Aproximadamente cuatro de cada diez deportistas afirmaron haber consumido marihuana alguna vez en su vida

Un estudio del Observatorio Argentino de Drogas reveló que casi el 90% de los deportistas encuestados a nivel nacional jamás ha considerado consumir una sustancia prohibida con el fin de mejorar su rendimiento. No obstante,  el alcohol, la marihuana y el tabaco son las sustancias psicoactivas que han sido más consumidas en el último año.

 

En relación al consumo de drogas y de sustancias psicoactivas para mejorar el rendimiento,  el “ Estudio Piloto de Encuesta de Opinión de Deportistas de Nivel Competitivo Alto en Temas Relacionados con el Dopaje y el Consumo de Sustancias (2019)” del Observatorio Argentino de Drogas reveló que el 87,9% de los atletas encuestados jamás ha considerado consumir una sustancia prohibida con ese fin. No obstante, en lo largo de su vida el alcohol, la marihuana y el tabaco se posicionan como aquellas – cuyo fin no es potenciar el rendimiento- más consumidas.

 

 

Aquellos deportistas que contemplaron la posibilidad de consumirlas para mejorar su performance , reunieron al 8,3% de las respuestas y el haberlas consumido efectivamente al 0,4%.

 

 

El boletín muestra que las sustancias más consumidas alguna vez en la vida fueron los diuréticos ( 3,0%), seguidos por los beta-bloqueadores con el 2,3% . En cuanto al consumo durante el último año, los beta-bloqueadores y los diuréticos también fueron las sustancias más referidas, con el 1,9% y el 1,1%, respectivamente.

 

 

Alcohol, marihuana y tabaco

 

Respecto del consumo de sustancias psicoactivas, cuyo fin no es la mejora del rendimiento deportivo, la más consumida alguna vez en la vida fue el alcohol. El 87,9% de los encuestados refirió haberlo consumido, seguido por la marihuana (34,0%)y el tabaco (22,3%).

 

En cuanto al consumo durante el último año, estas fueron las sustancias más referidas, con el 83,4%, el 25,3% y el 15,5% respectivamente. Entre quienes consumieron alcohol en el último año, más de la mitad lo consumió más de diez veces, mientras que la marihuana fue consumida mayoritariamente menos de 10 veces en el año. Por su parte, la frecuencia de consumo de tabaco de menos de diez veces en el último año fue casi similar a aquellos que la consumieron más de 10 veces.

 

El informe concluye que resulta particularmente llamativa la magnitud del consumo de marihuana, tanto alguna vez en la vida como durante el último año. Ante esta situación sería recomendable fortalecer las acciones de prevención y educación respecto de los daños asociados con esta sustancia.

 

SPM

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