«Sexting» entre adolescentes: un fenómeno cada vez más frecuente”

Sexting es un anglicismo que proviene de la contracción de las palabras «sex» y «texting», y hace referencia a contenidos de carácter sexual, compartidos mediante el teléfono móvil.

 

Estudiosos e investigaciones en este caso  revelaron y afirman  que ésta puede ser una manera saludable para que los jóvenes exploren la sexualidad y la intimidad cuando se da de forma consensuada. El problema es cuando se coacciona, o cuando se comparten estos contenidos sin permiso. Entonces podemos estar hablando de ciberacoso, de grooming ;con todas las consecuencias que estos ciberdelitos o  práctica puede ocasionar en la salud mental de quien la padece.

Cada vez es más frecuente que los niños/as empiecen a tener celular a partir de los 10 años, por eso es importante que los padres eduquen a sus hijos/as en el sexting a partir del momento en que éstos tienen acceso a este tipo de aparatos.

Abordar el tema dentro de las conversaciones sobre la práctica de sexo seguro y la protección de su privacidad en las redes. La juventud suele pensar que los adultos son unos exagerados con respecto a la valoración de un posible riesgo, y más aún cuando hay tecnología involucrada.

Tampoco ayuda que los adultos se limiten a decir que» no hagan esto «.

Es fundamental una comunicación sincera sobre el sexting seguro con nuestros hijos. Los jóvenes necesitan tener adultos que les proporcionen información precisa».»Los mensajes de precaución sobre sexting serán más eficaces si están integrados en una educación juvenil sobre relaciones amorosas, tratando a los demás con respeto, dando opciones para responder a la presión sexual y educando en la toma de decisiones saludables sobre el comportamiento sexual».

“La forma más segura para los adolescentes es concienciarlos en que no compartan imágenes que no quieran que vean todas las personas de su escuela, su grupo social . Etc.

Los motivos por los que los adolescentes envían una imagen o un video de este tipo son variados:

  • Presión social, ganas de encajar en un entorno cada vez más sexualizado y llamar la atención del grupo. La pornografía y los contenidos eróticos son tan habituales que la participación en ellos deja de resultar extraña o peligrosa.
  • Confianza en la discreción del receptor del mensaje, que consideran su pareja “para toda la vida”.
  • Desconocimiento técnico, ya que piensan que enviando el contenido de móvil a móvil no hay peligro de que aquel se reproduzca en otros medios, cuando puede ocurrir simplemente tras la pérdida o robo del teléfono.
  • Incapacidad para percibir el riesgo o, incluso, por puro afán de transgredir las normas, sin ser conscientes de las consecuencias futuras que puede tener en su vida.

Sea cual sea la razón, los efectos que el sexting puede tener en la vida del adolescente son muy complejos, y van desde la pérdida de la privacidad y el daño de su imagen hasta la humillación por parte de aquellos que acceden a las imágenes. Esta situación puede derivar, en última instancia, en acoso, extorsiones, pederastia o grooming (acoso de un adulto al menor), si las fotografías llegan a manos de delincuentes.

  1. Trata el tema en casa. El primer paso para prevenir cualquier peligro en Internet es hablar con el adolescente sobre él, y más en el caso del sexting, que puede ser iniciativa del propio joven.Tratarlo al tema con naturalidad.
  2. Recuerda a tu hijo que debe reflexionar antes de enviar algo. La impulsividad, las hormonas y la incapacidad de percibir el riesgo pueden hacer que tus hijos, pese a comprender el riesgo de ciertas prácticas en Internet, las realicen igualmente. Antes de mandar cualquier imagen, video o contenido que piensen si les gustaría que cualquiera lo viese o qué pensarían si alguien se lo enviase a ellos.
  3. Explica que compartir o ser testigo también contribuye al sexting. Como ocurre en el acoso escolar, el papel de los testigos o los colaboradores del sexting es muy importante para detectar y cortar estas prácticas. Anima a tus hijos a reaccionar ante cualquier contenido de este tipo que reciban ellos o sus amigos, para denunciarlo y evitar su difusión. ¡ No lo produzcas ! No lo trasmitas! Y ¡ No lo provoques! .
  4. Vigila el uso que hace del móvil o la tableta. Al ser dispositivos móviles resulta mucho más difícil controlarlos que en el caso del ordenador. Limita los momentos en los que tus hijos pueden acceder al móvil y no les des total libertad para manejarlos en cualquier momento y lugar, con lo que también estarás previniendo la adicción a estos dispositivos, cada vez más frecuente entre los jóvenes. Además, mantente al día de las aplicaciones que instalan (puedes ir ampliando las posibilidades y la autonomía con la edad, la responsabilidad y la madurez) y supervisa su actividad cuando utilizan el móvil y la tableta, siempre con cercanía y comprensión. Debes respetar su privacidad pero mantenerte vigilante y, de vez en cuando, es recomendable que tengas acceso a su móvil para comprobar que todo está correcto.
  5. Comprueba su presencia en Internet.Son espacios públicos que cualquiera puede ver y es importante que, como padre o madre, estés al tanto de cómo los utilizan tus hijos. Ayúdales a configurar la privacidad de los diferentes servicios, aconséjales sobre cómo construir su reputación digital y diles que, siempre, ante cualquier problema o situación que les haga sentir incómodos, pueden hablar y contar contigo.

 

 

 

 

Fuente:https://bullyingsinfronteras.blogspot.com/2016/10/sexting

*Dra. Claudia Zalesak Directora del Comité Académico de la “Fundación Salvar “ – 3 de Febrero Nº 1536 -Posadas -Misiones -Cel 0376-4700832

 

 

 

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