La mejor amiga de la víctima estuvo presente cuando la Policía llegó a la escena del crimen. El acusado confesó dónde la había enterrado.
La desesperada búsqueda de una adolescente de 15 años desaparecida en Santiago del Estero terminó el miércoles de la peor manera. Tras casi dos meses de incertidumbre, encontraron el cuerpo de Priscila Martínez enterrado debajo de la cama de su tío Rubén Ávila, detenido desde marzo por haber violado y golpeado a otra menor.
Este jueves, Mayra, una de las mejores amigas de la víctima, dio detalles escalofriantes sobre el procedimiento en el que los médicos forenses recuperaron el cadáver. Entre ellos, sostuvo que vio a Ávila reírse mientras la Policía sacaba los restos de su sobrina de la fosa.
«La pieza donde la encontraron está al frente de la casa, bajo un metro y medio más o menos», comenzó la joven, que se encontraba en la vivienda ubicada en el barrio Los Lagos cuando las autoridades retiraron el cuerpo.
En diálogo con Radio Panorama, contó que, para evitar que pudieran llegar hasta el cuerpo, el asesino se tomó el trabajo de cubrirlo con varias capas de distintos materiales. «Le tiró basura, después le tiró tierra, ladrillos, hormigón y le hizo un contrapiso de cemento», afirmó.
Sobre el estado del cadáver, relató: «Estaba boca abajo, todo descompuesto ya. Por lo único que se la pudo identificar fue por los tatuajes que tenía. Ella no merecía morir así».
Sin embargo, la imagen más escalofriante descrita por Mayra fue la actitud del acusado de femicidio: «El tío se reía cuando sacaban el cuerpo».
De acuerdo con fuentes del caso, el allanamiento se ordenó a raíz de las declaraciones del acusado. «La maté y la enterré debajo de mi cama. Le puse cemento encima», confesó.
Fuente: TN
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