Crimen de Ersélide Dávalos: Cristina Vázquez aseguró que estuvo 11 años en prisión «por una cadena de errores de jueces y policías»

Gozando sus primeros días de libertad, luego de haber purgado 11 años de cárcel por un crimen que dice no haber cometido junto a otras dos personas, Cristina Vázquez (37) volvió negar su participación en el asesinato de la anciana Ersélide Dávalos (79 años), ocurrido el 27 de Julio de 2001 en el barrio El Palomar, y afirmó que su vinculación con el hecho surge de «una cadena de errores entre la Policía y jueces y fiscales«.

 

«Hubo una seguidilla de errores, que comenzó con mi detención por primera vez en la Policía», manifestó Vázquez, que por entonces tenía 19 años y era una chica de barrio, que le gustaba cocinar y anhelaba ser chef, además quería ser azafata en su futuro, después trunco.

 

En una entrevista exclusiva con Misiones Online, Cristina Vázquez, relató –con voz pausada– el proceso judicial por el que tuvo que atravesar  de muy joven y los 11 años cárcel que padeció por un crimen que niega haber cometido y que fue culpada sin «pruebas concretas«, junto a Cecilia Rojas y Ricardo Omar «Kolyno» Jara.

Los imputados fueron condenados  a prisión perpetua por el Tribunal Penal I de Posadas como «coautores» del atroz crimen. Si bien el asesinato de Ersélide Dávalos ocurrió el 27  de julio de 2001, el Tribunal Penal Nº 1 de Posadas llevó a cabo el juicio en el 2010, pese a que anteriormente se había dictado la falta de mérito para los tres imputados. En mayo de 2010, el Tribunal sentenció a los implicados a cadena perpetua por el delito de «homicidio calificado criminis causa”.

 

En 2013 el Superior Tribunal de Justicia de Misiones (STJ)  confirmó la pena. Dos años después la causa entró a revisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En abril de 2016, el STJ de Misiones recibió duros cuestionamientos de parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quién ordenó la revisión la sentencia en «el caso Dávalos”, que condenó «sin pruebas concretas» a Cristina Vázquez a prisión perpetua.

 

Para la Corte: «no se respetó el derecho a inocencia»

 

El STJ provincial vuelve a ratificar la condena, por lo cual la Corte Suprema de la Nación,  emite un fallo final de forma unánime el pasado jueves 26 de diciembre de 2019, absolviendo a Cristina Vázquez y Cecilia Rojas.

El máximo tribunal judicial de la Nación opinó que no se respetó el derecho a inocencia y el beneficio de la duda en la condena. Consideró además «deficitaria, sesgada y parcial» la revisión de la causa realizada por parte del STJ de la provincia de Misiones del recurso de casación presentados por las defensas de las condenadas. La Corte dice que no se probó la presencia de las imputadas en el domicilio de la occisa, como así tampoco se determinó el rol de cada una de las mujeres en el hecho, entre otras falencias

Sobre este fallo, Cristina Vázquez, se mostró «sorprendida» por la decisión de la Corte, si bien lo esperaba.»Lo que no salió en tantos años, pasó en horas», dijo, al tiempo que celebró su libertad.

 

Cristina siente que a través de la decisión de losjueces que la juzgaron «le robaron muchos años de su vida«, pasó 11 años en prisión en forma efectiva, pero mientras duró el proceso judicial después de haber ocurrido el crimen de la jubilada Dávalos, entró y salió de la alcaidía de mujeres varias veces.

 

Sobre su injusta condena, pidió que tanto los jueces, la Fiscalía y los integrantes del Superior Tribunal de Justicia «admitan sus errores» y que su caso sirva para sentar jurisprudencia y de «ejemplo para que nunca más ocurra una injusticia«.

