Argentinos en el exterior: “Solo nos queda esperar que todo esto pase, para volver a Misiones y abrazar a la familia”, expresa el posadeño Sebastián Ramírez, desde Australia

Sebastián Ramírez (29) es de Posadas, Misiones, Argentina. Vive actualmente en Sidney, Australia. Se fue hace más de 5 años de la provincia, buscando un mejor destino y proyectando su vida en el exterior, buscando trabajo y conociendo lugares únicos del mundo en países como Nueva Zelanda, Tailandia, Malaysia, España y Francia, y ahora en Australia, donde finalmente se encuentra asentado temporalmente. En la actualidad trabaja en el rubro turístico, en el  Hostel NIght Manager en la capital australiana, uno de los sectores más golpeados por la pandemia del coronavirus en todo el mundo.

En Sidney, la crisis sanitaria por la pandemia se vive “como un leve estado de emergencia, nada  comparado con los países más afectados”, explica Sebastián en una entrevista con Misiones Online.

El reporte oficial del gobierno australiano indica al 26 de marzo, un número de 2.799 casos de coronavirus en total. Se reportaron dos nuevos fallecimientos, con un número total de 13 muertos por el virus. Además, hay 11 personas en estado grave y otras 170 personas están recuperadas. Uno de los sectores más vulnerables del país en la propagación de la enfermedad se da en las comunidades de los Pueblos Originarios, donde se encuentran en aldeas alejadas.

Fotos: Sebastián Ramirez, en imágenes de su vuelta por el mundo.

 

En ese contexto, el joven posadeño vive el presente “con mucha incertidumbre y expectativas también sobre las medidas que se van tomando desde el gobierno australiano. En mi opinión, las medidas aquí llegan tarde y no son lo rigurosas como deberían ser. Al principio el gobierno de Australia no actuó rápido y confió en la responsabilidad colectiva. La realidad es que hoy se registran más de 2.500 casos y sigue aumentando el número de contagios muy rápido”, relata el joven misionero.

Explica que en estos momentos, Australia cerró las fronteras. “El país solo recibe residentes y ciudadanos australianos que garanticen autoaislamiento por 14 días. También cerraron las fronteras para cruzar de estado a estado. Esto incluye bares, restaurantes, cines, también han ordenado cerrar y cualquier lugar o evento que concentre a más de 100 personas. El gobierno pide a la población que se quede en sus casas, pero no hay medidas contra las personas que no lo hacen. Por ello, creo que entonces no se está tomando muy en serio la situación. Creo que en los próximos días habrá nuevas medidas, y habrá cuarentena obligatoria”, consideró Sebastián frente a la situación sanitaria en Sidney.

Foto: Sebastián Ramirez, en Sidney.

Drástico impacto en el turismo y en el trabajo

La pandemia arrastra grave consecuencias en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, y en el caso personal de Sebastián afectó en forma directa ya que trabaja en el sector turístico, rubro de los más afectados en el mundo, y Australia no es la excepción.

“Trabajo de manager en un hostel en el centro de la ciudad de Sidney que suele tener más de 150 huéspedes diarios y ahora hay alrededor de 50. Esto impactó en forma directa en la reducción de las horas de trabajo. Con todo esto, cambiaron todos nuestros proyectos. Tenía planes de viajar al Norte de Australia que empieza la temporada más fuerte de turismo, y de esta forma evitaba el invierno en Sidney. Pero ahora solo queda esperar, ver qué pasa con todo esto, ser responsables hasta que todo termine lo más pronto posible”, expresó.

“Muchos amigos extranjeros debieron regresar a sus países porque se quedaron sin trabajo por la pandemia”

Sebastián, como muchas personas, cuando comenzaron a trascender las noticias de la pandemia del coronavirus y las recomendaciones extremas con aislamiento obligatorio y cuarentena ante las muertes masivas en China, admitió que “al principio de todo esto, tengo que reconocer que fui muy ingenuo, no me di cuenta de la dimensión que iba a tomar la situación en el tiempo y minimizaba todo. También un poco guiado por el entorno australiano, ya que era lo que se sentía o comentaba en general. Pero con el correr de las semanas, viendo la gravedad de los casos en otros países, me hizo ser mucho más consciente y responsable, tratando de hacer todo lo que me toca desde mi lugar. Tomando las medidas de prevención que nos aconsejan, comiendo más saludable, lavándome las manos con jabón de seguido, tratando de no llevar mis manos a la cara, quedándome en casa, saliendo solo para ir al súper a hacer compras y nada más”, describió en detalle, compartiendo a la vez en la entrevista las acciones cotidianas que todos los ciudadanos debemos adoptar.

En su trabajo, decidieron en el hostel que se trabaje con horarios reducidos, manteniendo el contacto con la gente a más de 1,5 metros y otras medidas de prevención.

