Coronavirus: el drama económico que soportan las academias de danzas y los gimnasios, sin actividad y sin ayuda del Estado Nacional

Para abordar la emergencia social ante la cuarentena vigente por la pandemia de coronavirus, son necesarias medidas de protección de los ingresos para los grupos más vulnerables, medidas de protección del empleo, como los subsidios de desempleo e ingreso básico de emergencia, y medidas de apoyo a las pequeñas y medias empresas (PyMES), pero existe una franja de profesionales independientes en el sector privado -los menos serían los registrados como monotributistas- que no son alcanzados aún por las medidas “de contención” desde el Estado y se encuentran sin poder trabajar.

 

En el rubro de las escuelas y academias de Danzas y gimnasios de entrenamiento físico (complementos, pilates, fitness, crossfit, aeróbica y rítmica, entre otras actividades específicas), hay un alto número de trabajadores independiente que subsistían de su actividad por cuenta propia o prestando servicios a los propietarios, como también los profesionales de Educación Físico y los propios dueños de GYM, que están golpeados por la cuarentena, consecuencia del COVID-19.

 

En ese contexto, son cientos lo que se encuentran fuera del sistema formal en toda la provincia, consecuencia de la crisis económica que se arrastra en el país desde hace más de 4 años, situación de crisis económica que se profundizó con la pandemia por coronavirus.

La realidad que afronta este segmento de la economía es crítica, como para todos aquellos que no pueden desarrollar su actividad de único ingreso en la  cuarentena vigente, donde la prioridad actual es la salud de todos. ¿Pero de qué viven sin contención económica o hasta cuándo podrán aguantar en esta situación?

 

En este contexto, casi sin “oxigeno” aseveran se encuentran las más de cien academias y escuelas de danzas, sumado a otros cien gimnasios que en marzo, aún estaban funcionando en Posadas. En abril algunos se vieron obligados a cerrar su emprendimiento, ya que no ven posibilidad de sostenerse a mayo sin respuesta de contención del Estado Nacional ante la crisis.

 

A este escenario, se sumarían otros cientos de profesionales independientes en el interior de la provincia de Misiones.

Esta franja de trabajadores aún invisibilizados para las políticas de Estado, vivían por cuenta propia de los ingresos generados a partir de la continuidad de las clases y por organizaciones de eventos. La “rueda” funcionaba para continuar en un rubro que eligieron para vivir, de las danzas o la actividad física.

 

Los profesionales independientes, sean instructores, coreógrafos y bailarines de diversas disciplinas, como también el universo de profesores y profesoras de educación física, conforman hoy un segmento social “vulnerable”.

Entre las escuelas de danzas, explican que en son la mayoría las que alquilan un local para dictar sus clases, y casi en su totalidad dependen como fuente de ingreso de las cuotas mensuales de sus alumnos para sostener sus costos, mientras que de participación de eventos lograban cumplir sus proyectos o sobrellevar la economía ante la pérdida del poder adquisitivo constante por la inflación e incremento de los costos.

 

La actividad que desempeñan en su medio de vida. Las fuentes consultadas explicaron que en muchos casos, por tener algún bien a su nombre ya “no califican” para la asistencia económica que se anuncia desde diferentes organismos del Estado, como por ejemplo el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia, que otorga 10 mil pesos a través del ANSES). O consideran que las líneas de créditos no son una opción, ya que los lleva a una decisión de acumular deuda en un escenario de incertidumbre de no saber cómo se afrontará el pago de las mismas en el futuro, si no se tiene ingreso o no se recupera la actividad.

 

En un informe especial de MisionesOnline, respondieron referentes de la Danza y los gimnasios de Posadas sobre cómo viven en su rubro en particular la actual paralización de la actividad, y cómo enfrentan la gran incertidumbre de su futuro laboral que no les permite proyectar sin apoyo económico real y urgente.

