Cristina Vázquez: “Siento que me robaron años de mi vida, pero no tengo enojo, sino alegría por mi libertad”

La mujer que fue liberada por un fallo de la Corte Suprema de Justicia, ya se encuentra con su familia, donde pasará las celebraciones de Año Nuevo.  A pesar de haber sido detenida injustamente por más de una década, descarta tener sed de venganza y desea que su ingrata experiencia sea un impulso para que la Justicia Misionera, enmienda y aprenda de sus errores.

 

Desde los 19 años, la vida de Cristina Vázquez no fue la misma. Tras el asesinato de su vecina Ersélide Dávalos, por la que la acusaron a través de supuestos y conjeturas a 25 años de cárcel, no pudo cumplir su sueño de ser azafata y chef. Sin embargo, hoy es libre tras un fallo a su favor de la Corte Suprema de Justicia y pasará este nuevo año en familia, luego de más de una década de pasarla tras los garrotes de una celda. En una entrevista en Misiones Online, la joven contó sus proyecciones, anhelos y disfruto de un cálido paseo en la Costanera.

 

¿Qué sentiste mientras caminabas en la Costanera de Posadas?

 

(Risas) estoy disfrutando la libertad, cada paso que doy disfruto de ella.

 

Este será un 31 de diciembre, después de muchos años de pasarlo en la cárcel. ¿Cómo se vive esta fecha en los penales?

 

En la cárcel cada fin de año se renuevan esperanzas, los vínculos y más que nada, se extraña mucho a la familia y se anhela que pasen los años para dar fin a esa etapa.

 

Siempre tenés la esperanza de salir, de que el tiempo pase rápido.

 

Sí, siempre. Creo que por naturaleza humana uno anhela eso.

 

En tu primera semana libre, ¿cómo te has sentido?

 

Mi salida sembró mucha inquietud en la sociedad, en las personas y eso es bueno, porque hace que nos preguntemos y veamos cómo funciona la justicia.

 

¿Qué sentimientos afloran en vos?

 

No tengo enojo, sino mucha alegría por estar en libertad y estoy tratando de caer porque ni siquiera pasó una semana. Por sobre todos los sentimientos, incluso la de revancha y enojo, me gana la alegría de estar libre.

 

¿Sentiste alguna vez enojo con tu situación?

 

No, lo que sentí fue enojo con el sistema en sí, no hacia una persona en general.

 

 

Inicio del calvario

 

¿Cuántos años tenías cuando fuiste presa?

 

Cuando se inició toda esta causa, tenía 19 años. Fui detenida tres veces y a la cuarta vez que me detienen, a los 26, allí es cuando empecé esta condena que duró 11 años. Desde los 19 a los 26 años pasé mi vida saliendo y entrando de la cárcel por la misma causa y sin pruebas. Desde el principio no las hubo, pero siempre había un «dice qué» o cualquier comentario, que les valía a los jueces como excusa para que yo vuelva a la cárcel.

 

¿Cómo viste el actuar de los jueces? ¿Por qué crees que hicieron eso?

 

Desde el principio fue la Policía, la que te arma todas las pruebas, luego fue un fiscal, un juez de instrucción, después ya pasa un tribunal. Es toda una cadena de personas involucradas, es como una seguidilla de errores que se acentúan cada vez más.

 

¿Decís que un error profundiza a otro error y que cada vez es más difícil salir de allí?

 

Sí, un error tapa a otro error.

 

¿Quién cometió ese primer error que desencadenó todo?

 

La Policía lo que hace es tomar una declaración, pero deberían haberme llevado a la comisaría a declarar, pero acá alguien dijo «creo qué» «escuché qué» solo en base a supuestos. En ese momento me detuvieron un mes, sin respetar nada. Hay otro testimonio del jardinero de la señora Dávalos que nunca se supo quién era ni se presentó al juicio y según él, «dice qué, le contaron que podría ser» yo la que asesinó a Ersélida. Ese testigo nunca más apareció.

