Héroes cotidianos: una doctora en Montecarlo divide su tiempo entre el hospital, su familia y enseñar a las comunidades Mbya cómo prevenir el coronavirus

Andrea Rohrmoser, es médica con una especialidad en salud familiar. Oriunda de Montecarlo narró cómo esta pandemia transformo sus horarios, recortó sus horas de sueño, su tiempo en familia y revivió una arritmia que ya había sido controlada. Sin embargo,  su vocación y el apoyo de su esposo e hijos, la impulsó a seguir en este camino para lograr salud de calidad para los misioneros.

Andrea Rohrmoser. Misiones Online

 

Como si fuera ayer, Andrea Rohrmoser recordó cómo respondió a las preguntas de su madre sobre el coronavirus, su  impacto en los países de China y Europa y si podría llegar a la Argentina.

 

“Recuerdo que le reté a mi mamá por escuchar esas noticias, ella tiene 70 años. Le dije que deje de hablar esas cosas, que esa enfermedad nunca iba a llegar aquí y ahora estamos en una pandemia”, dijo con una suerte de nostalgia.

 

La galena oriunda de Montecarlo narró el impacto de esta pandemia en la localidad y como pasó de ser solo una noticia sin fundamento a ser una problemática a nivel nacional.

 

Año lleno de cambios

 

Este año empezó con muchos cambios en la vida de Andrea: su hijo mayor ingresó a la Facultad de Medicina y empezaron con toda la mudanza, luego la Presidente del Concejo Deliberante de Montecarlo dejó el cargo momentáneamente por licencia y Andrea asumió. A esto se sumó esta pandemia, que modificó los planes y generó que no solo Andrea ejerza como médico, sino como consejera, maestra, etc.

 

 

«Más allá ser de jefa de área, trabajar con los abuelitos de PAMI y el hospital, todo me generó mucho estrés»

 

Y es que a inicios de esta pandemia, el desconocimiento de la población y una falta de conciencia generó mucho desorden, por ello Rohrmoser comenzó a asistir a cada una de las personas y autoridades que le consultaban sobre el covid-19.

 

“En un momento me sentí  el coronavirus mismo, porque todos pensaban que yo podía informarles los pormenores de esta enfermedad”.

 

En muchos casos las llamadas eran sobre protocolos a seguir, en otros sobre si debía reunirse con la familia o no en una fiesta de 15 años, hasta aquellos que consultaban sobre el uso del barbijo o no.

 

Vacunas a personal de Salud

 

En estos momentos tras un arduo trabajo de concientización y difusión, «la gente está tomando conciencia “. Hoy la problemática es que las personas deben ser solidarias, la especialista cuenta que muchas de ellas no entienden que , por ejemplo, la vacunación antigripal se destina prioritariamente a pacientes de alto riesgo.

 

Añadió que existen otros que creen que vacunarse los hará inmunes al covid-19.

 

“La gente cree que porque se aplica la vacuna antigripal no le va a dar coronavirus. Ahora debemos explicarle a la gente la necesidad del uso del barbijo y  hoy tuvimos una reunión en Caraguatay y lograr que entiendan cuesta mucho”.

 

Lamentó la indiferencia de algunas personas. “Hay mujeres que me dicen:  ¡que aburrida que estoy!  y yo les digo: toma mi lugar un rato, quiero ir a mi casa. Disfrutar tiempo con mis hijos”

 

Aunque la marea parece bajar en Montecarlo porque cada vez son más los que entienden la importancia de quedarse en casa, contó a Misiones Online, que “fueron momentos terribles , días en que contestaban el teléfono todo el tiempo”.

 

Recordó una publicación de su hijo en Instagram donde pedía que entiendan que su madre trabaja muy duro y solicitaba a la población que se quede en sus casas.

 

 

«Tengo una familia y un marido que me reapoyan y eso es fundamental y sin eso no se puede hacer nada de lo que se hace»

Aldeas

Todos los viernes visita las aldeas aborígenes, entre Eldoradito, Yaka Pora, Pasarela, Isla, Anta y Guabirami.

 

«Fui a las comunidades y les expliqué de qué se traba el coronavirus . Fui con barbijo. Les conté de dónde venía y las medidas que debían tomar. Que no recibieran visitas de otras comunidades y que si salían no salgan con todos sus hijos».

 

 

Precisó que ellos viven a mucha distancia del pueblo, una de ellas lleva de camino de tierra 100 kilómetros de ida y vuelta. «Ellos te escuchan atentamente, algunos no entienden correctamente el castellano, pero la promotora se encarga de contarles en guaraní lo que yo estaba hablando».

 

Esta es otra de las acciones que realiza Andrea en tiempos de cuarentena y es que según narra, mientras algunos se aburren en casa por solo quedarse encerrados con sus familias, otros profesionales y trabajadores desearían pasar más tiempo con ellos.

 

SPM

 

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