 

Mientras algunos explican que logran sostenerse agotando los pocos ahorros o recursos que aún tienen, otros consideran que “solos no podremos encontrar respuestas económicas a esta situación, ya que serán dos meses sin actividad, y en nuestra economía esto es un golpe muy duro para remontar. Además, nada volverá a ser igual después de la cuarentena en lo que respecta a las clases de danzas y turnos de gimnasia, que por razones de salud somos muy conscientes que amerita un tratamiento distinto desde nuestro rol de entrenadores y promotores de la danza y la cultura misionera”, explicaron, con opiniones coincidentes varios de los entrevistados.

 

Foto archivo: Gimnasio EIGA, febrero 2020. 

Cero activos en gimnasia artística

El profesor Sergio John es director de EIGA (Escuela Integral de Gimnasia Artística), con una trayectoria profesional de 21 años en la actividad y 17 años desde la creación de la escuela. En estos momentos, y desde el lunes 16 de marzo, mantiene cerrado su local.

“Las consecuencias de la cuarentena son varias, ya que además de no estar en actividad, tampoco sabemos si habrá repunte una vez que se levanten las restricciones. Por otra parte, además de tener que trabajar en forma responsable en darles garantías a los padres y alumnos sobre cómo se deberá entrenar a sus hijos para evitar riesgos por el virus, hay muchos de nuestros clientes que son independientes, y en estas semanas también vieron resentidas sus finanzas. Nadie sabe qué pasará en mayo y junio. Creo que llevará tiempo recuperarse”, analiza el profesor.

 

En lo personal, con su escuela arrancó este año con normalidad en la actividad, con la movida habitual y manejando el grupo estable de alumnos y nuevos inscriptos. “Teníamos muchas expectativas, en promedio tengo un número de 200 chicos, trabajo más con grupos infantiles y juveniles que adultos. Teníamos el calendario de competencias y torneos definidos, pero todo quedó suspendido”, comentó.

“El jueves 12 de marzo anunciaron a los padres la suspensión de clases de la escuela, nosotros esperamos la informacion oficial y cerramos también. Estimamos que sería por poco tiempo, pero todo se extendió, complicando la situación para todos. Esto es una cadena, y si se debilita una parte, nos afecta a todos”, sostuvo Sergio.

 

La cuarentena lleva casi cinco semanas en la provincia y en mayo se espera que continúen las restricciones. “Estamos atentos al día a día, tanto para los gimnasios de entrenamiento físico como para las escuelas de Danzas, ya que estoy en contacto con otros colegas y propietarios. Hay mucha incertidumbre, y es solo estar atentos a las novedades, semana a semana, aunque es angustiante la situación económica de muchos trabajadores en el rubro”, dijo el profesor.

 

El Gym de EIGA se ubica por Av. Buchardo (casi Av. Uruguay), y funciona en un local alquilado. Este mes el profesional llegó con los justo para pagar el alquiler, gracias al apoyo de los padres de sus alumnos. “El propietario del local siempre cobra entre el 5 al 10 del mes, pero ahora me esperó un poco más ante la situación. Es un costo que aunque no tengamos actividad, igual debemos afrontar si no queremos perder el local. Logré llegar con lo justo y este jueves alcancé a juntar para pagar el alquiler de abril”, expresó Sergio, reflejando que a pesar de la crisis y no poder trabajar, igualmente deben hacer frente a los alquileres.

 

Como profesional independiente y monotributista que supera la categoría A y B, no cumple con los requisitos establecidos por el Estado Nacional para percibir el subsidio de 10 mil pesos en algo le ayude a sobrellevar la situación. “Los costos por servicios, alquiler, impuestos, AFIP, o deudas ya contraídas, hay que cancelarlas de alguna manera, porque siempre está la letra chica, donde aparecen los intereses o las consecuencias por no pagar. Es decir que el sistema funciona como si estuviera funcionando todo normal, porque por más que flexibilicen los tiempos, las prorrogas de fechas de pagos, con cero activos, igual tenemos que pagar todo. La verdad que es complicado, porque es solo acumular deudas”, apuntó.

