Con una agenda cultural ponen en valor el “buen modo de ser y de vivir de los guaraníes”

Se trata de una iniciativa del emprendimiento El Centésimo Mono que lleva adelante la gestora cultural misionera Ivana Roth, poniendo a disposición de los misioneros y turistas un material con contenido de interés general, y cuyo nombre pone en valor el «tekó porá»: “la experiencia guaraní sentida que penetra el ser y el estar”.

“Por segundo año consecutivo, me puse a la tarea de dar forma a la materia que compone los minutos, las horas y los días. La Agenda Buen Vivir “Teko Porá” surge de la percepción de que el ciclo de los meses y los días encierra muchos otros ciclos. Que el calendario gregoriano con el cual hemos acordado regirnos (impuesto por el papa Gregorio XIII en 1582) es más el fruto de necesidades políticas, que de una observación de estos ciclos”, explica la periodista nacida en Posadas y agrega “entonces, empecé a imaginar cómo se vería en el papel una agenda que intentara reunir estos ciclos. En esa búsqueda, vino a mi mente el concepto de “Buen Vivir”, que le escuché explicar a Celio Turino, este bello ser que además es agente cultural, historiador y director de museos brasilero. Y eso terminó de dar forma a la idea”.

Buen vivir, un concepto poderoso

El Buen Vivir es nada menos que «el legado que América puede hacer al resto del mundo, por oposición al concepto de desarrollo y consumismo». Apunta a una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no sólo para el individuo. Supone una visión holística e integradora del ser humano, inmerso en la gran comunidad terrenal, que incluye -además- al aire, el agua, los suelos, las montañas, los árboles y los animales. Buen vivir es estar «en las tres armonías»:
con uno mismo
con la comunidad
con la naturaleza.
El buen vivir es un modo de vida que los guaraníes llaman tekó, «modo de ser y estar. Sistema, costumbre, hábito». Este tekó a su vez recibe varios calificativos y cualidades, siendo tal vez el primero y más importante el tekó porã: el buen modo de ser y vivir. “Ese tekó porã, más que una idea o una concepción abstracta, es experiencia sentida que penetra el ser y el estar. Estar en un lugar que no es sólo habitación, sino experiencia de vida compartida, es de suma importancia para los guaraníes».
Este concepto de los guaraníes se replica en muchas otras culturas de pueblos originarios. Es el «Sumak Kawsay» de los quechua, como cosmovisión ancestral de la vida. Es el «Shiir Waras» del pueblo Ashuar de Ecuador. Es el «Kyme Mogen» para el pueblo mapuche. El «Suma Qamaña» (vivir y convivir bien) es el ideal buscado por el hombre y la mujer andina, de los aymarás.
Es un concepto revolucionario, pues quien está en armonía consigo mismo, necesita menos cosas para estar bien. Puede percibir al prójimo como a un par. Y llegar a esa armonía es más fácil si nos conectamos con el sitio que nos alberga: la Tierra. Ponernos en contacto con los ritmos de la Tierra nos regala la paz de saber que a todo invierno le sucede una primavera, sea en el monte, sea en el alma. A confiar en la fuerza que hace crecer las semillas.
Eso espero propiciar con esta propuesta, con acento muy misionero y regional, en la que conté con el aporte de José María Barrios Hermosa para el bello diseño.

El contenido

“Consigné en estas páginas todas aquellos datos que considero importantes para manejarnos en el día a día, con un humilde intento de poner en valor al idioma guaraní”, relata Roth.
* Las cosas del Cielo: la Luna y sus fases, equinoccios y solsticios, los eclipses y el tránsito de algunos planetas traviesos.
* Los ritmos de la Tierra: Parte de la danza cósmica. Ritmos que hacen brotar la semilla bajo la superficie cuando es el momento justo. Y que también se ocupan de soltar las hojas de los árboles cuando ya es tiempo de dejar partir.
* Las costumbres que nos conectan con nuestra comunidad y con los ancestros y las fiestas populares (menos las que tienen animales muertos como protagonistas. Perdón, pero es muy fuerte).
* Los «días de» que me parecieron útiles o interesantes, en la creencia de que esos hitos que la humanidad va haciendo en el calendario van creando una huella energética en los días… y algo tienen para decirnos. Y con esa misma postura, no consignamos las efemérides relativas a enfermedades específicas, entendiendo que existen enfermos, antes que dolencias. Creyendo que hacemos crecer aquello en lo que nos enfocamos.
La agenda cuenta además con aportes de Laura Montania (máster en Acupuntura Bioenergética y Moxibustión, técnica en Kinesia Psicosomática – diseñadora en Permacultura y directora del Espacio “Pura Energía”) – Darío Feltan (Suami Budananda, maestro formador de yoga y meditación Zen, codirector de «Anauel Todoarte» – Beth Melot Frangi (astróloga y coach ontológico), Raúl Aramendy (profesor de Agroecología, Ecología Urbana y Permacultura), Ana Fiaccadori (autora del libro de recetas «Sabores regionales»), Nahir Vera con su obra “Vera de noche” en el Espacio para Artistas.

