#NosQuedamosEnCasa: para quienes aman las aves, te contamos sobre la expansión de los Tuerés  en Misiones

Son pájaros muy peculiares y de presencia llamativa en bosques altos y selvas del nordeste argentino, pero a su vez poco conocidos. Las tres especies que habitan en nuestro país,  se encuentran en la provincia de Misiones.

A través de una alianza con Aves Argentinas, la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, compartimos en forma semanal algunos de los secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país, y de nuestra Maravilla Natural Argentina, la Selva Misionera. Exclusivo de Misiones Online

Los Tuerés tienen ubicación sistemática, no esta claramente definida, a tal punto que fueron considerados en guías y listados sistemáticos, como miembros de la familia Tyrannidae,  o bien, separados en un grupo como incertae sedis (expresión latina utilizada en Taxonomía para indicar la falta de  precisión para ubicar correctamente un taxón, ya sea especie o género).

Foto: Tueré Chico. Autor Marcelo Javier Wioneczak.

Se conocen tres especies, incluidas todas en un único género Tityra; y actualmente, conforman junto con los Anambés y otros (géneros Pachyramphus, Xenopsaris y Schiffornis), la familia Tityridae.

Las especies son similares entre sí,  de tamaño medio,  miden entre 16 y 21 cm de largo y pesan unos 50 a 80 gr.  Se destacan por su aspecto robusto, con un pico fuerte provisto con un gancho apical, y una cola relativamente corta.  Su plumaje es muy característico también, donde en los machos predomina el color blanco, combinado con gris y con notables partes negras que aparecen – según la especie que se trate – en forma distintiva distribuida entre la cabeza, alas y cola.

Foto: Tueré Chico. Autor Marcelo Javier Wioneczak.

Las hembras, más agrisadas o parduzcas, presentan en cambio, partes del plumaje muy estriadas de negro, variando también según la especie en cuestión. Los juveniles recuerdan a las hembras por su plumaje estriado. En las dos especies más grande aparecen además zonas desprovistas de plumas en la cara, de color rojizas.

Su comportamiento también es notable. Viven en bosques altos y selvas, prefiriendo el ecotono o áreas abiertas, con buena disposición de árboles secos y otras  perchas altas y expuestas. Tienen un vuelo potente, rápido, siempre hacia perchas altas.

Foto: Tueré chico. Autor Carlos Dietz.

Habitualmente, se los ve en parejas, pero suelen aparecer integrando bandadas mixtas, un comportamiento habitual en aves de selvas tropicales y subtropicales. Sus voces son también notables, bien audibles con tonos nasales y ásperos, como graznidos. Su alimentación es básicamente insectívora, capturando sus presas entre el follaje alto, pero agregan el consumo de pequeños frutos en forma estacional. También se ha observado que pueden atrapar pequeños reptiles en los árboles.

No es muy conocida su biología reproductiva, y para nuestro país, los datos más documentados proceden de la provincia de Formosa. Para anidar utilizan huecos, preferentemente a una altura considerable, de difícil acceso, y en árboles o ramas gruesas, ya secos. Ocupan a menudo excavaciones de Carpinteros, y en menor medida, también huecos naturales.

Fuera de la Argentina, se han registrados nidos activos de más de una especie de Tueré en huecos de un mismo árbol seco.

Una particularidad de los Tuerés, es la forma de acondicionar esos huecos para usarlos. Para esto, ambos miembros de la pareja rellenan la cavidad con el aporte de materiales vegetales, principalmente hojas secas de árboles cercanos y de los más frecuentes en el sitio, y también pecíolos y zarcillos.

De este modo, conforman un grueso acolchado, pero de estructura suelta y sin compactar los materiales. Los huevos, en número de dos o tres, son de color ocre o pardo ocráceo abundantes manchas y finas rayas más oscuras, de tonos pardo, gris oscuro y violáceo, que se concentran en el polo mayor del huevo. Esta coloración los vuelve crípticos sobre el lecho de hojas marchitas o secas. Son incubados sólo por la hembra, que tiene la peculiaridad de taparlos y esconderlos con los propios materiales del lecho, antes de dejar de incubar y salir del hueco, ya sea en forma voluntaria o ante la presencia o proximidad de un intruso y/o predador.

Foto:  Huevos de  Tueré grande. AutorAle Di Giacomo

El aporte de estos materiales mencionados, continúa durante toda la incubación, que dura entre 18 y 20 días. Los pichones son alimentados por ambos padres y pueden permanecer en el nido cerca de 30 días. Es notable el comportamiento de los pichones, que desde los primeros días de vida, ante la presencia o cercanía de intrusos (y supuestamente predadores) se ocultan por sus propios medios, de modo que quedan totalmente cubiertos por el material del nido. Lo hacen moviendo lateralmente el cuerpo y hundiéndose entre el lecho de hojas sueltas, secas o marchitas.  Permanecen allí totalmente inmóviles, tapados por varios centímetros del material.  Este comportamiento, no sería frecuente y no habría sido descripto para otros grupos de aves.

Foto: Tueré Chico. Luis Krause

El Tueré grande (Tityra cayana) y el Tueré chico (Tityra inquisitor) se distribuyen por Misiones, norte de Corrientes, y en este de las provincias de Chaco y Formosa.  Al menos, para esta última ecorregión (Chaco Húmedo), ambas especies se comportan como migrantes australes, es decir con presencia documentada entre setiembre y marzo, y son de presencia escasa. En Misiones, en algunas temporadas, suelen permanecer individuos durante el invierno.

Una historia distinta, se representa con el Tueré enamascarado (Tityra semifasciata), la especie más conocida en el Neotrópico. Su presencia en el país es reciente y fue registrado por vez primera en 2008, en un área del Parque Nacional Iguazú, Misiones.

Foto: Tueré enmascarado. Autor Nicolas Pavese

Posteriormente se han incrementado en forma notable los avistajes misioneros, y en principio, se ha sugerido que la expansión de su distribución podría vincularse a una consecuencia de las deforestaciones, así se ha hecho notar también para varias de las últimas incorporaciones a la avifauna misionera, como la Palomita escamada (Scardafella squamata), Viudita enmascarada (Fluvicola nengeta), Ratona grande (Campylorhynchus turdinus) y Fueguero oscuro (Ramphacelus carbo), cuyas poblaciones aumentaron en las localidades donde fueron registradas por vez primera y luego continuaron una expansión hacia el sur y el oeste de la provincia.

Los observadores de Misiones, y aquellos que visitan la provincia, deben estar atentos a las características específicas del Tueré enmascarado, que son fácilmente confundibles con algunas propias del Tueré grande.

Es probable entonces que registros atribuidos a este último hayan pasado desapercibidos, más aún en los últimos años, y podrían haber correspondido en realidad al Tueré enmascarado, nuevo colonizador de la tierra misionera y franca expansión.

 

 

 

Por Alejandro Di Giacomo / Aves Argentinas

Foto de portada: Sergio Moya

 

DL / PE

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