 

Consideró que el trabajador independiente aún no encontró dar visibilidad a la situación de vulnerabilidad económica que enfrenta. “Si bien vemos que lanzaron algunas líneas de ayuda económica para contener algunos sectores sociales, en mi caso aún la ayuda no llega. Y también tengo la escuela cerrada ¿cómo hago para insertarme en alguna ayuda del Estado? No estamos trabajando, no se puede, y me parece bien por la salud, pero la verdad es que te trabaja mucho la cabeza pensando en cómo saldremos de esta situación”, expresó el director del EIGA.

 

El profesor destacó en este contexto el apoyo de los padres de sus alumnos, ya que siguen abonando la cuota de abril, a pesar del contexto, como si todo siguiera en la escuela. “Pagan la cuota para apoyarnos y pasar este momento, y eso por lo menos me permite hacer frente al alquiler del salón. Creo que esa es la clave en este momento, ayudarse entre todos, ser solidarios para sostener la cadena”, expresa Sergio con esperanza de que todo pronto se encamine.

De igual forma, la incertidumbre sobre como seguirá en mayo es algo que preocupa mucho en el grupo de profesionales independientes, con quienes está en permanente contacto.

 

“No saber qué pasará en los próximos meses limita mucho. Por el momento, en mi caso cuento con la asistencia en tecnología de mis hijas, que me ayudan con la grabación de videos tutoriales que les comparto a los padres de los chicos para que se mantengan en actividad. Acompañado los audiovisuales cortos con un instructivo básico, ya que deben hacer la actividad en forma supervisada de los padres, como las clases virtuales de la escuela. En mi rubro, que es gimnasia artística, lo presencial, más aún tratándose de niños y niñas, es muy difícil de reemplazar”, señaló el profesional.

 

En su opinión, las clases virtuales son complementarias para salir del paso en este momento de cuarentena, hasta volver a la actividad. “El regreso sin dudas será diferente, tendremos que regirnos a un protocolo de Salud y Seguridad Laboral, ya que trabajo con niños y niñas. En mi gimnasio ya tenía un punto a favor al cambiarme de local y contar con mayor espacio, además de implementar como hábito algunas cuestiones de higiene y cuidado personal, que ahora sin dudas se reforzarán”, añadió.

 

En esta línea, se mantiene informado y atento a las normativas oficiales. El profesional consideró que “ante la situación tan extrema como es la pandemia de coronavirus, nadie puede adjudicarse tampoco ni trayectoria ni conocimiento para tomar decisiones individuales, sino que hay que entender que lo mejor es acatar las disposiciones de los organismos de gobierno. Tenemos los meses de abril y mayo perdidos económicamente, pero igualmente voy a esperar las disposiciones oficiales para tomar decisiones sobre el futuro, en esto es un día a día, y mientras tanto solo queda ayudarse entre todos”, fue el mensaje que transmitió el titular del EIGA.

 

Las situaciones que se presentan son extremas, entre unos y otros, ya que son los menos los que lograron que sus clientes mantengan el pago de la cuota en este período de cuarentena. En general, los activos son nulos, y varios explican que no podrán hacer frente a los costos de alquileres, servicios o sueldos en abril y mayo. “Todas las inmobiliarias o propietarios de locales están cobrando el alquiler, o aceptan cuotas o prórrogas, pero hay que pagar. Esto obliga a tomar decisiones, porque sin ingresos, es solo acumular deudas, para cerrar en mayo o en octubre, pero con más costos a los actuales. Realmente es crítica nuestra situación, porque entendemos que no podemos trabajar, pero de algo tenemos que vivir, y no tenemos respuestas de nadie”, agregó por su parte Lourdes Giménez (33), que ya decidió bajar las persianas.

 

Es profesora de Educación Física, emprendedora, que se independizó hace 4 años creando su propia academia “Evolución Gimnasia Artística Femenina y Masculina”, en Posadas.

