Coronavirus: un médico argentino en España dijo que «vivimos en ciudades fantasmas con calles desiertas»

Pablo Saavedra Genovese es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, hace 10 años vive en Valencia donde se ha formado y dedicado a la medicina de urgencias, y ejerce en el Servicio de Urgencias del Centro de Especialidades de Lliria dependiente del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia. Desde allí detalló el duro momento que vive en la primera fila de combate contra la pandemia, en uno de los países más afectados del mundo. Solicitó a los argentinos que cumplan las medidas de prevención de forma drástica.

 

El coronavirus Covid-19, cuyos primeros casos se detectaron en China en diciembre de 2019, se ha extendido a más de 190 países y la infección ya ha superado los 930.000 casos en todo el mundo, con más de 45.000 muertos. En España, hay más de 130.000 casos de coronavirus y más de 13.000 muertos, siendo el tercer país más afectado después de Estados Unidos e Italia. Y es junto a Italia el país que mayor cantidad de fallecidos presenta por esta enfermedad.

 

En este marco Misiones Online dialogó con un joven médico argentino radicado en Valencia, que relató cómo vive esta pandemia en la primera fila de combate contra la pandemia, en uno de los países más afectados del mundo.

 

Periodista: ¿Por la pandemia hay restricciones para movilizarse en Valencia? 

Médico: Desde hace 2 semanas vivimos en España en “estado de alerta” esto se traduce en restricciones que obligan a la población a permanecer confinada en su domicilio y contar únicamente con recursos básicos y sus cadenas de producción. Vivimos en ciudades fantasmas con calles desiertas. 

 

Están prohibidas las reuniones y los desplazamientos no justificados. Se imponen sanciones económicas, pudiendo haber suspensión de cargos a los funcionarios e incluso penas de cárcel.

 

Los primeros días tras decretarse el confinamiento se produjo una avalancha de personas que desabastecieron los supermercados en un desenfreno histérico e irracional que sólo logró multiplicar el número de contagios y mostrar, de una forma vergonzosa, el rudimentario comportamiento de parte de la sociedad. Esta situación se resolvió rápidamente.

 

 

P: ¿Hubo muchos afectados en tu zona? ¿Cuál es la situación que ves a diario en el hospital? 

 

M: La situación en urgencias ha cambiado radicalmente. Se está llevando a cabo una “medicina de guerra” teniéndose que aplicar una “ética utilitarista” por limitación extrema de recursos. Esto quiere decir que los recursos se destinan al paciente con más posibilidades de conseguir mejores resultados. Así por ejemplo, en algunas regiones ha descendido la edad de corte para poder acceder a un sistema de ventilación mecánica invasiva (respiradores). O para dar otro ejemplo; si se libera una cama y hay que elegir a un paciente, se elige al que tenga más probabilidades de sobrevivir.

 

Se han ampliado y habilitado camas para pacientes críticos en otros servicios de los propios hospitales. También se derivan pacientes que requirieren respiradores de un hospital a otro según disponibilidad.

 

Y además de la carga emocional de haber elegido desarrollar mi carrera profesional lejos de mi familia (que están en Misiones y Mendoza- Argentina), vivo el sufrimiento de compañeros de trabajo y pacientes que están perdiendo a sus seres queridos.

 

A muchos de los enfermos se los deja morir por falta de recursos. Entre estos se encuentran los pacientes de residencias de ancianos. Esto es realmente muy duro.

 

P: ¿Cuáles son los recaudos que toman como médicos para no contagiarse? 

 

M: A nivel de consultas externas de especialidades y clínica general se han sustituido prácticamente la totalidad de las consultas presenciales por consultas telefónicas, la gran mayoría de ellas de pacientes preocupados por la aparición de síntomas que pueden ser causados por el virus.

 

Nos regimos por protocolos que se van actualizando casi a diario y que en contados casos, y muy a nuestro pesar, no los cumplen ni los propios centros coordinadores de urgencias. A los pacientes con sospecha de contagio y que presentan síntomas leves se los asiste telefónicamente. Se les pauta tratamiento sintomático mediante el sistema informático, medicamentos que pueden retirar inmediatamente de las farmacias. Se les realiza un seguimiento también telefónico cada día o cada dos días, según el caso particular hasta la desaparición de los síntomas.

 

Se dan pautas de aislamiento y se deriva según criterios de gravedad preestablecidos a aquellos pacientes que requieren ingreso hospitalario, existiendo unidades de transporte acondicionadas para tal fin.

 

Aunque también es justo decir que en no pocas ocasiones estas unidades no están correctamente acondicionadas, exponiéndose peligrosamente a los conductores y técnicos sanitarios implicados. Para los pacientes hospitalizados, además del soporte respiratorio se están probando terapias combinadas sin evidencia clara por el momento (Hidroxicloroquina + Azitromicina +/- Interferon B1b +/- Tocilizumab).

 

Es vital seguir las órdenes de aislamiento que se han impuesto porque permanecer en casa es uno de los pilares para afrontar esta catástrofe. Los otros dos pilares los constituyen el aislamiento estricto adecuado (hoteles medicalizados por dar un ejemplo para pacientes positivos asintomáticos) y la realización de tests diagnósticos de forma masiva. Por desgracia actualmente no disponemos ni de hoteles ni de tests.