 

Dijo no tener rencor ni espíritu revanchista, pero reclamó que desde la Justicia misionera «se puedan hacer mejor las cosas, que aprendan la lección». Adelantó que todavía no tiene pensado demandar al Estado por los años que estuvo privada de la libertad injustamente, aunque no descarta esta decisión.

 

Desde los 19 años, la vida de Cristina Vázquez no fue la misma. Tras el asesinato de su vecina Ersélide Dávalos, por la que la acusaron a través de supuestos y conjeturas a 25 años de cárcel, no pudo cumplir su sueño de ser azafata y chef. Sin embargo, hoy es libre tras un fallo a su favor de la Corte Suprema de Justicia, busca volver a los afectos de su familia en el barrio El Palomar de Posadas y proyectar su futuro.

A continuación transcribimos  la entrevista exclusiva que brindó Cristina Vázquez en los estudios de Misiones OnLine el pasado 31 de diciembre, previo  a la llegada del año nuevo:

¿Qué sentiste mientras caminabas en la Costanera de Posadas?

 

(Risas) estoy disfrutando la libertad, cada paso que doy disfruto de ella.

 

Este será un 31 de diciembre distinto, después de muchos años de pasarlo en la cárcel. ¿Cómo se vive esta fecha en los penales?

 

En la cárcel cada fin de año se renuevan esperanzas, los vínculos y más que nada, se extraña mucho a la familia y se anhela que pasen los años para dar fin a esa etapa.

 

Siempre tenés la esperanza de salir, de que el tiempo pase rápido.

 

Sí, siempre. Creo que por naturaleza humana uno anhela eso.

 

En tu primera semana libre, ¿cómo te has sentido?

 

Mi salida sembró mucha inquietud en la sociedad, en las personas y eso es bueno, porque hace que nos preguntemos y veamos cómo funciona la justicia.

 

¿Qué sentimientos afloran en vos?

 

No tengo enojo, sino mucha alegría por estar en libertad y estoy tratando de caer porque ni siquiera pasó una semana. Por sobre todos los sentimientos, incluso la de revancha y enojo, me gana la alegría de estar libre.

 

¿Sentiste alguna vez enojo con tu situación?

 

No, lo que sentí fue enojo con el sistema en sí, no hacia una persona en general.

 

¿Cuántos años tenías cuando fuiste presa?

 

Cuando se inició toda esta causa, tenía 19 años. Fui detenida tres veces y a la cuarta vez que me detienen, a los 26, allí es cuando empecé esta condena que duró 11 años. Desde los 19 a los 26 años pasé mi vida saliendo y entrando de la cárcel por la misma causa y sin pruebas. Desde el principio no las hubo, pero siempre había un «dice qué» o cualquier comentario, que les valía a los jueces como excusa para que yo vuelva a la cárcel.

 

¿Cómo viste el actuar de los jueces? ¿Por qué crees que hicieron eso?

 

Desde el principio fue la Policía, la que te arma todas las pruebas, luego fue un fiscal, un juez de instrucción, después ya pasa un tribunal. Es toda una cadena de personas involucradas, es como una seguidilla de errores que se acentúan cada vez más.

 

¿Decís que un error profundiza a otro error y que cada vez es más difícil salir de allí?

 

Sí, un error tapa a otro error.

 

¿Quién cometió ese primer error que desencadenó todo?

 

La Policía lo que hace es tomar una declaración, pero deberían haberme llevado a la comisaría a declarar, pero acá alguien dijo «creo qué» «escuché qué» solo en base a supuestos. En ese momento me detuvieron un mes, sin respetar nada. Hay otro testimonio del jardinero de la señora Dávalos que nunca se supo quién era ni se presentó al juicio y según él, «dice qué, le contaron que podría ser» yo la que asesinó a Ersélide. Ese testigo nunca más apareció.

 

¿Conocías a la víctima y a Cecilia Rojas?

 

Sí, Ersélide era mi vecina, vivía a cuatro casas. Cecilia Rojas era mi compañera del colegio.