Este mes ya decidió cerrar la escuela debido a los costos económicos para sostenerse, ya que no cuenta con alumnos y no puede hacer frente a los costos del alquiler del local. “Venía de arrastrar años difíciles en lo que respecta a la economía para hacer frente a los costos fijos, lo que sumado a la pandemia terminó por liquidar mi pequeña estructura.  Sin trabajar no puedo sostener un alquiler. Abril sin ingresos y mayo sin saber que va a pasar, lo único que puedo hacer es cerrar la escuela”, expresó con una clara angustia la profesora.

 

El año pasado había invertido en mudarse a un nuevo local. El promedio de alumnos que movía era de 60 a 70 en el año, con altas y bajas, pero había proyecciones con alumnas que entrenaba de alto rendimiento y que habían logrado elevar el nivel en competencias nacionales de gimnasia artística en 2019. “Este año todo cambió, se suspendió el calendario nacional y provincial, y creo habrá que esperar al 2021 para reorganizarse”, agregó Giménez frente a la incertidumbre actual.

 

Ante las pocas posibilidades de planificar, con ausencia del Estado en contención para los profesionales independientes, debía tomar decisiones. “No califico para que me beneficien con el IFE por 10 mil pesos porque estoy registrada como Categoría C en el Monotributo, y el criterio que tienen para otorgar la ayuda en esta emergencia se aleja bastante de la realidad, porque mis ingresos hoy están afectados por la falta de actividad, más allá que cuente con otro ingreso como profesora. La realidad es que no tenemos respuestas de nadie para contener esta situación”, indicó en la entrevista con Misiones Online.

 

Lourdes considera, además, que el regreso a las actividades en el rubro serán “complicadas” ya que trabajan con el cuerpo y el contacto físico. “Habrá que tomar nuevos recaudos, esperar a ver que dicen los organismos oficiales de Salud y adaptar nuestras rutinas al nuevo escenario. Sumado a que, en mi caso, en gimnasia artística se trabaja con niños y niñas, por lo que la vuelta a clases seguramente vendrá acompañada de superar los miedos de los padres. No sé realmente cómo será todo, pero imagino mu y distinto”, sostuvo la profesional.

 

Paralelamente, se mostró solidaria con sus colegas, ya que aseveró que “conozco a muchos entrenadores, profesores, coreógrafos, que no están en el sistema formal, que no tienen otro ingreso que su actividad en forma independiente, y creo que este segmento no es atendido por la política misionera. Hay que mirar este segmento, de quienes no tienen otro ingreso y brindar alguna asistencia o algún subsidio, porque realmente se quedaron sin nada. No pueden trabajar y no hay otra forma de que les ingrese dinero si no es con ayuda del Estado en estos momentos”, explicó.

 

Danzas Urbanas, innovando con miras al 2021

Algunas academias de danzas ya han decidió cerrar este año sus puertas, otras se esfuerzan por afrontar la cuarentena, aquellos que tienen un local propio y algún otro ingreso del Estado pueden sostenerse en mejor posición, mientras que hay todo un universo que comenzaron a innovar con clases virtuales -aquellos que estaban familiarizados con la tecnología y contaban con los recursos técnicos para ellos- y que vieron con esto una alternativa para mantenerse vigente y en contacto con su comunidad.

La realidad es que la actividad en el rubro de las Danzas podría recuperarse en forma progresiva, pero los profesionales independientes explican que tratar de sostener estructuras es solo acumular deudas porque “no sabemos lo que va a pasar, ni cómo vamos a pagar”, señaló el director de DaVinci, Centro Integral de Disciplinas, Gustavo Escobar.

 

“El alquiler a todos nos exigen pagarlo, ahora o más adelante. Eso se convierte en deuda imposible de afrontar frente a cero ingresos en abril y mayo, donde hay un decreto nacional y provincial, no se puede trabajar. Entonces, si vivimos del ingreso de nuestras clases, no tenemos idea de dónde pretenden que generemos ingresos para afrontar esta crisis, sin ayuda no podremos”, recalca el coreógrafo de Danzas Urbanas.

