Sepa cómo ayudar a los niños en el «temido» primer día de clases

Desde la Universidad de la Cuenca del Plata, la psicopedagoga Graciela Beatriz Palacios brindó pautas para que este día sea especial para los escolares del hogar. Algunos consejos pueden aplicarse semanas previas al inicio de clases.

El inicio escolar es un momento importante en la vida de los niños como también en la de sus padres o tutores, sin embargo, para muchos se convierte en una pesadilla por el difícil proceso que atraviesa el pequeño de la casa.

Según la coordinadora de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad de la Cuenca del Plata en Posadas, Graciela Palacios, “es necesario que los adultos en primer lugar generemos la condiciones que favorezcan este comienzo, trabajando anticipadamente sobre estas cuestiones”, de esta manera el estudiante sobrellevará y disfrutará de esta nueva etapa.

 

 

En ese sentido, brindó algunas recomendaciones que se aplican en todas las etapas de la escolaridad y otras que responden exclusivamente a situaciones especiales como, por ejemplo, un cambio de escuela, inicio a primer grado o primer año de la secundaria. “En estos casos es importante se les anticipe algunos temas con el objetivo de que el niño se imagine en primer lugar el espacio geográfico y contexto de su nueva institución, distancia a recorrer respecto de su casa, sobre la ubicación de su grado, curso, lugar del baño, patio, persona que lo llevará y lo retirará de la escuela, horarios entre otras”.

Según la especialista, una práctica que favorece este paso y brinda seguridad para el próximo encuentro, es visitar la escuela durante los días anteriores al inicio del ciclo lectivo, ubicándolo temporespacialmente al estudiante en su próximo entorno (distancias, tiempos, duración de recorrido, personas que trabajan, entre otros).

“Recordemos que en el primer día de clases se inician también, cuestiones en relación a los vínculos con compañeros y docentes, con los conocimientos previos y los que se sumarán durante el año, conformando experiencias que generan ansiedad hasta temor en algunos casos. Los padres, tutores y adultos a cargo tenemos que brindar seguridad y tranquilidad sobre estos aspectos”.

Otra cuestión que deben considerar los adultos a cargo de niños en edad escolar es la de propiciar actividades que estimulan aprendizajes, desde un lugar no necesariamente escolarizado.

La docente de la UCP indicó que durante estas semanas y en lo posible durante todo el año, resulta una excelente actividad proponer lecturas individuales o compartidas de textos diversos, dialogando sobre los mismos, favoreciendo la argumentación oral, generando preguntas directas u otras denominadas inferenciales, “también se podrían establecer  analogías con las situaciones que el niño ha experimentado en otras actividades de su trayectoria escolar  y extra curricular tales como campamentos, colonias  de vacaciones, deportes, entre otros».

Aprovechar la tecnología

 

 

La Psicopedagoga explicó que se puede aprovechar la familiaridad de estas generaciones con la tecnología e indicó que se pueden utilizar las mismas con fines de desarrollo de conocimiento. “Es fácil contar con aplicaciones que colaboran con el desarrollo de procesos lectores necesarios para la comprensión, con actividades de resolución de situaciones problemáticas compartidas, simulaciones de investigaciones científicas, entre otras según sea el nivel educativo y madurativo del niño. Dicha utilización (de celulares o tablets) deben ser de uso controlado y con una finalidad consensuada con el menor”.

Por ello, aconsejó establecer un determinado horario en el que se les debe solicitar que apague todos los dispositivos electrónicos, con suficiente anticipación, previos al descanso. Dado que dormir las horas necesarias, favorecerá la concentración y los procesos de aprendizaje. “Muchos niños durante las primeras semanas, asisten somnolientos a las primeras horas de clases o muy desorientados con los hábitos escolares. Esto se evitaría si semanas anteriores se retoman rutinas de sueño y de alimentación, dejando lentamente de lado las prácticas propias de las vacaciones y los tiempos recreativos, explicó.

Espacio adecuado

Acondicionar el lugar donde se realizarán las tareas también es una práctica que anticipa de manera afable esta actividad a realizar durante el año escolar.  “El mismo debe ser un espacio iluminado, ordenado y que propicie la concentración, evitando realizar las tareas en espacios compartidos con el resto de la familia, con el televisor encendido o en algunos casos con la play , generando un tiempo improductivo y  altamente desgastante en relación a los vínculos con el estudiante. La supervisión del adulto es imprescindible en la escolarización de un estudiante exitoso”, explicó.

Por último, para Palacios, si el niño, niña o adolescente presenta dificultades escolares, es decir para aprender, comprender situaciones problemáticas, interpretar consignas escolares, integrarse a su grupo de pares  o incluso no logra disfrutar del aprendizaje ,es importante realizar una consulta con un profesional psicopedagogo .

 

SPM

 

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