El ministro de Justicia de Brasil, Segio Moro, renunció este mediodía a su cargo después de que el director general de Policía Federal, Mauricio Valeixo fuera apartado por el presidente Jair Bolsonaro, según se publicó en la madrugada de hoy en el boletín oficial de ese país.
Moro explicó en conferencia de prensa que su renuncia se debió a «interferencia política» en la designación de jefes, directores y superintendentes «desde la política y no por méritos técnicos» y así se lo comunicó a Bolsonaro, cuando fue informado sobre la decisión presidencial de apartar a Valeixo, hombre de confianza del exjuez de la causa “Lavajato”.
El alejamiento del jefe policial fue publicado “a pedido” de Valdeixo en el diario oficial, con las firmas electrónicas de Bolsonaro y Moro; aunque este último afirmó que no firmó la medida y tampoco fue comunicado oficialmente por Planalto (sede del Poder Ejecutivo de Brasil) sobre su publicación.
El nombre del exjuez fui incluido en el acto de “exoneración” porque el director de la Policía Federal era su subordinado y así lo exige la formalidad del Palacio de Planalto. Según la interpretación que Moro hizo de la cuestión, Bolsonaro lo habría “atropellado” al publicar el apartamiento de Valeixo durante las discusiones que se llevaban entre bastidores sobre el cambio en la Policía Federal y su permanencia en el cargo de ministro.
En este contexto su permanencia en el gobierno se volvió insustentable y por ello habría tomado la decisión de dejar el gobierno.
Entre bastidores, el ministro también venía mostrándose insatisfecho con la conducción del combate a la pandemia del coronavirus por parte de Bolsonaro. Moro, por ejemplo, salió a favor del exministro de Salud Pública de ese país, Luiz Henrique Mandetta, durante la crisis que mantuvo con el presidente Bolsonaro.
Aliados de Moro evalúan que este fue el blanco de recientes declaraciones de Bolsonaro al afirmar que “usaría su lapicera contra ‘estrellas’ del gobierno.
“A algunas personas de mi gobierno, algo les subió a la cabeza. Están muy creídos. Eran personas normales, pero de repente se volvieron estrellas, hablan mucho, provocan. Su hora D todavía no llegó, pero les va a llegar, porque mi lapicera funciona”, había afirmado Bolsonaro a comienzo de abril, ante un grupo de religiosos que se concentraron frente al Palacio de la Alvorada, en Brasilia.
Sobre el comando de Moro, la Policía Federal vivió un clima de inestabilidad el año pasado, cuando Bolsonaro anunció un cambio en el comando de la superintendencia del órgano en Río de Janeiro y amenazó cambiar al director general.
En medio de la polémica, el presidente llegó a citar a un comisario que asumiría la jefatura en Río de Janeiro, pero fue rechazado por la Policía Federal, desde donde divulgaron otro nombre, el de Carlos Henrique de Oliveira, hombre de confianza de la actual gestión. Después de meses de turbulencia, el comisario asumió el cargo de superintendente en diciembre último.
A fines de enero, el presidente volvió a poner el tema sobre la mesa, cuando incentivó un movimiento que pedía volver a crear el Ministerio de Seguridad Pública, hecho que podría impactar directamente a la policía, ya que esta podría ser apartada de la cartera de la Justicia y quedaría, por lo tanto, bajo la responsabilidad de otro ministro. Bolsonaro después retrocedió y dijo que no existía chance de llevar adelante ese cambio, por lo menos en este momento.
Moro manifestó que su renuncia se basó en primer lugar al hecho de que el presidente Bolsonaro no cumplió con su palabra, porque le había prometido «carta blanca» en la cartera de Justicia y que no le había presentado «ningún motivo, ninguna causa que justificara la sustitución del director general de la Policía Federal».
«Siento que tengo el deber de proteger la institución, la Policía Federal; busqué de todas las maneras posibles cumplir con mi deber. La exoneración del jefe de la Policía Federal me enteré hoy a la madrugada, yo no firmé ese documento», dijo Moro durante la conferencia que fue interpretada, además, por los medios oficialistas brasileños como un «lanzamiento de su candidatura» a la Presidencia del Brasil.
«Es evidente que el Presidente no está conforme con mi trabajo al frente del Ministerio de Justicia» afirmó Moro, quien además consideró que no puede perjudicar su biografía, «tenemos que garantizar la ley, la autonomía de la Policía, sin interferencia de la política».
«Agradezco al presidente de la república, fui fiel a mi compromiso y sigo siendo fiel, voy empaquetando mis cosas y encarar mi carta de renuncia, no puedo continuar sin condiciones de preservar la autonomía de la Policía Federal y no puedo avalar la interferencia del poder político sobre ese organismo», señaló el exmagistrado al momento de anunciar su alejamiento del cargo.
Sobre su futuro, Moro dijo que ahora «va a descansar un poco» y «más adelante voy a buscar otro trabajo, yo no me enriquecí con la función pública y siempre voy a ayudar al país».
Fuente: Folha de San Paulo y Rede Globo
Traducción: ZF
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