 

En este segmento de pequeños emprendimientos, que no tienen espalda financiera para aguantar hasta que “pase” la pandemia, inevitablemente lo que se analiza es el cierre de varias academias. “Esta es la realidad de los gimnasios y academias de Danzas de Posadas, y seguramente de toda la provincia. Lastimosamente ya nos encontramos vendiendo equipos, otros ya están cerrando. Sin ingresos, y con los próximos meses sin saber cómo se presentará el escenario, donde en general la gente no tiene dinero o no se animará a exponerse por su salud por un buen tiempo, será difícil pensar en un repunte este año”, opinó Escobar.

En su caso, inmediatamente de anunciada las medidas de prevención el 13 de marzo, decidió suspender las clases, ya que consideró “que la prevención ante los riesgos de la salud de la población es lo primero, aunque la cuarentena nos afecta a todos de distintas maneras, donde estamos analizando -en diálogo con otros propietarios- como seguir ante las pérdidas económicas. Los alquileres te cobran igual, aunque los propietarios e inmobiliarias saben que los gimnasios y escuelas de danzas están cerradas por la cuarentena, pero nadie dice que no van a cobrar. Es un compromiso asumido, si no pagamos ahora, tendremos que hacerlo en 180 días, y sin trabajar, no podemos hacerlo. La solución no es asumir un crédito para pagar alquileres, esto es una cadena en la que todos están mal”, señala Escobar.

 

Explicó que el rubro de escuelas de Danzas “está parado por la cuarentena hace dos meses, y mayo será igual. Por más que te permitan abrir el gimnasio, no sabemos tampoco como lo tomará la gente, ni cuál será la situación sanitaria, y la prioridad es la salud”, dijo.

 

En esa línea, consideró que “nadie sabe que va a pasar, es informarse todos los días y seguir las recomendaciones oficiales, en un contexto de incertidumbre donde no podemos asumir deudas de 150 mil pesos de alquiler por un espacio no ocupado en tres meses o más, ante la emergencia sanitaria. No estamos activos, está prohibido trabajar por prevención de la salud de la comunidad, pero las cuentas igual estamos obligados a pagar. Cuando uno es independiente, y no se tiene otro ingreso, la verdad que se te parte la cabeza pensar cómo se podrá seguir. Todos los proyectos que se tenían en marcha se vieron afectados, y nuestros alumnos y sus familias tampoco la están pasando bien. No podemos saber cuándo se volverá a trabajar ni si retomarán las clases de Danzas Urbanas, como es mi caso, porque todos estamos afectados. Hay que aceptar la realidad, para encontrar soluciones, y considero que no todos están mirando lo que realmente está sucediendo en nuestro rubro, donde hay mucho trabajadores precarizados. Esto siempre sucedió, porque nunca hubo una valorización por el trabajo en la cultura, y con la pandemia se profundizó en forma dramática la situación”, agregó el profesional.

 

En este sentido, indicó que hay una gran mayoría de los trabajadores de la Cultura que “no existen jurídicamente, no pueden justificar su existencia, estaban en actividad pero en la informalidad, y esto es porque desde hace varios años es imposible emprender en la Argentina y tomar personal o crear una Pyme. Por lo tanto, son profesionales independientes, que se han quedado sin ingresos, pero no son considerados por el sistema, cómo siempre”, recalcó.

 

Cuando arrancó el año, en la Academia DaVinci se contaba con alrededor de 150 alumnos, grupos de competencias de Infantiles, Juveniles y Adultos en Danzas Urbanas. Además, entrena a bailarines de competencias de alto rendimiento de nivel internacional, nacional y provincial. Y además, la academia misionera había lanzando en forma asociada con la Academia Vassiliev el primer programa de becas del país en formación técnica en esta disciplina con tres semanas en Nueva York, (EE.UU.). Este viaje estaba programado a concretarse en agosto, pero “todo debió postergarse o suspenderse, y estamos a la espera de analizar en los próximos meses de qué manera se reprograman los proyectos al 2021, porque esto es lo que hacemos, de esto vivimos, es nuestra vocación y de alguna manera saldremos adelante”, explicó Escobar.

