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Análisis Semanal: los caminos trazados a un mes de gobierno de Alberto Fernández y Oscar Herrera Ahuad

En su primer mes en el poder Alberto Fernández mantuvo una prolífica producción de medidas orientadas a reacomodar la economía que tuvieron buena acogida en los mercados, sin embargo la falta de avances en la renegociación de la deuda –cuestión ponderada como urgente por el propio mandatario- y la ausencia de un plan económico integral o por lo menos de un Presupuesto, mantienen cierto grado de incertidumbre. Entre sus primeros logros puede atribuirse haber ahuyentado el temor a que Argentina siguiera el rumbo de Venezuela, fantasma que había logrado instalar el macrismo merced a una sistemática campaña del miedo.

 

Lo que pudo verse hasta ahora del nuevo presidente fueron respuestas para superar la emergencia impuesta por dos deudas heredadas de la gestión de Macri, pero también de períodos anteriores: una deuda social cuyo peso puede cuantificarse en el 41% de pobreza que midió la UCA en el tercer trimestre de 2019 y una deuda financiera al borde del default que condiciona severamente a la gestión de Alberto y mantiene cerradas todas las ventanillas de crédito para Argentina.

 

El principal temor de los mercados a la hora del cambio de gobierno era que el nuevo presidente se tomara demasiado en serio algunas de sus promesas de campaña y adoptara medidas de redistribución del ingreso mucho más radicales que las que efectivamente tomó o que comprometiera las finanzas públicas para cumplir con aquello de “poner plata en los bolsillos de la gente” o castigara al sector financiero.

 

Llegada la hora de la verdad, Alberto sí tomó medidas concretas para aliviar la situación de los más necesitados, como el bono para los jubilados de la mínima y para beneficiarios de la AUH y el congelamiento de las tarifas, sin embargo también mostró voluntad de sostener el camino de reducción del déficit fiscal. Lo hizo a través del ajuste del gasto con la suspensión de la movilidad jubilatoria y a través de un incremento en la presión impositiva sobre  empresas, el campo agroexportador y las familias de las clases media y alta.

 

Más allá de que nadie puede recibir con entusiasmo un nuevo incremento de la presión impositiva en Argentina, el mercado reaccionó favorablemente ante la vocación mostrada por el nuevo presidente de hacer buena letra en lo fiscal y por escaparle al default. Con algunas fluctuaciones, el riesgo país pasó de los 2.180 puntos básicos del día anterior a la asunción de Alberto a los actuales 1.738 y la tasa de referencia de política monetaria bajó de 65% a 52% anual. Las acciones de las empresas argentinas también tuvieron variaciones positivas desde que asumió Alberto, el Merval subió 17,3% y el Bonar 2024 rebotó más de 38%.

 

Entre los actores de la economía real el panorama es de mayor incertidumbre. La batería de medidas adoptada por Fernández podrá tener un perfil social, pero no deja de ser un ajuste en tanto el Estado se quedará con más plata de los privados. En ese contexto ven complicada la posibilidad de una reactivación de la demanda en las actividades que no están relacionadas con el consumo de productos básicos.

 

Por otra parte, el férreo control que aplica el Estado sobre la oferta de dólares comenzó a generar inconvenientes con los importadores, especialmente los de una industria muy dependiente de los insumos provenientes del extranjero: la automotriz. Desde inicios de año los fabricantes de autos se vieron impedidos de ingresar autopartes, lo que los llevó al borde de parar las líneas de producción, presentaron las quejas del caso al ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, y lograron destrabar la situación.

 

Si bien desde el Gobierno atribuyeron el problema a un cambio en el sistema administrativo de monitoreo de importaciones, el percance despertó recuerdos traumáticos del último tramo del gobierno de Cristina cuando se aplicó un control de importaciones bastante discrecional y poco transparente que fue instrumentado a través de las DJAIS.

 

 El gran tema pendiente es la renegociación de la deuda de cuyo éxito dependerá en gran medida la capacidad de maniobra de Alberto. El objetivo del ministro de Economía Martín Guzmán es lograr un acuerdo con los bonistas antes de que termine marzo y que ese acuerdo le otorgue a Argentina al menos dos años de gracia en el pago de capital e intereses, una extensión en los plazos de pago y alguna quita de deuda.

 

Si logra el respaldo de un porcentaje de bonistas cercano al 90%, el Gobierno tendrá la llave para sacar al país de su aislamiento financiero y podría volver a colocar deuda a una tasa inferior al 10% anual en dólares, lo que haría mucho más factible la posibilidad de retomar el crecimiento económico relativamente rápido.

 

Misiones no aumentará impuestos

 

La situación económica de la provincia no escapa del contexto de crisis que afecta a todo el país, sin embargo el orden fiscal que supieron conservar las gestiones que precedieron a la de Oscar Herrera Ahuad le permite al nuevo mandatario planificar sin las urgencias financieras que enfrentan el presidente y otros gobernadores.

 

Mientras la Nación y varias provincias, entre ellas Buenos Aires, ya aumentaron impuestos o se aprestan a hacerlo, el secretario de Hacienda de Misiones Adolfo Safrán descartó que se vuelva a cobrar ingresos brutos a las pymes exportadoras (posibilidad que quedó abierta con la suspensión del Consenso Fiscal) y el director general de Rentas, Rodrigo Vivar, aseguró que no aumentarán las alícuotas y las valuaciones de los impuestos provinciales, a pesar de que la recaudación acumula 19 meses de caída medida en valores reales.

