El Pocho Lavezzi donó $5 millones en alimentos a la ciudad en donde nació

El ex delantero de San Lorenzo, Napoli de Italia y el seleccionado argentino Ezequiel «Pocho» Lavezzi, donó cinco millones de pesos en alimentos a personas en situación de vulnerabilidad social de la ciudad santafesina de Villa Gobernador Gálvez, donde nació, para que puedan paliar los efectos de la crisis económica derivada del coronavirus.

 

 

Lavezzi volvió a ser noticia por un gesto solidario, como la vez que llegó al barrio de Coronel Aguirre con el baúl del auto cargado de zapatillas, lo abrió y las repartió entre un grupo de pibes hasta que el último se quedó con las manos vacías. Entonces se sacó las suyas, se las regaló y volvió a su casa manejando descalzo.

 

«El miércoles me llamó Ezequiel y me dijo que quiere darle una mano a la gente del barrio: ‘fijate porque quiero donar cinco millones'», contó a Télam Diego Lavezzi, de 44 años, presidente del Club Coronel Aguirre y quien maneja los emprendimientos de Pocholo, como lo conocen en los arrabales de Villa Gobernador Gálvez, la ciudad pegada al extremo sur de Rosario.

La donación consiste en 7.500 bolsones de alimentos, que contienen aceite, fideos, arroz, galletitas, leche en polvo, azúcar, puré de tomates y yerba, que la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez se encargará de repartir el próximo fin de semana entre los sectores vulnerables afectados por la pandemia de coronavirus.

 

«Hacemos esto público porque no queremos que sea utilizado políticamente. En el Club Coronel Aguirre hicimos la obra más importante de Gálvez con el estadio, donde le damos trabajo como albañiles a un montón de pibes, y a 20 de ellos les conseguimos trabajo en la Municipalidad», siguió el hermano mayor del jugador.

Pocho Lavezzi, de 34 años, retirado de la actividad la temporada pasada, se enteró por un grupo de WhatsApp que muchos de sus amigos y vecinos la están pasando mal económicamente en la cuarentena y por eso decidió darles una mano, como hace habitualmente con la Fundación Ansur, donde les dan «un plato de comida y una merienda y aprenden ajedrez», entre otras actividades, comentó su hermano.

 

«El problema de los pibes es que trabajan en changas, la mayoría de albañiles, y ahora con la cuarentena del coronavirus se quedaron sin nada, por eso algunos trabajan en el club y otros en la Municipalidad, pero ahora muchos se quedaron sin esa moneda diaria», abundó Diego.

 

Fuente: Diario UNO.

A.S

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