Alberto Fernández inauguró la puesta en valor de un centro recreativo en Ezeiza y lo bautizó “Néstor Kirchner”

Alberto Fernánez llegó, pasadas las 11, a un predio inaugurado por Juan Domingo Perón en 1949. Desde el centro recreativo Néstor Kirchner de Ezeiza, junto con varios de sus ministros y el diputado nacional Máximo Kirchner, el Presidente encabezó un acto con liturgia peronista e hizo suyas una crítica del papa Francisco sobre la «sociedad del descarte» y remarcó que «nadie sobra en la Argentina». También volvió a hacer una firme defensa de lo que fue el reciente aumento a los jubilados.

 

«Estoy muy feliz de estar aquí. Nosotros siempre pensamos una Argentina que nos contenga a todos. La teoría del descarte, de la que habla el Papa y que yo detesto, todos tenemos que tener derechos en la sociedad en la que vivimos. Primero los más necesitados, nuestra primera obligación es para los que tienen la urgencia, porque solo dándole una mano a quienes cayeron en un pozo nos podremos levantar», dijo Fernández. Lo acompañaban su pareja Fabiola Yañez, los ministros Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Eduardo De Pedro (Interior), además del hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien celebró anoche su cumpleaños.

 

«No sobra nadie en la Argentina. Esa es la dignidad que nos pusimos como premura, los que más nos preocupa son los que peor están», afirmó, en crítica velada al gobierno de Cambiemos. Al leer unos carteles de trabajadores de la empresa Cresta Roja, en conflicto desde hace varios años, afirmó: «No me olvido de ustedes compañeros, como tampoco de los jubilados, que con mucho esfuerzo estamos mejorando la situación de los que peor están».

 

Defendió así la suba de haberes de 2,3% más una suma fija de $1500 para los jubilados.

 

Fernández destacó a su vicepresidenta, tal como lo había hecho el diputado Kirchner un rato antes. «Vine a poner más igualdad en la sociedad argentina. Y tengo la tranquilidad de tener a Cristina a mi lado, acompañándome con la misma decisión», afirmó el Presidente.

 

Fernández le dio un espaldarazo al intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, a quien felciitó por la puesta en valor del predio construido en 1949.

 

Cerca del final, Fernández recordó también al expresidente Néstor Kirchner, cuyo nombre le fue asignado al predio luego de su fallecimiento. «Hay quienes piensan que sacando placas la gente se olvida. «La gente no se olvida!», gritó, emocionado.

 

«Tantas veces nos hemos vuelto a levantar, vamos a ponernos nuevamente de pie, entre todos, todas», dijo Fernández, antes de dar por finalizado el acto y dirigirse hacia el helicóptero que lo llevó de vuelta a la Casa Rosada.

 

Fuente: La Nación
DL

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