Es de público conocimiento la gran viralidad que posee el Covid-19, su facilidad de propagación hace que se deban extremar las medidas de prevención del contagio en todo tipo de situaciones. En el caso de las funerarias tienen la difícil tarea de manipular los cuerpos de los fallecidos por coronavirus. Acerca de este protocolo se refirió Roberto Nolasco, dueño de la funeraria que se encargó de los restos de la única víctima de la pandemia en la provincia de Misiones.
Roberto Nolasco – FM SHOW
Cuando la muerte se da a causa del Covid-19 se sigue un protocolo de hermetismo muy estricto para evitar su proliferación. Para estos casos existen dos opciones, la de la cremación o la inhumación, cuya elección queda a cargo de los familiares.
Para las inhumaciones, el féretro debe ser de estructura metálica y totalmente hermético. Éste fue el método elegido por la familia del camionero fallecido en el hospital Samic de Oberá. En esta ocasión el féretro fue provisto por una funeraria de Oberá para facilitar el traslado hasta San vicente, donde se realizaría la inhumación.
Con respecto a la cremación, el cuerpo debe ser entregado por la morgue del hospital ya dentro de dos capas de bolsas herméticas y de allí se lo ubica en el ataúd especial para cremación, el cual no tiene partes metálicas que puedan interferir en la cremación. “Los empleados trabajan con altas medidas de seguridad sanitaria, utilizan un mameluco especial que luego de su uso se desinfecta y se incinera” Expresó Nolasco acerca de el protocolo de los empleados.
SDLF