El arte del bienestar: ejercicios para entretener a los niños e impulsar su desarrollo integral

La práctica del Yoga ayudará a generar un bienestar tanto físico como mental en los pequeños, pero además podrá permitir que los mismos se puedan conectar con quienes están en su entorno.

 

En estos días, en los que estamos en casa junto a los niños, es muy importante aprender a implementar el uso de nuevas herramientas, que además de entretenerlos ayuden a impulsar su desarrollo integral.

 

Por ello, en esta columna la profesora de la Academia Internacional de Pakua Ana Paula DalRi trae a escena –junto a su hijo Ian- dos ejercicios, muy fáciles y divertidos a la hora de desarrollar, que ayudarán a conectar más profundamente al niño con la persona que se disponga con él a ejercitarse.


Ejercicio N° 1: Trípode


Aprendemos a pararnos de cabeza utilizando 3 puntos de apoyo:

 

-El niño va a apoyar la cabeza sobre un almohadón, con sus manos a los costados -en el piso-  como si estuviera formando un triángulo entre las mismas y la cabeza.

 

-Los codos estarán dispuestos cerca del cuerpo.

 

-Estirará las piernas y despacio, con la ayuda del familiar, elevará la cadera, acercando los pies al cuerpo.

 

-Subirá las piernas alineando el cuerpo y manteniendo firme la posición. Para bajar, apoyará primero un pie en el piso y luego el otro.

 

 

Este ejercicio de Yoga atrae múltiples beneficios, ya que posibilita el estiramiento de los músculos, el fortalecimiento del cuello, hombros, brazos y espalda. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, el equilibrio y la concentración.


Ejercicio N° 2: Equilibrio de a 2


 

-El niño se tomará de las manos con quién lo esté acompañando, de manera cruzada: mano derecha con mano derecha, y mano izquierda con mano izquierda.

 

-El compañero que va a sostener al niño va a flexionar las rodillas, colocándolas juntas y acercando bien los pies entre sí.

 

-El niño apoyará primero un pie por sobre encima de la rodilla y luego, con un pequeño salto, apoyará en otro pie sobre la otra pierna del ayudante. Se elevará primero hacia arriba y luego –despacito- ambos irán extendiendo los brazos, inclinándose hacia atrás, buscando el equilibrio.

 

-Para volver, flexionará despacio los brazos y, a la cuenta de tres, el niño saltará.

 

 

Cabe destacar que este ejercicio, además de tonificar el cuerpo de ambos practicantes, ayuda a fortalecer mucho el vínculo y a  profundizar la confianza. 

 

A través de este tipo de prácticas de Yoga, los niños aprenderán a conocer la fuerza y capacidad de sus cuerpos, desarrollando la confianza en sí mismos, el equilibrio, la coordinación, la  resistencia y la flexibilidad. Mientras que a la vez se estarán divirtiendo y estableciendo una conexión mucho más profunda con quien los esté acompañando.

 

No demores más y comenzá a divertirte junto a los más pequeños de la casa. ¡Hasta la próxima semana!

 

F.S.

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