A raíz del aislamiento obligatorio causado por la pandemia de coronavirus, la falta de turistas en los sitios naturales representa un momento de descanso necesario para la naturaleza. A su vez, aprovechando la sequía histórica del Río Iguazú -el caudal normal es de 1.300 a 1.500 metros cúbicos por segundo y llegó a 289 metros cúbicos-, el equipo de mantenimiento pudo retirar bastidores, pisos y barandas de las pasarelas a Garganta del Diablo que habían caído con la creciente extraordinaria del año 2014.
En diferentes partes del país se ha visto cómo la fauna y la flora recuperaron sus antiguos hábitats: en el Parque Nacional Iguazú un yaguareté fue filmado en la estación Garganta, una de las más concurridas para tomar el tren ecológico en días turísticos.
Las Gargantas del Diablo actualmente- foto, Facebook Iguazú Argentina
Más de 300 personas trabajan en la administración, mantenimiento, limpieza, recolección de residuos y operación de sistema ferroviario del Parque Nacional Iguazú, hogar de las Cataratas del Iguazú, una de las Nuevas 7 Maravillas Naturales. Sin embargo, y dadas las actuales condiciones, solo asiste un equipo que se encarga de la limpieza de recorridos y pasarelas, parquización, potabilización de aguas y tratamiento de líquidos cloacales.