El riesgo económico
“Vale decir también que esta agenda es un salto al vacío en el sentido económico. Un riesgo que desde el espíritu emprendedor decidí asumir, atravesando temores y haciendo cálculos estratégicos. El respaldo para afrontar los costos de diseño e impresión surgen del apoyo del comercio “La Casa del Angel”, de algunas personas que comprometen la compra anticipada. El resto es el albur de la venta unitaria, a través de redes y de algunos comercios que se avienen a revender. Debo decir que quienes tuvieron la agenda en sus manos, tanto el año pasado como este año, me dan una respuesta muy positiva y eso alienta a seguir emprendiendo y creciendo en el proyecto”, cuenta una entusiasmada Roth, quien no duda de viajar al interior de la Provincia a ofrecer su producto.
Los interesados en el material, pueden escribir a El Centesimo Mono / www.centesimomono.com / cel 376 (15) 4717383, o al Instagram @buenvivir2020



Qué es el Buen vivir

«El buen vivir es un modo de vida que los guaraníes llaman tekó, «modo de ser y estar. Sistema, costumbre, hábito». Su significado fue dado ya en el primer diccionario, el Tesoro de la lengua guaraní, de 1639, por el jesuita Antonio Ruiz de Montoya; significa incluso lo que llamamos hoy cultura. Y permanece hasta hoy entre todos los guaraníes que conozco», dice el estudioso Bartomeu Melià.
«Este tekó es un concepto que rebasa la particularidad de una lengua y se constituye en referencia filosófica global. Ahora bien, este tekó a su vez recibe varios calificativos y cualidades, siendo tal vez el primero y más importante el tekó porã: el buen modo de ser y vivir. Ese tekó porã, más que una idea o una concepción abstracta, es experiencia sentida que penetra el ser y el estar. Estar en un lugar que no es sólo habitación, sino experiencia de vida compartida, es de suma importancia para los guaraníes».
El concepto de los guaraníes se replica en muchas otras culturas de pueblos originarios. Es el «Sumak Kawsay» de los quechua, como cosmovisión ancestral de la vida. Es el «Shiir Waras» del pueblo Ashuar de Ecuador. Es el «Kyme Mogen» para el pueblo mapuche. El «Suma Qamaña» (vivir y convivir bien) es el ideal buscado por el hombre y la mujer andina, de los aymarás.

Buen vivir…
…Y por qué lo creemos necesario
«Este es en un momento de urgencia histórica», dice Celio Turino, agente cultural, historiador y director de museos brasilero. «De lo que hagamos en los próximos años depende el futuro. Ya no hay vuelta atrás». Lejos de ser apocalíptico, este quiere ser un mensaje motivador. Lo que hagamos cuenta y regresar a esta idea del buen vivir es fundamental.
El Buen Vivir es nada menos que «el legado que América puede hacer al resto del mundo, por oposición al concepto de desarrollo y consumismo». Apunta a una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no sólo para el individuo. Supone una visión holística e integradora del ser humano, inmerso en la gran comunidad terrenal, que incluye -además- al aire, el agua, los suelos, las montañas, los árboles y los animales. Buen vivir es estar «en las tres armonías»:
con uno mismo
con la comunidad
con la naturaleza.
Quien está en armonía consigo mismo, necesita menos cosas para estar bien. Puede percibir al prójimo como a un par. Y llegar a esa armonía es más fácil si nos conectamos con el sitio que nos alberga: la Tierra.
Ponernos en contacto con los ritmos de la Tierra nos regala la paz de saber que a todo invierno le sucede una primavera, sea en el monte, sea en el alma. A confiar en la fuerza que hace crecer las semillas.
Eso esperamos propiciar con esta propuesta, que busca, de distintas maneras… que te conectes con vos mismo, con otros y con tu entono.
Humildemente… Aguijevete!

El pensamiento del Buen Vivir se aleja de la preocupación por consumir y acumular. La naturaleza y la comunidad proporciona todo lo que necesitamos. El Buen Vivir es estar en permanente armonía con todo, celebrando los ritos sagrados que continuamente renuevan la conexión cósmica y con Dios.

(A.S)

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