Advierten por nuevas estafas con créditos personales a través de internet y recomiendan no compartir el CBU

Las personas se encuentran con deudas por préstamos que jamás solicitaron y que fueron adquiridas a su nombre por estafadores que utilizan datos personales de las víctimas. Señalan que se han registrado casos en Misiones.

Alejandro Garzón Maceda- Radio República

 

La modalidad comenzó a emerger en el país en los últimos meses del 2019 y parece haberse instalado en la provincia con la llegada del nuevo año.  Aprovechándose del lazo familiar o con la excusa de “te hice una transferencia por error”, los estafadores solicitan créditos personales en casas online que luego deberán ser cancelados por sus víctimas.

 

El artificio se realiza a través de dos factores, los datos personales y la Clave Bancaria Uniforme (CBU) de la persona engañada.

 

En algunos casos, el estafador se aprovecha de una venta por medio de una tienda digital. Le solicita a la víctima su DNI y su CBU para realizar una compra. En otros casos, es un propio familiar o amigo el que pide ambos datos bajo el argumento de “tengo que recibir un dinero” y excusándose en la falta de una caja de ahorro propio. En ambas circunstancias el resultado es el mismo, el defraudador solicita un préstamo online simplemente aportando el CBU y la fecha de nacimiento del tercero, que termina endeudada con una financiera por un crédito que nunca pidió.

 

En una entrevista con Radio República, el director de Defensa del Consumidor de Misiones, Alejandro Garzón Maceda, señaló que en la provincia se han registrado casos anteriores y lo vinculó a un “abuso de confianza”. Para evitar caer en la trampa, el especialista aconsejó “no compartir el CBU con nadie”.

 

“Si te piden tu CBU para recibir dinero, no se lo bindes. Recomendare, mejor, que se abra una caja de ahorro (es gratuita) y que le envíen a ese lugar la plata… No hay que brindarle los datos a nadie”, destacó.

 

Maceda detalló que su oficina recibió el caso de una mujer cuya pareja había solicitado ocho créditos a su nombre. “Lastimosamente en esos casos no se puede hacer mucho, porque es difícil probar que no fue la propia víctima la que pidió el préstamo”.

 

La estafa a través de tiendas online

 

El sitio Infotechnology publicó en los últimos días el caso de una ciudadana que fue estafa con esta metodología cuando intentaba vender un producto. Según hizo público la página, Una mujer quiso vender frascos por internet a través de un importante sitio de e-commerce. Luego de unos días le llegó una respuesta, un hombre se contactó con ella por WhatsApp interesado en los productos y le propuso hacerle una transferencia por los $2.000, el precio de venta del producto en cuestión. A pedido del supuesto cliente, la mujer le pasó el DNI y el CBU para hacer la operación bancaria lo cual constituyó la primera falta. En este tipo de transferencias solo es necesario el número de CBU y ningún otro dato más.

 

A esto, el estafador vuelve a comunicarse con la persona aduciendo un envío incorrecto de dinero. En este caso, se trataba de un depósito «por error» de $15.000. La víctima, en efecto, encontró dicha transferencia en su cuenta por lo que decidió reenviar $ 13.000 tras haber cobrado los frascos. La importante diferencia es que ahora el CBU del supuesto cliente era diferente a la del envío original porque era de un banco distinto.

 

El supuesto comprador no pasó a retirar los frascos en la fecha prevista y unos días después dio de baja el pedido. Pero, además, quería que se le devolviera “sus” $2000 a través de algún canal extrabancarios (como Pago Fácil o Rapipago). El supuesto cliente proveyó un PIM (una billetera virtual que se recarga por esos canales) y el DNI.

 

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El estafador insitió fuertemente con que se le devuelva el dinero e incluso amenazó con acciones legales –contó ahora la damnificada en diálogo con Ámbito– aunque la estafada no cedió ante la presión. Había descubierto que ese PIM no se correspondía con el celular de donde se realizó el pedido y que el titular era una mujer; no un hombre, que era el cliente original.

 

Yendo más a fondo con la investigación, la estafada descubrió que los $15.000 que le había transferido “por error” aquel hombre habían sido en realidad un depósito de una financiera que ofrece créditos en el acto con sólo la presentación de un CBU y DNI, a modo de adelanto de dinero.

 

Al comunicarse con la financiera le ofrecieron la posibilida de cancelar el préstamo antes que esperar el débito mensual de las cuotas, que en total sumaban $37.000. La víctima saldó la deuda y siguió el curso legal correspondiente con el banco involucrado.

 

LD.

 

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