Rosario: fue a bailar y lo encontraron muerto en el río Paraná

El padre del joven aseguró que fue víctima de un crimen. «Esto es un caso de racismo», denunció.

«A mí hijo lo mataron a golpes por 200 pesos», dijo el padre de Carlos Daniel Orellano, el joven de 23 años que fue a bailar el domingo pasado y fue encontrado este miércoles muerto en el río Paraná. Sus allegados sostienen que se trató de un crimen y acusan a los patovicas de un boliche de Rosario.

«Lo sacaron del VIP golpeándolo. En vez de sacarlo para la calle lo sacaron para la parte del boliche que da al río y me lo tiraron por la baranda, aparentemente, ya desvanecido porque me hijo es un excelente nadador», contó a TN Edgardo Orellano, padre del joven.

«Cayó noqueado o muerto al agua, no sé cómo cayó», señaló y agregó: «Acá hay un mensaje de racismo. Al que se cuela a la parte VIP y no pone la diferencia que tiene que poner, lo matan. Le pegaron semejante paliza para que los demás vieran qué les puede llegar a pasar si se hacen los vivos. A mi hijo lo mataron a golpes por 200 pesos y lo ahogaron, sus últimos minutos de vida fueron una tortura», describió.

«Mi hijo no era un delincuente, se recibió como maestro mayor de obra, trabajaba en una empresa a la que no faltó ni un día. Se levantaba a las 4 de la mañana y trabajaba hasta las seis de la tarde porque hacía horas extras. Fue un ejemplo de persona, de estudiante y de trabajador. Mi familia se esforzó mucho para darle lo mejor, porque nosotros somos gente pobre».

«Mataron a un chico al que le dimos lo mejor de nuestra vida y él fue lo mejor de nuestra vida también. Esto no puede quedar impune», pidió.

En tanto, el fiscal del caso, Patricio Saldutti, ordenó el traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal (IML) de la ciudad santafesina para determinar la causa de la muerte.

«No puedo dar precisiones sobre lesiones que pudiera o no pudiera tener”, dijo el fiscal, que ordenó apartar a la Policía provincial de la investigación, porque dos agentes prestaron servicios adicionales en el boliche.

Saldutti dijo que no se encontraron “rastros de sangre en el interior del boliche” aunque sí en la parte trasera del local, y que secuestró los teléfonos de los 12 patovicas, del propietario del comercio y de los dos policías adicionales.

“La gente del boliche no reconoce ningún problema esa noche”, explicó el fiscal, y señaló que secuestró las cámaras de seguridad del local y de la zona.

Denuncias contra el boliche y la policía

Edgardo Orellano denunció irregularidades en la disco «Ming» donde ocurrió todo. «No hay un solo matafuegos», dijo a TN.

«Desde el primer día hay una red de encubrimiento para tapar lo que pasó. A pesar de que la fiscal dio a primera hora de intervenir las cámaras, la policía no hizo nada hasta el día siguiente que fuimos a reclamar en los medios», aseguró.

El padre de Carlos lamentó la demora. «Se perdieron las primeros 24 horas porque, aunque la fiscal ordenó buscarlo, no hicieron nada. Entre el personal que lo golpeó hay dos policías. Entre policías se cubren, es la mafia de Rosario», indicó sobre la situación de dos agentes.

«A mí se me fue el miedo. Yo ya estoy muerto, si me prometen una bala en la cabeza no me importa. Voy a pelear hasta el final para que se termine este abuso de poder. Acá hay gente que tiene plata y se creen dueños del mundo», concluyó y adelantó que intentará entrevistarse con el presidente Alberto Fernández, que este jueves visitará Rosario.

 

(TN)

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