Héroes cotidianos: la comunidad de Capioví se unió en ayuda de una madre y sus siete hijos

El padecer de una familia -una madre y sus siete hijos- que vive en condiciones de extrema vulnerabilidad, movió la fibra más humana de la sociedad de Capioví, cuyos integrantes se pusieron al hombro el problema y buscan darle, al menos, una solución a la carencia habitacional de esta vecina y los chicos.

Vecinos, el propio Juez de Paz, empresas que donaron materiales y policías que ofician de albañiles, se unieron para mejorar y ampliar la casa de Clara y sus siete hijos, residentes en el barrio Ackerman.

Ahora, la situación de Clara y sus hijos comenzó a cambiar, con “pequeñas” acciones que demuestran el gigante compromiso de estos pobladores de este apacible pueblo emplazado a la vera de la Ruta 12, de ayudar al prójimo.
Policías que se desempeñan en Capioví, junto al Juez de Paz, Jerónimo Pujol, decidieron brindar una ayuda para que una familia pueda tener su vivienda en condiciones dignas, y además, en estos tiempos, puedan cumplir con comodidad el Aislamiento Preventivo Social Obligatorio por la pandemia del coronavirus.

Ayer sábado por la tarde, en el barrio Ackerman, se autoconvocaron los integrantes de la comisaría de Capioví, dependiente de la Unidad Regional IV de Policía, del Comando Radioeléctrico local y el Juez Pujol, con donaciones reunidas gracias a empresarios y vecinos de la comuna, para dar asistencia a la mujer que reside en el precario inmueble junto a sus siete hijos, todos menores de edad.

Los uniformados y el funcionario judicial; se convirtieron en albañiles, carpinteros y jardineros, desarmando la precaria construcción existente para ampliarla y poder dar al grupo familiar una nueva cocina y un nuevo sanitario con instalaciones eléctricas seguras. Cabe mencionar que también asistieron con un desayuno y luego un almuerzo que compartieron con la mujer y los menores.

JAS

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