Camila y Sebastián son enfermeros y con los grandes cambios que generó esta pandemia del coronavirus, también su actividad diaria se vio alterada, ahora en turnos de ocho horas que van alterando con sus compañeros deben cuidar el ingreso a la Guardia del Sanatorio Boratti sobre calle San Luis, a pocos metros de avenida Mitre.
Uno de los cambios que se dieron con motivo de la emergencia sanitaria y la cuarentena obligatoria, es el de las guardias de hospitales y sanatorios donde ya no se puede concurrir libremente como en épocas normales, solo se admiten casos realmente serios que requieran de la atención urgente.
Habitualmente uno concurría a la guardia de un sanatorio e ingresaba directamente, allí en la mesa de entradas le tomaban los datos y el motivo por el cual concurrieron, derivándolo al médico de guardia de acuerdo a la dolencia o síntomas que presentaba.
En medio de la pandemia, los mencionados Camila y Sabastián, en su turno y sus colegas en los suyos que cubren las 24 horas en la puerta de la Guardia casi sobre la vereda, donde, además de tomarles la temperatura con los ya conocidos termómetros electrónicos, toman sus datos y motivo de la concurrencia a la Guardia y pasan los datos al jefe de guardia quien determina si es factible y justificado el ingreso del paciente.
Ellos son quienes le ponen el cuerpo al cuidado de las nuevas normas que rigen para que el covid 19 no se expanda y lo mantengamos controlado entre todos, no hay que concurrir a las guardias de los sanatorios con síntomas sospechosos de coronavirus (en estos casos llamar al 107) y solamente por casos que realmente justifiquen una atención médica urgente.
EP/E.J.
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