Coronavirus: el ejército de trolls desocupados, el ego y la falta de compromiso, el combustible que propagan las Fake News y busca sembrar temor en Misiones

En los últimos días, la sociedad misionera se vio sorprendida por la propagación de una increíble cantidad de noticias falsas, y por la tremenda energía creativa puesta al servicio de la mentira, la incertidumbre y el miedo, en un momento que debería ser de tranquilidad y casi de reflexión. También, llamó la atención la velocidad de propagación de las mismas.

Para que esta combinación ocurra – cantidad de rumores falsos y rapidez de propagación-, en medio de la pandemia del Coronavirus, se dio en Misiones una penosa suma de mala intencionalidad política de quienes generan las fake news, y el tremendo ego e irresponsabilidad de quienes las propagan.

Está claro que todas las «piezas creativas» apuntan a desacreditar a los principales dirigentes y funcionarios del Gobierno de Misiones y de la Renovación misionera, y a poner en duda y desacreditar la palabra oficial, los partes médicos oficiales y el funcionamiento del Estado.

Lo increíble es que muchísima gente a la que le llega por cientos de grupos y que reproduce la información falsa, sabe y es consciente que, en medio de la Pandemia, necesitará de los cuidados de un Estado fuerte, organizado, que pueda proveerles de medicamentos, insumos, atenciones, infraestructura y logística, y recursos humanos suficientes y descansados, que puedan salvarle la vida.

Pero esa gente juega irresponsablemente con sus vidas y la de los suyos. Obligando a médicos, a profesionales y a gobernantes a gastar tiempo y energía aclarando permanentemente las cosas que no son. Aportan al desgaste y al desánimo de quienes ya están horas y horas en el frente de batalla, aunque por ahora – felizmente-, mayoritariamente realizan análisis y despejan consultas

Ya debieron pronunciarse públicamente ante la acción de los trolls al servicio de inescrupulosos, el propio Gobernador de Misiones Oscar Herrera Ahuad, y dirigentes políticos del oficialismo, magistrados y hasta empresarios.

En el Gobierno ya saben que la principal fuente generadora de Fake News en Misiones, tiene sede en la provincia de Buenos Aires, pero con ramificaciones y contactos dirigenciales en la tierra colorada, tanto en Posadas como Eldorado y otras localidades. Un ejército de trolls funcionando a pleno, la nueva «mano de obra desocupada» que dejó a centenares de personas ejercitadas para hacer operaciones y maldades desde las redes sociales. Ahora empleadas ante cualquier oportunista, actuando como verdaderos mercenarios.

 

Pero no constituyen la única fábrica de rumores

También hay energúmenos de producción provincial. La Policía ya detuvo a un par de personajes que, creyéndose escondidos en un supuesto anonimato de las redes sociales – no asistieron a clases de inteligencia artificial-, llamaban a organizar saqueos a supermercados creyendo que lo que lanzan en las redes o cuelgan en los comentarios no tienen trazabilidad, y que no los encontrarían. Ya están presos.

 

También están los oportunistas del protagonismo casual, dominados por su ego

Les cae entre manos una producción audiovisual claramente trucha, sin identificación, estremecedora, con datos alarmantes y hasta imposibles, y no aguantan el impulso de compartirlo, incluso de colgarlos en sus comentarios propios o perfiles personales de sus redes sociales. Cambian conducta, seriedad y responsabilidad, por una pizca de alimento para el ego. Por un instante, se convierten en protagonistas y hasta reciben efímero apoyo de algunos contactos casuales que les brindan comentarios que alimentan aún más la falsedad y su propio ego.

Finalmente, están los irresponsables conscientes. Lo son por gusto. Comparten memes divertidísimos, simpáticos aún en la tragedia – como los chistes de velorios-, pero en el medio -con esa errada presunción de inocencia-, reenvían partes médicos falsos, enferman a dirigentes que están sanos, aunque cualquier cuenta de las más extensas cuarentenas del mundo no le cierren, y hasta replican la fotografía de una historia clínica de un paciente, violando la ley como lo hizo quien sacó la foto inicial.

Seguramente, habrá un tiempo que acomodará las cosas. Será bueno recordar el papel que le cupo a cada protagonista de esta hora oscura de la humanidad, una verdadera tormenta en la que hasta el Papa Francisco llamó a «estar juntos», porque «estamos todos en la misma barca».

Todos los ciudadanos debemos aportar decidida y positivamente en esta tragedia. Cuando los casos se multipliquen – como todos los científicos advierten que ocurrirá-, necesitamos a médicos y gobernantes centrados sólo en lo importante. Salvar vidas. Y a todos nosotros actuando con responsabilidad, la que no se nota aún con toda la claridad que debiera.

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