Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Hay victoria en la alegría»

Debemos practicar la cultura de la alegría porque hay victoria en la alegría. La sociedad actual está repleta de placeres que dejan insatisfecho el corazón del ser humano, pero la verdadera alegría la produce el Espíritu del Creador insuflado sobre el espíritu del ser humano. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

Las industrias del entretenimiento hacen esfuerzos para traer alegría al mundo, muchas veces lo logran, pero al no contar con el Espíritu del verdadero gozo, hay otros espíritus que se cuelan y se constituye una confusión espiritual, como lo es el: “hacer lo que te viene en ganas”.

La gran pregunta del ángel en el domingo de resurrección es: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?” (Lucas 24:5). La gente muchas veces busca en la muerte lo que implica vida.

Para clarificar veremos algunos puntos:

I) VIDA DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

Hechos 2:46-47. La vida de los primeros cristianos estaba llena de alegría porque sabían que estaban haciendo lo que el Señor quería de ellos en cada momento de su día. Su alegría no dependía del estado de ánimo, ni de su salud, ni de ninguna otra causa humana; sino de la comunión y cercanía de Dios, que es el origen del gozo sobrenatural. Esta alegría sobrenatural era capaz de subsistir en medio de todas las pruebas, incluso en los momentos más duros y oscuros, como la persecución o el martirio. Una de las herencias espirituales más maravillosas que podemos dar a nuestros hijos es la alegría.

En su libro “El Pastor”, Hermas –en la mitad del siglo II- da una serie de recomendaciones a los cristianos, referentes a la importancia de evitar la tristeza y estar alegres:

• “Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste tiende a obrar el mal”.

• “Arranca, pues, de ti la tristeza y no atribules al Espíritu Santo que mora en ti, no sea que supliques a Dios en contra tuya y se aparte de ti. Porque el espíritu de Dios, que fue infundido en esa carne tuya, no soporta la tristeza ni la angustia”.

Hermanos, el cristianismo negativo de la tristeza hay que rechazarlo porque es toxico, contamina y está inspirado en el personaje más depresivo del universo, que es el demonio.

II) LA ALEGRIA ES FUERZA

Nehemías 8:10-NTV: “Nehemías continuó diciendo: Vayan y festejen con un banquete de deliciosos alimentos y bebidas dulces, y regalen porciones de comida a los que no tienen nada preparado. Este es un día sagrado delante de nuestro Señor. ¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del SEÑOR es su fuerza!”.

Fíjense que era un día sagrado y no tenía por qué ser un día triste, ¡sino todo lo contrario! Porque el Espíritu Santo se manifiesta con poder cuando hay alegría. La posición es rechazar todo sentimiento de tristeza y buscar ayuda si ese sentimiento es crónico, pues hay que tener en cuenta que la voluntad de Dios es nuestra fortaleza y nuestra victoria.

Filipenses 4:4: “Regocíjense en el Señor siempre Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!”. Pablo escribió esta epístola desde la prisión, y en ella habla de cosas sombrías, como la posibilidad de ser martirizado y derramado como sacrificio. La clave para el gozo cristiano está en su fuente, la cual es el Señor.

Si Cristo está en mí y yo en Él; esa relación no es una experiencia de a veces. El cristiano siempre está en el Señor y el Señor siempre está en el cristiano, y esa es una razón para tener gozo. Aún cuando el cristiano no puede regocijarse en sus circunstancias, puede regocijarse en Cristo.

III) ¿PUEDE EL CRISTIANO ESTAR TRISTE?

Claro que hay ocasiones donde podemos tener tristeza pero no debería durar demasiado.

Salmos 30:4-5 NTV. La palabra gozo aparece una y otra vez en las Escrituras. Por ejemplo, los Salmos están llenos de referencias al gozo. De la misma manera, en el Nuevo Testamento leemos que el gozo es un componente fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22), lo que significa que es una virtud del mismo Dios y por lo tanto debemos tenerla aquellos que somos sus hijos.

Salmos 66:1 NTV. La iglesia del Señor debe ser una iglesia llena de júbilo, gozo y alegría.

IV) LA ALEGRIA Y LA SALUD

Salmos 118:13-17: “Mis enemigos hicieron todo lo posible para matarme, pero el SEÑOR me rescató. El SEÑOR es mi fuerza y mi canción; me ha dado la victoria. Se entonan canciones de alegría y de victoria en el campamento de los justos. ¡El fuerte brazo derecho del SEÑOR ha hecho proezas gloriosas! El fuerte brazo derecho del SEÑOR se levanta triunfante. ¡El fuerte brazo derecho del SEÑOR ha hecho proezas gloriosas! No moriré; sino que viviré para contar lo que hizo el SEÑOR”.

La risa tiene efectos beneficiosos que podemos diferenciar a nivel físico y psicológico, comenta Isabel Rodero pedagoga del Centro de Tratamiento Avanzado Psicológico. A nivel psicológico, la risa es un liberador de endorfinas, lo que hace que se generen sustancias que combaten la ansiedad y la depresión. De esta manera sonreír fomenta el estado de ánimo positivo y, por ello, generamos optimismo. También existen estudios que indican que pareciera haber una correlación entre la risa y la disminución de la enfermedad de Alzheimer.

V) LA PRUEBA DE LA FE

Habacuc 3:17-18: “Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos, ¡aun así me alegraré en el SEÑOR! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!”

Cuando profetiza esto Habacuc, ocurrían dos hechos terribles para Israel. El rey Joacim moría mientras los babilonios marchaban hacia Jerusalén, y su hijo de 18 años de edad, Joaquín, asumió el trono. A la llegada de los babilonios, Joaquín y sus asesores rindieron Jerusalén después de un corto tiempo. No fueron capaces de enfrentarse a las fuerzas caldeas, por la transición de los gobernantes, la juventud y la falta de experiencia de Joaquín.

Habacuc 1:12 NTV: “ Oh SEÑOR, mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno, ¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros! Oh SEÑOR, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos y castigarnos por nuestros muchos pecados”.

Deberíamos tener la sabia actitud de reconocer que los problemas más grandes vienen por nuestros pecados y en cualquier dificultad no echarle la culpa a nadie y menos a Dios. Debemos pensar que Dios nos ama y no perder la alegría, porque todo nos ayuda para bien.

Que Dios te bendiga y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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