 

¿Entraste alguna vez a la casa de la víctima?

 

No, nunca entré.

 

¿Consideras que el otro implicado «Kolynos» es el autor del crimen?

 

En realidad, si lees el fallo de lo que es la sentencia condenatoria de 25 años de prisión perpetua, no hay un autor. Somos los tres condenados por coautoría y ¿Quién fue el autor?

 

Pero a él le encontraron vendiendo las joyas…

 

Ese también fue un «dice que». El crimen de la señora quedó totalmente impune.

 

¿Por qué crees que te condenaron en este delito?

 

Según lo que dice el fallo superior de acá, fue por llevar una vida promiscua.  Juzgaban el hecho de que salga a bailar, vaya a boliches y a los 19 años…

 

LA VIDA  EN LA CÁRCEL

 

¿Cómo es la vida en la cárcel?

 

En la cárcel todo se trata de tener una vida “normal”. Se hacen compañeras, no amigas. De lo que se trata el compañerismo es de tener tolerancia y tratar de mantener una convivencia, si no aguantás al que tenés al lado, tampoco tenés que estar peleando.

 

En relación a los guardacárceles, uno crea una relación con ellos. Es como una especie de convivencia. Ellos saben que están allí y viceversa, es solo respetar las reglas.

 

En la cárcel todo se trata de tener una vida “normal”. Se hacen compañeras, no amigas. De lo que se trata el compañerismo es de tener tolerancia

 

¿Seguirás manteniendo esos vínculos?

 

Supongo que sí. De mi parte yo no quiero volver, ni siquiera pasar por la Ruta 12 ni frente a la cárcel.

 

Proyecciones y sueños

 

¿Sentís que te robaron años de tu vida?  

 

Sí, la verdad que sí. Tenía ganas también de ser azafata y no pude llegar a estudiar porque cuando estaba por hacerlo, estaba ligada a esta causa. Cuando me dictaban la falta de mérito, me recalcaban de que no estaba libre del todo.  Cuando estaba empezando a formar una nueva vida, de nuevo me volvían a detener, así fue desde mis 19 años.

 

¿Te sorprendió el fallo?

 

Sí, fue de un día para el otro. Lo que no pasó en once años, pasó en menos de 10 horas todo fue muy rápido. Ahora estoy pensando en qué voy a trabajar.

 

Antes de toda esta experiencia, ¿qué querías hacer?

 

Antes de todo esto anhelaba ser chef. Amo cocinar. En la cárcel trabajé en la cocina, en la panadería.

 

¿Tuviste algo que ver con el crimen?

 

No, ningún vínculo. Jamás tuve algo que ver.

 

¿Qué harás?  ¿demandarás al Estado?

 

Todavía no sé. Voy a pedir algún tipo de resarcimiento, pero no sé todavía. Hubo muchas organizaciones que me ayudaron como Pensamiento ¨Penal, con Indiana Guereño a la cabeza que fue ella la que presentó todos los papeles apelando a la corte, Innocent Project y Derechos Humanos. Ellos deben estudiar esto.

 

Que la Justicia de Misiones reconozcan sus errores, no estoy diciendo que lo digan públicamente, pero sí a que se comprometan a hacer las cosas mejor

 

¿Qué pensás de aquí a futuro? ¿Tenés pareja, cómo está conformada tu familia?

 

Mi familia está conformada por mi papá, mi mamá, mi hermana y mi sobrina. Estamos disfrutando esto para arrancar y ver lo que voy a hacer. Mis padres están felices y recontentos, aunque un poco cansados.

 

¿Qué mensaje le dejarías a la Sociedad y a la Justicia Misionera?

 

Que la Justicia de Misiones reconozcan sus errores, no estoy diciendo que lo digan públicamente, pero sí a que se comprometan a hacer las cosas mejor que esto sea un precedente que se aprenda la lección.

 

JAS-SPM

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