 

 

Danzas Caribeñas

Diego Alfonso y Nanci Domínguez dictaban clases de danzas caribeñas en “Sabor Latino”, espacio de formación de bailarines creado desde hace 10 años en este ritmo. Además de compañeros de vida, son docentes. “Hasta el 2018 teníamos alquilado un local propio, pero por dificultades económicas, en 2019 decidimos dar clases por algunas horas, y sub-alquilamos un espacio en la Peña Itapúa. Es así que logramos asentarnos con un grupo de parejas de baile que en forma constante tomaban clases. En paralelo, mantenemos los ensayos de bailarines de competencias y eventos. Este año con la cuarentena estamos en cero actividad”, explicó Alfonso, quien admite que ya tiene en vista recuperarse recién en 2021.

 

“Nuestra danza atiende un aspecto social de la comunidad. Vienen a las clases personas que quieren aprender de la cultura y ritmos caribeños, quienes desean aprender algo diferente o por el simple hecho de disfrutar de bailar este ritmo. Pero además, asisten aquellas personas por recomendación de los médicos, para que realicen una actividad de entretenimiento. Bailar salsa o bachata ayuda al estrés, a reducir el agobio, a desenchufarse de la rutina quienes tienen una actividad laboral intensa. Por eso, tenemos más alumnos adultos, desde 25 años en adelante. Si bien es un baile de pareja, damos clases individuales, porque es una actividad física que a la vez ayude en lo emocional”, relató el profesor respecto a la disciplina a la que se dedica.

 

En el año, en promedio tienen una circulación de entre 40 a 50 alumnos. “Pero por la pandemia no se puede trabajar. Acatamos todas las recomendaciones oficiales, y nos preocupa nuestro futuro, más allá que no era nuestra fuente de ingreso principal -ambos somos docentes-, la realidad es que las clases nos permiten generar recursos extras para poder sobrellevar nuestros gastos y nuestros proyectos”, indicó el bailarín.

 

Este año habían arrancado muy bien en inscripciones, y como el 2020 era el año del décimo aniversario de la creación de la academia de danzas Sabor Latino, proyectaban eventos para festejar en forma “memorable”. Sin embargo, la cuarentena cambió todos los planes. “Nunca imaginamos esto. La realidad es que nos cambio todo. Es nuestra actividad, el sistema presencial es fundamental. Publicamos algunas clases online durante estas semanas que no podemos trabajar, pero lo básico para estar en contacto con nuestros alumnos, ya que no estábamos preparados cuando se suspendieron las actividades como para emprender algo comercial. Por el momento solo hacemos algo virtual para salir del paso, pero es un nicho de mucha competencia en internet. En Posadas podemos ser profesores reconocidos en esta danza, pero online somos uno más en el mundo, la competencia en el rubro es muy exigente. Estamos analizando que propuestas encarar para ofrecer algo atractivo, pero eso demanda tiempo y preparación. Ahora, sin poder trabajar estamos sin ingresos por las clases”, explicó.

 

Con respecto al futuro, admitió que el regreso a las actividades será con mucha cautela: “Estudiaremos los protocolos a los que seguramente las academias de danzas tendremos que ajustarnos por razones de prevención y cuidado de la salud. Esperamos las recomendaciones que emitan los organismos oficiales, y nos adaptarnos a ellos”, sostuvo Alfonso.

Respecto a la contención económica por parte de los organismos del Estado para enfrentar estos meses sin actividad, dijo que hay muchas intenciones, pero que aún encontró un instrumento de apoyo para su situación personal. “Todos hacen lo que pueden, se comunicaron conmigo desde la provincia y entiendo se encuentran trabajando, hay intenciones de ayudar, creo nadie estaba preparado para todo esto”, reflexionó el profesional.

