En el primer día de apertura de las sucursales, ciento de personas esperan en las puertas y se generan varias cuadras de cola. Se pagan haberes y planes sociales.
El viernes amaneció con filas de varias cuadras en las sucursales de los bancos posadeños que reabren sus puertas en medio de la cuarentena obligatoria por el nuevo coronavirus (Covid-19) para pagar jubilaciones, pensiones y planes sociales de aquellos que no tienen tarjeta de débito.
Pese a todas las recomendaciones, en varias entidades de la capital misionera se observa que no se respeta el distanciamiento social, entre lo que se incluye una distancia mínima de dos metros de diferencia entre cada persona en las colas.
El Banco Central decidió que los organismos organismos financieros abrieran sus puertas atender la demanda de aquellas personas que, por no contar con su tarjeta de débito para usar la red de cajeros automáticos, no podían cobrar sus jubilaciones, pensiones o planes y programas sociales, como la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Coronavirus: el Gobierno nacional amplió el listado de servicios esenciales e incluyó ocho actividades
Coronavirus: empresarios valoraron la respuesta del Gobierno provincial a los planteos económicos para afrontar la actual situación