 

Por el contrario, el joven funcionario ratificó la moratoria vigente y el plan de descuentos del Impuesto al Parque Automotor que regirá hasta el 27 de enero, con valuaciones a septiembre de 2019. “Esto significa alivio al contribuyente, pero es una baja en la recaudación”, sostuvo.

 

Más allá de medidas puntuales, Vivar se propone cambiar la relación, por momentos conflictiva, entre el organismo recaudador provincial y los contribuyentes. Para hacerlo apunta a la desburocratización y modernización de todos los procesos y al diálogo permanente con todos los actores de la economía provincial.

 

Logística, energía y una zona impositiva diferencial

 

En su primer mes de gestión, el gobernador Oscar Herrera Ahuad supo valerse de la herencia positiva del orden fiscal, pero también logró desarrollar nuevas fortalezas en base a una relación transversal con el Gobierno nacional y los demás gobernadores.

 

Ajeno a las disputas de politiquería interna que tensionan las relaciones entre los distintos componentes del Frente de Todos, el Gobierno de Misiones trabaja sin ataduras de ningún tipo con todos los ministros nacionales y sus equipos sin distinguir entre alberistas, camporistas y massistas. El gobernador ya se reunió con seis ministros, dos de ellos (Ginés González García y Lammens) ya visitaron la provincia y un tercero lo hará en los próximos días.

 

Esa relación transversal que une al Gobierno de Misiones con el nacional abrió prospectos alentadores para una serie de reclamos que viene sosteniendo la provincia con el objetivo de tender a un modelo de desarrollo más federal que comience a corregir algunas de las asimetrías internas o a compensar a las provincias más desfavorecidas.

 

Después de una serie de intensas reuniones que comenzó prácticamente con la asunción de los nuevos mandatarios de Misiones y la Nación y de sus gabinetes, la Provincia tiene en claro las prioridades en materia de gestión Nación – Provincia. La instrumentación de una tarifa social para la electricidad que compense al menos parcialmente a Misiones por la ausencia de redes de gas natural y una disminución de la brecha cada vez más amplia que separa a los precios de los combustibles en detrimento de las provincias más alejadas del Centro, son dos reclamos puntuales que planteará el Gobierno de Oscar Herrera Ahuad a la Nación.

 

También se buscará avanzar en una solución para reducir los elevados costos de logística que afectan la competitividad del aparato productivo misionero y se volverá a plantear la posibilidad de instaurar para Misiones una zona impositiva diferencial, teniendo en cuenta su carácter de zona de frontera.

 

Otra línea de acción busca trabajar de manera integrada con el ministerio de Desarrollo Productivo de Nación para potenciar el Polo TIC en Misiones, la Escuela de Robótica y el Centro de Robótica Industrial del Parque Industrial de Posadas.

 

Otra característica saliente del primer mes de Gobierno de Herrera Ahuad pasa por un profundo refresh en distintas áreas. Se destacan los casos de la Dirección General de Rentas y el ministerio de Energía, donde se fueron verdaderos “pesos pesados”. En todos los casos, los funcionarios entrantes supieron aportar un cambio de aire y energías renovadas puestas al servicio de la función.

 

También hubo cambios en Ecología, pero no solo de nombres. En esa área el mandatario planteó el desafío de actuar antes de que los desmontes o la depredación de la fauna se produzcan y para ello anticipó que este año se capacitará a un grupo de guardaparques para que hagan tareas de inteligencia apoyados en tecnología de punta.

 

En sus primeras decisiones de Gobierno, el flamante Gobernador supo cultivar un perfil de liderazgo basado en la prudencia y regido por el sentido común, abierto a un diálogo que procure preservar o restablecer el equilibrio entre los distintos intereses en juego, sin que ello implique resignar autoridad en la toma de la decisión final.

 

Apoyo a la salud

 

La visita esta semana del Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, puso en evidencia los tempranos resultados positivos para Misiones de la nueva relación Nación – Provincia. Quien fuera ministro de Salud de Néstor Kirchner estuvo en Iguazú coordinando acciones de trabajo conjuntas junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad, ministros del NEA, intendentes y autoridades sanitarias de los países vecinos. Ratificó el compromiso de trabajar por una salud pública federal e inclusiva, pero por sobre todo, se comprometió a revertir el abandono y el desfinanciamiento de programas que caracterizó a la gestión del anterior gobierno nacional.

 

En esa línea, adelantó que finalizará las obras en el Instituto Nacional de Medicina Tropical con una inversión de 300 millones de pesos.

 

Ginés González García destacó la política sanitaria que lleva adelante el gobierno provincial que se inició en 2003 y continúa a la fecha. “Pese a las dificultades que tuvo la provincia de Misiones, ya que fue casi abandonada por el anterior gobierno nacional, mantuvo una excelente política de salud”, remarcó.

 

Destacó el trabajo de los promotores de salud; “ya que cumplen un rol fundamental. Son un ejemplo en la provincia de Misiones, trabajando en la prevención y en la detección precoz de enfermedades patológicas son fundamentales”.

 

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