 

¿Conocías a la víctima y a Cecilia Rojas?

 

Sí, Ersélida era mi vecina, vivía a cuatro casas. Cecilia Rojas era mi compañera del colegio.

 

¿Entraste alguna vez a la casa de la víctima?

 

No, nunca entré.

 

¿Consideras que el otro implicado «Kolynos» es el auto del crimen?

 

En realidad, si lees el fallo de lo que es la sentencia condenatoria de 25 años de prisión perpetua, no hay un autor. Somos los tres condenados por coautoría y ¿Quién fue el autor?

 

Pero a él le encontraron vendiendo las joyas…

 

Ese también fue un «dice que». El crimen de la señora quedó totalmente impune.

 

¿Por qué crees que te condenaron en este delito?

 

Según lo que dice el fallo superior de acá, fue por llevar una vida promiscua.  Juzgaban el hecho de que salga a bailar, vaya a boliches y a los 19 años…

 

Etapa carcelaria

 

¿Cómo es la vida en la cárcel?

 

En la cárcel todo se trata de tener una vida “normal”. Se hacen compañeras, no amigas. De lo que se trata el compañerismo es de tener tolerancia y tratar de mantener una convivencia, si no aguantás al que tenés al lado, tampoco tenés que estar peleando.

 

En relación a los guardacárceles, uno crea una relación con ellos. Es como una especie de convivencia. Ellos saben que están allí y viceversa, es solo respetar las reglas.

 

En la cárcel todo se trata de tener una vida “normal”. Se hacen compañeras, no amigas. De lo que se trata el compañerismo es de tener tolerancia

 

¿Seguirás manteniendo esos vínculos?

 

Supongo que sí. De mi parte yo no quiero volver, ni siquiera pasar por la Ruta 12 ni frente a la cárcel.

 

Proyecciones y sueños

 

¿Sentís que te robaron años de tu vida?  

 

Sí, la verdad que sí. Tenía ganas también de ser azafata y no pude llegar a estudiar porque cuando estaba por hacerlo, estaba ligada a esta causa. Cuando me dictaban la falta de mérito, me recalcaban de que no estaba libre del todo.  Cuando estaba empezando a formar una nueva vida, de nuevo me volvían a detener, así fue desde mis 19 años.

 

¿Te sorprendió el fallo?

 

Sí, fue de un día para el otro. Lo que no pasó en once años, pasó en menos de 10 horas todo fue muy rápido. Ahora estoy pensando en qué voy a trabajar.

 

Antes de toda esta experiencia, ¿qué querías hacer?

 

Antes de todo esto anhelaba ser chef. Amo cocinar. En la cárcel trabajé en la cocina, en la panadería.

 

¿Tuviste algo que ver con el crimen?

 

No, ningún vínculo. Jamás tuve algo que ver.

 

¿Qué harás?  ¿demandarás al Estado?

 

Todavía no sé. Voy a pedir algún tipo de resarcimiento, pero no sé todavía. Hubo muchas organizaciones que me ayudaron como Pensamiento ¨Penal, con Indiana Guereño a la cabeza que fue ella la que presentó todos los papeles apelando a la corte, Innocent Project y Derechos Humanos. Ellos deben estudiar esto.

 

Que la Justicia de Misiones reconozcan sus errores, no estoy diciendo que lo digan públicamente, pero sí a que se comprometan a hacer las cosas mejor

 

¿Qué pensás de aquí a futuro? ¿Tenés pareja, cómo está conformada tu familia?

 

Mi familia está conformada por mi papá, mi mamá, mi hermana y mi sobrina. Estamos disfrutando esto para arrancar y ver lo que voy a hacer. Mis padres están felices y recontentos, aunque un poco cansados.

 

¿Qué mensaje le dejarías a la Sociedad y a la Justicia Misionera?

 

Que la Justicia de Misiones reconozcan sus errores, no estoy diciendo que lo digan públicamente, pero sí a que se comprometan a hacer las cosas mejor que esto sea un precedente que se aprenda la lección.

 

SPM

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