Irritabilidad e hiperexcitabilidad: ¿por qué se produce y cómo cuidar a nuestras mascotas durante las fiestas?

En voz de un médico veterinario te contamos por qué los animales tienen una capacidad auditiva tres veces superior a la del hombre, qué medidas de precaución tomar y la importancia de acudir a un veterinario ante el daño ocasionado.

Joaquín Segovia Matos. Radio República

Durante una entrevista con Radio República, el médico explicó por qué los perros pueden escuchar ondas en frecuencias tan bajas.

 

Para comprender el trasfondo de los fuegos artificiales, podríamos comparar un poquito la capacidad auditiva del ser humano con respecto a la del perro. Sabemos que el sonido se transmite por ondas, esas ondas se miden en megahertz. El oído humano tiene una capacidad de entre 20Hz y 20kHz, pero la de los perros está entre 20Hz y 65 kHz, por ende tiene el triple de la capacidad”, sostuvo el médico veterinario Joaquín Segovia Matos.

 

Además, explicó que la capacidad auditiva de los perros puede variar según la raza: “Algunos tienen pabellones auriculares cortos, erectos y otros tienen mucho más desarrollados los pabellones siendo más pendulares. Esto modifica la capacidad auditiva, pero el funcionamiento es el mismo”.

 

Por este motivo, explicó que los fuegos artificiales con estruendo producen irritabilidad e hiperexcitabilidad. “Tanto el gato como el perro son afectados en cierta medida. Hay estudios que indican que incluso las aves modifican su comportamiento por estos sonidos con estruendos”.

 

Ante la presencia de sangrados y heridas en los oídos o ataques convulsivos por hiperexcitabilidad, recomienda acudir inmediatamente a un veterinario.

 

Recomendaciones a la población:

 

En caso de utilizar pirotecnia, elegir las luces o fuegos artificiales sin ruido.

 

Generar un ambiente cálido para una mascota, por ejemplo: una habitación con música suave.

 

Mantener a las mascotas en actividad durante el día para que a la noche puedan dormir mejor. Si bien hay quienes eligen sedar a sus animales con medicamentos, hay que tener precauciones y consultar a un veterinario.

 

El miedo hace que las mascotas busquen salir corriendo y, para que no escapen, hay que cerrar bien las ventanas y puertas. Ante la posibilidad de que escape, es imprescindible que el animal esté identificado con una chapita con su nombre y un teléfono para localizar a los dueños.

 

Durante los ruidos, evita sobrecargar a tu perro o gato con mimos, abrazos y caricias. Dale su espacio, dejá que él busque el lugar donde se encuentre más cómodo y «protegido».

 

Si vas a dejar a la mascota en una habitación o canil, asegurarse que tenga mucho espacio de movilidad. Retirá los elementos y decoraciones que pudieran romperse, y nunca dejes al animal atado con cadenas que pudieran ahorcarlo.

 

Dejar alimento y agua fresca suficiente. Si no quiere comer, no lo obligues. El animal sabrá cuándo prefiere alimentarse.

 

 

AVD

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