En el inicio del ciclo lectivo del Seminario, Monseñor Martínez señaló que «un cristiano está llamado al amor»

En la fresca y bella noche del sábado 22 de febrero se celebró la misa de inicio de actividades de año del Seminario y fue presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez, quien estuvo acompañado del equipo de formadores del seminario y otros sacerdotes invitados. En esta oportunidad se dio lugar a la apertura formal a las actividades para el ciclo 2020.

La misa fue celebrada como es habitual en el patio del Seminario, lugar hasta el que llegaron diferentes «amigos del seminario» y las familias de los nuevos seminaristas. El rector Presbítero Sebastián Escalante, dio a todos la bienvenida y en especial a la comunidad de la parroquia Santa Catalina que como todos los años recibirá a los jóvenes.

La celebración eucarística fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, quien remarcó la enorme alegría que significa el ingreso de 11 nuevos seminaristas, porque es la expresión concreta del amor de Dios, lo hizo al recordar como desde hace mucho tiempo, esta actividad recibe a muchas familias, que siempre rezan, acompañan y colaboran con los jóvenes seminaristas. Además, recordó que todos los cristianos estamos llamados al amor, porque “el hombre se plenifica cuando ama y ese amor se hace caridad. El hombre egoísta se va perdiendo y se siente cada vez más solo y enojado”, dijo.

Durante la homilía Monseñor Martínez, señaló que se trata de un momento de profunda acción de gracias a Dios por el reintegro de 2 seminaristas y el ingreso de otros 9 jóvenes que respondieron de manera positiva al llamado del Señor y hoy comienzan a morir al hombre viejo para dejar nacer al hombre nuevo, y ser así instrumentos de la evangelización.

El Obispo, habló especialmente sobre el amor y el llamado que tenemos todos los cristianos de amar, pero no con un amor posesivo, sino con un amor expresado en Jesucristo.  Un amor que madura y que crece, que deja morir al hombre viejo, para vivir en Jesús, ese Jesús que nos enseña que el ojo por ojo y diente por diente, no va con el cristiano, porque nosotros debemos amar hasta a nuestros enemigos. Porque el amor es lo que nos va a permitir vivir en un mundo con más esperanza. Además, hizo especial referencia a la evolución del amor que se va dando en cada uno, desde el amor propio hasta llegar al amor que se da por los otros y en ese momento se plenifica.

Para finalizar, el Obispo pidió la oración de todos como nos enseña el Señor ya que la mies es mucha y los operarios pocos. Pidió rezar por las vocaciones sacerdotales y por los jóvenes que comienzan el camino rumbo al sacerdocio, para que puedan seguir las enseñanzas de Jesús buen pastor y comprender que sacerdocio es un llamado al amor que se dona.

Luego de la misa, se proyectó un video con imágenes sobre la vida de los seminaristas y sobre las actividades que se van a realizar durante el año. En este momento, el padre Sebastián les dio la bienvenida a cada uno de los seminaristas, los llamó por su nombre y luego llegó el momento de la foto grupal. De esta manera el grupo de jóvenes ya inició su formación durante el año, donde realizarán actividades en las diferentes parroquias, pero también tendrán diferentes clases de formación.

CP-AD

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