“Dentro de todo, puedo decir que soy uno de los que tiene suerte en esta situación. Muchos de mis amigos se tuvieron que volver a sus respectivos países porque se quedaron sin trabajo, ya sea en los hoteles, restaurantes, etcétera. Australia es un país muy caro para vivir si no estás generando dinero, y fue uno de los momentos más tristes vividos hasta el momento, el verlos irse de esa forma”, expresó Sebastián.

Foto: Sebastián Ramirez, en Nueva Zelanda.

 

¿Cómo se ven las medidas de Argentina desde Australia?

Desde Sidney, el joven posadeño sigue atento a las noticias por Misiones Online, de lo que sucede en el mundo, el país y en particular cada acontecimiento de la provincia.

“Siempre estoy en línea viendo las noticias, trato de mantenerme informado de lo que está pasando en Argentina. En esta situación, creo que el gobierno nacional actuó rápido. Me parece que está tomando buenas decisiones, entendiendo la dimensión del virus. Los argentinos debieran escuchar y hacer lo que se les pide desde el gobierno, más aún si uno mira lo que está sucediendo en España o Italia, que fueron países muy afectados y que lastimosamente sirvieron de ejemplo para ver el alcance y la gravedad del virus si no se toman las medidas necesarias rápidamente. Espero que en el plan del gobierno estén contenidos los sectores más afectados, los que necesitan salir a la calle día a día para poder comer, y también todo el sistema sanitario”, expresó Sebastián, entre sus principales reflexiones, donde finalmente dejó un mensaje en positivo. “Hay que esperar que todo esto pase, se están haciendo las cosas para poder enfrentar y contener el virus. Pero esto también no debe hacer replantear y reflexionar sobre nuestras prioridades, nuestro sistema económico y estilo de vida. No podemos seguir igual. Este virus no hace distinciones de nacionalidades, clases sociales, culturales, ni de religiones. Afecta a todos por igual, porque al final todos somos iguales. Es así como nos tenemos que ver y reconocer. También todo esto me hace pensar en lo corta que es la vida y lo frágil que somos. Valores como la solidaridad y empatía se vuelven vitales si tenemos en cuenta que el virus afecta más a personas mayores o que vienen luchando con otras enfermedades”, sostuvo Sebastián.

De esta forma, concluyó que se debe reaccionar, dejando el egoísmo de lado. “Hay que entender que cada acción que uno haga puede afectar al otro de la peor manera, pero también de la mejor manera. Está en nosotros la decisión de cómo queremos afectar a los que nos rodean. Y también esta en nosotros de la decisión de entrar en pánico o cuidar la salud mental, ser pacientes y responsables para que todo esto termine lo más pronto posible, porque hicimos las cosas de la mejor manera posible”, reflexionó.

 

“Solo nos queda esperar que todo esto pase, para volver a Misiones y abrazar a la familia”

Otro aspecto emocional y profundo, que atraviesan quienes viven el desarraigo de los vínculos, los afectos, y sus orígenes en la tierra colorada, y frente a la valentía de buscar un proyecto de mejor vida personal, es la distancia con la familia, con los afectos, con las amistades. Sumado a esto, en un presente nunca imaginado, con un mundo convulsionado ante una pandemia aún impredecible en los costos humanitarios que conllevará poder controlar este virus.

Los padres de Sebastián son Laura Escobar, reconocida por la atención al público en la sede de la av. Trincheras de San José de Municipalidad de Posadas, y Julio Ramírez, quien es chófer de colectivo de la principal línea urbana de Posadas.  «Seba», como le dicen en la familia, es el único hijo de la pareja, aunque tiene una familia numerosa de tíos, sobrinos y primos, y muchas amistades de la vida en la provincia. El tío más protector, es Matías Escobar, quien también se encuentra en el exterior, trabaja en Nueva Zelanda hace mas de 7 años, y con quien tiene mayor “cercanía” de alguna manera, que permite no sentirse tan solos del otro lado del planeta desde los afectos.

Fotos: Sebastián Ramirez y Matías Escobar, en Nueva Zelanda.

 

“¿Cómo procesas estas circunstancias lejos de la familia y de tus afectos?”, fue la pregunta del periodista. “La verdad es que uno siempre extraña a la familia, pero mucho más en estas situaciones. Me gustaría poder estar cerca para contener y recibir contención también. Pero por decisiones de la vida hoy me toca estar lejos, aunque siempre en contacto permanente gracias a la tecnología. Ahora todos tenemos que estar atentos, simplemente nos queda esperar a que todo esto pase y se faciliten los pasos fronterizos nuevamente para poder volver a Misiones,  estar cerca de la familia y abrazarlos”, fue sentido mensaje que a través de la distancia trasmitió a su gente querida en la provincia.

 

«Sigo creyendo en el paraíso. Pero ahora, al menos sé que no es un lugar que se pueda buscar. Porque no se trata de adónde vas, sino de cómo te sientes en un momento de tu vida cuando eres parte de algo.
Y si encuentras ese momento, durará para siempre». Sebastián Ramirez.

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

 

 

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