 

Cabe resaltar que si no se hacen los tests, el único dato cierto es el número de fallecidos y si no se aísla correctamente a los casos sospechosos la curva de contagios crece exponencialmente.

P: ¿Crees que en Argentina se tomaron buenas medidas para frenar la expansión de la pandemia?

M: Con respecto a la gestión en Argentina sólo puedo afirmar que me parecieron muy acertadas las medidas de confinamiento y cierre de fronteras de forma precoz, pero conociendo la idiosincrasia de mi país, me da miedo cuando se combinen el frío y la pobreza. Espero que la población entienda que lo que está pasando aquí muy probablemente ocurra allí en breve, por lo que los exhorto a cumplir las medidas de forma drástica.

 

P: ¿Cómo se tomaron las medidas en España?

 

M: En España la gestión de esta crisis ha sido extremadamente negligente desde el inicio. Todas las medidas que se han ido tomando se han llevado a cabo tardíamente y de manera deficiente. Pese a las múltiples advertencias de la Unión Europea los principales dirigentes políticos alentaron a la población a movilizarse masivamente, por ejemplo a celebrar el “Día de la mujer” el pasado 8 de marzo. Y en Valencia, donde vivo, desde el 1 de marzo miles de personas se congregaban con motivo de la fiesta más importante de la ciudad (“Las Fallas”).

A nivel asistencial la carencia de equipos de protección es una constante y a fecha de hoy aún no contamos con material de protección adecuado y suficiente ni con tests para sanitarios expuestos y mucho menos para el resto de la población (convirtiéndonos a los sanitarios en una fuente importantísima de propagación de la enfermedad) Irracionalmente y contrariamente a lo que se conoce sobre la fisopatología de la enfermedad, así como también contrariamente a las recomendaciones de la OMS, tras una exposición de riesgo, si no tenes síntomas no te hacen el test y mucho menos te indican aislamiento, esto sabiendo que el pico viral ocurre al principio de la enfermedad justificando que la transmisión sea también presintomática. Considero importante resaltar que incluso el paciente curado puede continuar eliminado el virus por lo que se recomienda continuar el aislamiento hasta 2 semanas después de la desaparición de los síntomas.

 

P: ¿Algo que quieras agregar?

 

M: Me gustaría compartir el análisis de la Dra. Vallverdú. Jefa de Enfermedades Infecciosas del Hospital Arnau de Vilanova de Lérida, que dice que en las infecciones hay tres factores a tener en cuenta:

  1. Vector de contagio
  2. Morbilidad
  3. Mortalidad
  4. Vector de contagio, entre 1,5 y 2,5. Tres veces mas que la gripe. Y se contagia también durante las dos semanas de incubación, antes de tener síntomas.
  5. Morbilidad. Todos nos infectaremos en los próximos tres meses.

De cada 1000, 900 sin síntomas. Especialmente niños y jóvenes. La afectación aumenta a partir de los 50 años.

. 100 con síntomas=

. 80 como una gripe fuerte con tos, cefaleas y dolores.

. 15 con neumonias que dificultarán la respiración.

. 5 con fibrosis pulmonar. De estos morirán 3.

Tener en cuenta que en España hay una excelente sanidad, y especialmente en Cuidados Intensivos. Mejor que en Italia y mucho mejor que en China.

La gripe se contagia durante cinco meses, y hay vacuna. El COVID actua en muy poco tiempo.

De los 40.000.000 de españoles, 4.000.000 tendrán síntomas.

3.200.000 como una gripe que pasarán en casa.

600.000 requerirán ingreso hospitalario.

Y 200.000 ingreso en UCI, por fibrosis pulmonar.

Pero en España hay solo 200.000 camas hospitalarias en total (sumando pública y privada) y sólo 3.800 camas de UCI. Nuestro sistema sanitario no puede absorber tanta gente en tan poco tiempo. Las medidas están destinadas a que baje el pico, alargando la enfermedad en el tiempo (número de contagios por día). El objetivo es que al acabar el confinamiento encontremos al virus debilitado. Somos los mejores sanitarios de Europa. No lo olvidemos. (y yo añado: gestionados por una infame clase política administrativa)

P: ¿Qué le recomendás a los lectores para evitar contagiarse?

M: Es vital seguir las órdenes de aislamiento que se han impuesto porque permanecer en casa es uno de los pilares para afrontar esta catástrofe. Los otros dos pilares los constituyen el aislamiento estricto adecuado (para pacientes positivos asintomáticos o para casos que estuvieron en áreas afectadas) y la realización de tests diagnósticos de forma masiva.

 

P: ¿Alguna reflexión que nos deja esta pandemia?

M: El panorama es desalentador, son tiempos difíciles. Esta como muchas otras adversidades se alimenta de la insolidaridad, la ineptitud política y la irresponsabilidad ciudadana. Y las consecuencias económicas prometen ser devastadoras.

Todo pasa y esto también pasará pero estoy seguro que dejará una cicatriz queloidal que nos recordará las consecuencias de una pandemia que azotó a este mundo globalmente hiperconectado que estamos destruyendo.

 

PPB

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