se tienen en cuenta”, afirmó.

 

Caso Dalmasso

Sin eludir referirse a la más polémica de las decisiones del Tribunal que ordenó la prisión domiciliaria de Carlos Dalmasso, León dijo: “Sobre el Caso Dalmasso, yo no tengo problemas en hablar, es un caso que se ventiló en este Tribunal, se trabajó durante muchos  días con el juicio a puertas cerradas por las características del proceso; se tuvieron en cuenta desde resultados de Cámara Gesell, por ejemplo, donde las víctimas comentaron lo sucecido, testimoniales, declaraciones de peritos, psicólogos, médicos…fue un juicio tedioso, difícil de llevarlo, pero que al final del camino nos encontró a los tres jueces en coincidencia que sobre lo visto en ese proceso correspondía una sentencia de condena”.

 

Aclaró en ese sentido que lo que se ordenó el pasado 2 de abril, “no fue una liberación. Todos los 12 internos que egresaron del establecimiento carcelario estaban con los beneficios de salida transitoria, que son las primeras autorizaciones que tienen los internos cuando todavía están cumpliendo una condena, de tomar contacto con la sociedad después de varios años de encierro”.

 

Ante la pregunta que le formularan sobre la cuestión, el juez manifestó que “si en ese tiempo que está afuera comete otro delito, ya escapa a la posibilidad de control del juez” y que “esos permisos están avalados por los dictámenes del Ministerio Público Fiscal, que representa a los intereses de las personas y de la sociedad entera. Si está en la ley, yo no la puedo obviar y si la obvio y no dispongo la libertad condicional de un individuo cuando están dadas las condiciones, obviamente el que no cumple la ley soy yo y voy a tener problemas yo por omisión de mis deberes de funcionario público”.

 

Finalmente, pidió: “Solamente tenemos que situarnos en qué ocurría este 2 de abril de este año, cuál era el panorama, cuál era el momento; nos vamos a dar cuenta que el desconcierto era total y lo único que se escuchaba eran pedidos de camas, pedido de respiradores, pedidos de lugares a probables cientos de infectados por el coronavirus. Hoy, con el diario del lunes, todos somos opinólogos, todos lo sabemos todo…y en realidad solo hay que hacer un poco de historia y mirar para atrás a ver qué era lo que sucedía en ese instante”.

 

ZF

 

 

 

 

 

 

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