 

 

Gimnasios “sin oxigeno” para seguir, esperan aprobación oficial de un protocolo para retomar actividades

Por su parte, en diálogo con Gabriel Leguía,  integrante de la Federación Internacional de Fisicoculturismo y personal trainers con más de 20 años trayectoria profesional, es un trabajador independiente y actual vocero de un grupo de más de 100 propietarios de gimnasios de entrenamiento físico de Posadas. En la entrevista con Misiones Online se refirió a la crítica situación que enfrentan en el rubro y fundamentó la propuesta elevada al gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, para instrumentar un estricto «Protocolo Integral de Trabajo para la Salida Administrada de la Cuarentena»,  que les permita habilitar a los locales a volver a la actividad, por lo menos en forma gradual.

“Estamos hablando de miles de entrenadores y profesores activos en la provincia, que están en el mercado informal en un gran porcentaje, pero que de alguna manera viven y dependen de esta actividad”, dijo Leguía.

“Estimamos que hay un 70% que tenía un ingreso para vivir, pero como están en la informalidad, son profesionales independientes, jóvenes profesionales o entrenadores que por la cuarentena no están trabajando. Esta es una realidad del rubro, la economía en el país desde hace tiempo es compleja, y eran mucho las que luchaban el día al día. Hay que encontrar una solución para el rubro, ya que depende de la cuota del cliente, y si se corta el ingreso, y no tienen una contención del Estado porque no figuran en el sistema, el escenario es dramático porque en mayo ya no queda oxigeno para seguir así. Estamos hablando, en algunos casos, que no tienen para alimentarse, y no estamos exagerando, esta es la realidad”, graficó el profesional, quien ha planteado su posición en diversos espacios gubernamentales para encontrar respuestas al planteo.

 

En su caso personal, es jefe de familia y mantiene a 6 personas. “Trabajo en forma privada, soy independiente, y fuí propietario de gimnasios muchos años. Conozco su realidad y entiendo que si tienen que hacer frente a los costos fijos, deben pagar el alquiler porque nadie les perdona el mes que no se trabajó y todos sabemos que en Posadas cobran al nivel de locales de Puerto Madero, es decir que hay que enfrentar costos de alquileres altísimos, aunque no tengan ingresos. Aún no hay medidas de contención del Estado en este aspecto. No les quedará otra que cerrar a muchos de ellos. ¿Y de qué vivirán en los próximos meses si ésta es su actividad, su elección de vida, su profesión?”, se preguntó Leguía.

 

Al igual que los colegas entrevistados anteriormente, el profesional no calificó para la ayuda de emergencia familiar para acceder a los 10 mil pesos. “Los requisitos que piden no permiten a muchos como yo poder acceder a ese beneficio. Si te tiene un vehículo o algún bien, ya no se califica para recibir contención del Estado hasta ahora. Estamos reclamando que revisen las medidas, porque nadie esta trabajando. Y aunque quiera vender lo poco que tengo, quién está en condiciones de comprar en este contexto», cuestionó.

 

Agregó que solo de factura de luz este mes le llegó por su vivienda a 8 mil pesos. «Vivo en Itaembé Mini. Es decir, que esa ayuda que dan de emergencia, a muchos solo les puede ayudar para que vuelva a pagar servicios públicos, porque si no se paga, es deuda. Realmente es dramático todo lo que sucede, y no encuentro otra alternativa que no sea que nos permitan que se vuelva a trabajar, aunque vengan progresivamente algunos de nuestros clientes, los que necesitan por recomendación médica, en grupos de 5 u 8 por hora, con un protocolo, pero volver a trabajar”, expresó el profesional.

 

Leguía se mostró esperanzado en el diálogo iniciado con el Gobernador que consideró la propuesta de protocolo elevada para los gimnasios de Misiones «con muy buena predisposición, me adelantó que fue planteada al ámbito nacional para su aprobación en su último viaje de esta semana. Estamos esperando las novedades, la única solución que vemos es abrir el gimnasio, con el compromiso de los propietarios de cumplir el protocolo y el control de Salud Pública”,  concluyó

En lo que va de las semanas de abril, ya serían cinco gimnasios de Posadas que decidieron cerrar su emprendimiento.

 

 

Por Patricia Escobar 

 

 

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