Misioneros en el mundo: vive en México y se solidarizó con una argentina varada en Playa del Carmen

Diego Souza es oriundo de San Pedro; hace un año vive en México con su pareja que es de Santiago del Estero y hace 7 meses trabajan de la venta de empanadas, en Playa del Carmen. Durante un mes dieron alojamiento a una argentina que quedó varada en esta ciudad turística.

 

Dora es de San Luis, tiene 61 años y viajó con tres amigas a Playa del Carmen, uno de los lugares más turísticos del estado de Quintana Roo. El 24 de marzo, sus amigas pudieron regresar a sus respectivos hogares, pero Dora quedó varada porque tenía pasajes con otra aerolínea, que canceló sus vuelos a raíz de las medidas de prevención tomadas por la pandemia del coronavirus.

Diego y Micaela, su pareja, le dieron hospedaje durante 33 días en su casa para colaborar con esta señora. Ayer, finalmente, partió hacia Ciudad de México, donde se tomó un vuelo hasta la ciudad de Ezeiza  (Buenos Aires) y luego un colectivo para llegar a la provincia de San Luis.

“Lastimosamente no tenemos la posibilidad de darle hospedaje a más personas, pero hay muchos argentinos varados en Playa del Carmen. En México hay alrededor de 2.500 personas en la misma situación. La Cancillería y el Consulado argentino en México se encargan de repatriar a los argentinos varados; hay una lista en donde dan prioridad a las personas de riesgo. Salen dos vuelos por semana”, contó Diego a Radio Libertad.

La realidad es muy difícil, muchos viajaron con el dinero suficiente para los días que tenían de vacaciones, sin siquiera imaginarse que no iban a poder volver a sus hogares. Es por esto que el gobierno de Quintana Ro les brinda una canasta alimentaria, para paliar esta situación. De la misma manera, hay tres restaurantes argentinos en Playa del Carmen que entregan alimentos a estas personas.

Con la idea de seguir ayudando, Diego y Micaela también donan viandas dos días a la semana a grupos de argentinos que se encuentran varados en Playa del Carmen. Desde septiembre del año pasado, la pareja vive de la producción y venta de empanadas en la ciudad; a raíz de la cuarentena, continúan su trabajo con la modalidad de delivery.

     

 

A.S